¤ Comunidad:
crack_and_roll.
¤ Título: Ironías.
¤ Fandom: Grey’s Anatomy.
¤ Claim: Alex Karev/??.
¤ Tabla:
Griega.
¤ Prompt: 01. Eros.
¤ Beta:
hawk_sama.
¤ Palabras: 327.
¤ Advertencia: Spoiler de la tercera temporada y algo de slash.
¤ Notas: Quedo en intento de humor.
¤ Resumen:
La vida es una completa ironía.
Alex se encontraba, en esos momentos, recostado en una cama, mirando el techo con aire pensativo mientras escuchaba el suave respirar que venía de quien se encontraba a su lado. No era su costumbre quedarse a dormir con la persona con la que se había acostado, pero por aquella ocasión había hecho una excepción. Más que nada porque ocupaba meditar un poco las cosas y lo irónico que resultaba todo después de un tiempo.
Antes, había podido asegurar que amaba a Izzie, la chica tenía una sensualidad innata, con su cabello rubio rozando sus hombros y esos ojos tan claro que permitían leerla como un libro abierto. Pero al final él cometió un error y ese amor demostró no ser más que simple calentura del momento. Tiempo después, estaba seguro que se había enamorado de Addison. Una mujer madura, sensual y muy sexy. Su cabello rojizo, esos labios carnosos y ese aire de saber todos los trucos del libro le resultaba un reto a su persona. Pero al final ella le había enseñado que sólo era una fantasía sin darle la oportunidad de tener un encuentro más íntimo.
Miró a la persona que estaba a su lado y sonrió con algo de burla. Si pensaba en todas las chicas que habían pasado por sus garras uno nunca pensaría que él terminaría en la cama con esa persona en particular. Suspiró, cerrando los ojos y acomodándose mejor, intentando dormir un poco.
El destino era extraño y al parecer nadie lograría entenderlo jamás. Por unos instantes había creído que se estaba burlando de él, puesto que ahora adoraba la sensualidad que podía llegar a demostrar la persona a su lado, cuando antes hubiera considerado una completa locura el siquiera pensar que pudiera ser tan bueno en la cama -o de que algún día terminarían los dos en la misma cama y de esa forma.
Pero al final se había equivocado y Bambi le había demostrado que tenía lo suyo.