Hace mucho que la soga no apretaba tanto el cuello

[kmiya]

¤ Comunidad: reto_diario
¤ Número: 007/ 007.
¤ Título: Nueve caminos y un solo hogar. [4 de 11]
¤ Fandom: One Piece.
¤ Claim: Thousand Sunny + Mugiwaras.
¤ Extensión: 756.
¤ Advertencias: Spoilers de la última saga del manga. Posible ooc, incoherencia y trama rara.
¤ Notas:. Para ligabiss, que me pidió una cosa para este meme, pero yo le terminé escribiendo otra. Aunque en esta ocasión utilizo una idea que me dio Cosa (lb_syndrome), así que el fic también es dedicado para ella.
¤ Resumen: Él sonrió y movió un poco su sombrero, permitiéndole a la pirata observar mejor su rostro, así como un poco de su cabello rubio. Su expresión tan despreocupada le causó una ligera sensación de dejá vù.

Tercer Camino: El de los viejos recuerdos e historias inconclusas.

Estaba preocupado. La idea de que uno de sus nakamas se encontrara atrapado en ese lugar no le gustaba, mucho menos porque se trataba de ella.

Conocía la historia. La conocía perfectamente, porque Merry se aseguró de que así fuera. Cada aventura que vivió con ellos, cada cosa que escuchó y vio durante su viaje. Merry le pasó cada una de sus memorias, no para que se convirtiera en él, sino para que entendiera porque amaba a esa tripulación al grado de sacrificarse por ellos.

Por eso tenía que encontrarla. Pero era tan difícil. Todos los presos llevaban los mismos ropajes y no lograba distinguirla.

Y luego todo empeoró.

Sintió como un barco se acercaba a esa parte del puente, saliendo del mismo varios hombres que portaban sombreros extraños. Los disparos no se hicieron esperar, desencadenando gritos y que la gente corriera en todas direcciones, algunos intentando escapar, otros combatiendo y unos pocos ocultándose, presas del miedo.

Fue cuando la vio, oculta en una esquina, analizando la situación. ¡Estaba bien! O eso creyó, hasta que se dio cuenta de que un hombre se dirigía en su dirección.

―¡Cuidado, Robin! ―gritó, pero su voz se escuchó demasiado débil, como un susurro del viento. Llevaba mucho tiempo alejado de su cuerpo, su energía estaba por agotarse.

Pero Robin le escuchó, ya que volteó, buscando a aquel que sabía su nombre. En su lugar notó al hombre del sombrero de copa e hizo aparecer dos de sus brazos en el mismo, apretando su cuello con fuerza. Pero él también reaccionó rápido, alcanzando a colocar la punta de su pistola sobre su frente.

―No quiero hacerte daño ―le aseguró, pero Robin no le creyó y apretó un poco más. Para su sorpresa, el hombre (que parecía ser más joven que ella) alejó la pistola de su frente y la guardó―. ¿Ves?

―¿Quién eres? ―preguntó, sin hacer desaparecer sus brazos.

―Un revolucionario. Y vengo a escoltarte fuera de este lugar, Nico Robin.

Sunny se había acercado, pero estaba tan débil que no podía mantener su forma y se encontraba translúcido. Cuando Robin soltó al hombre, se abrazó a su pierna. Ella lo sintió, pero al mirar de reojo no vio nada. Aún así, de manera inconsciente, bajó una mano y acarició el aire. Sunny sonrió, tranquilizándose.

El revolucionario siguió su mano y se quedó mirando un momento en esa dirección. Notó la figura borrosa, pero había comenzado a nevar nuevamente, por lo que asumió que solo era un efecto óptico y regresó su atención a la mujer.

―¿Por qué?

―No perteneces aquí.

―Esa no es una razón válida para que se arriesguen así por alguien a quien no conocen.

Él sonrió y movió un poco su sombrero, permitiéndole a la pirata observar mejor su rostro, así como un poco de su cabello rubio. Su expresión tan despreocupada le causó una ligera sensación de dejá vù.

―Muy lista. El jefe quiere hablar contigo. Además de que eres una Mugiwara. Cualquiera que pertenezca a esa tripulación contará con nuestro apoyo sin dudarlo.

Eso último no se lo esperaba.

―¿Es porque Capitán-san es hijo de Dragon? ¿O conocen a Luffy por otro medio?

―No, no es por eso ―se encogió de hombros, como si no le importara dicho parentesco―. Ese chico se ha ganado el respeto de muchos, sobre todo después de lo que hizo en Enies Lobby. Y por lo que he escuchado de él, en verdad sería un placer llegar a conocerlo.

―¿Entonces?

Ambos guardaron silencio al escucharse una fuerte explosión y varios revolucionarios pasaron corriendo cerca de ellos, uno gritándole al de sombrero de copa que se acababa el tiempo y tenían que salir de ahí.

―Me temo que este no es un buen lugar para seguir conversando. Si me acompaña al barco, responderé todas sus preguntas.

Robin siguió dudando, pero sintió nuevamente esa presión sobre su pierna. Sunny casi había gastado todas sus energías, pero no quería marcharse hasta estar seguro de que Robin estaría bien.

―¿Y bien? ¿Viene con nosotros? ―volvió a preguntar el revolucionario, extendiendo su mano hacia la pirata.

Robin dudo unos instantes, pero terminó suspirando. No estaba segura de que iba todo eso, pero tomó la mano del hombre. Quería salir de ahí y encontrar a los demás.

―De acuerdo.

―¡Excelente! ―Sin soltarle la mano, se quitó su capa y se la colocó encima, para protegerla del frío― El barco se encuentra por aquí. Por cierto, mi nombre es Sa...

Sunny desapareció sin alcanzar a escuchar el nombre de aquel que se llevaba a Robin.

NOTA MUY IMPORTANTE: Creo que acabo de condenarme solita. Mi intención era ir aumentando el número de palabras poco a poco según iban pasando las viñetas. La primera tuvo 245, la segunda259 y la tercera 355. Esperaba que la cuarta tuviera máximo 400, ¡¡NO MÁS DE 700!! ¿Ahora como le voy a hacer para no disminuir el número de las que faltan? (y me faltan 7, s-sob)...