kmiya
in
witch_kiss
Happy Friends!
¤ Comunidades: fandom_insano, torre_eidos y crack_and_roll [Drabblethon].
¤ Título: Alegrías sinceras.
¤ Fandom: Princess Protection Program.
¤ Claim: Carter/Rosie.
¤ Tabla: Temas Musicales.
¤ Nivel: 03. Los cuartos de Aseo.
¤ Canción | Reto | Prompt: 24. Algo de la manera que ella se mueve. | 05 | "Listones, olanes y encajes".
¤ Palabras: 630.
¤ Advertencia: Spoiler, leve Fem!Slash.
¤ Notas: Tenía otra idea, pero surgió esto y quedó raro, con un final muy como de golpe (??). Y, yey! Finalmente terminé este nivel XD. ¿Ya dije que apesto para los títulos?
¤ Resumen: Son buenas amigas, eso es lo que importa.
No había podido evitarlo, y no es que Rosie lo hubiera hecho por burlarse, sólo que el ver a Carter vestida así, en aquel preciso momento, cuando entraba al baño, la risa simplemente surgió.
―¿Qué? ―preguntó Carter, frunciendo el ceño. Como Rosie no dejaba de reírse se acercó al espejo, pero su reflejo no le mostró ninguna razón para semejante ataque de risa. Volteó a verla, frunciendo el ceño a la vez que colocaba sus manos sobre su cintura―. ¿Qué? ―volvió a preguntar, levemente molesta, aunque tenía que admitir que la risa de la princesa era contagiosa.
Rosie hizo uso de todo el auto control que poseía para poder calmarse. Respiró profundamente y medio logró calmarse.
―Nada. Sólo...
―¿Sólo... qué?
Rosie sonrió. Se acercó a Carter, colocando sus manos sobre los hombros de la misma.
―Recordé todo lo que me dijiste, cuando nos conocimos. Lo de las princesas y eso. También de que tú nunca serías una. Y mírate ahora, vistiendo un hermoso vestido con listones, olanes y encajes ―Rosie la movió, de tal modo que Carter pudiera observarse en el espejo, estando ella tras su amiga―. Al verte entrar no pude evitar preguntarme que diría la vieja Carter de verse vestida así. Y aún más, estando en la fiesta de la escuela. En la cual, por cierto, eres una de las princesa.
Carter le sonrió a su reflejo, y no pudo evitar sentirse extraña al verse así. Si lo pensaba, su antiguo yo estaría molesto por vestir de esa forma, pues antes lo hubiera considerado una traición a si misma. Y ahora... ahora era totalmente distinto.
Se echó a reír y Rosie la acompañó. Cualquiera que hubiera entrado al baño las hubiera mirado raro, pues ambas chicas no dejaban de reír y no parecían tener la intención de hacerlo. Su risa era contagiosa, jovial, llena de alegría. Rosie estaba contenta de haber conocido a Carter y Carter a Rosie. La hija del mayor Mason se quito uno de sus guantes, abrió el grifo y se mojó la mano, para después comenzar a salpicar a Rosie, quien intentaba esquivarla.
―No, Carter ―reía, cubriéndose el rostro―. Harás que se me corra el maquillaje.
―Oh, ¿La princesa Rosie no soporta que se le corra el maquillaje? ―contestó en broma la chica, siguiendo mojándola, sin parar de reír.
―Puedo soportarlo ―dijo Rosie, adoptando esa pose solemne que le era tan natural, haciendo que Carter se detuviera, al no saber si seguía bromeando o no. Aunque lo averiguó al ver como Rosie volvía a sonreír tranquilamente―. Pero no sería justo, tardamos mucho en arreglarnos y el evento principal de la noche aún no comienza.
―Uhm... acepto esa respuesta como válida ―Y, aún así, volvió a salpicarla.
―Carter...
―Ya, ya. Me detengo ―río mientras cerraba el grifo y se secaba la mano, para volverse a colocar los guantes― Bueno, su majestad Rosie, es hora del espectáculo ―dijo, haciendo una reverencia tan exagerada, que hizo reír a Rosie.
―Oh, pero no es sólo mi espectáculo, princesa Carter. Es nuestro, recuérdelo bien ―Rosie a su vez hizo una reverencia y se abrazó a Carter.
Ambas salieron riendo del baño, encantadas por su pequeño juego infantil y privado. Pero al llegar a la pista de baile, Carter se puso seria, observando la hora que era. Dentro de poco, el General Kane llegaría con la intensión de llevarse a Rosie y es cuando su plan se llevaría a cabo.
Miró a su amiga y le sonrió. Rosie le sonrió de regreso, sin saber lo que pasaba por la mente de Carter. Y así era mejor, pensó ella. No debía de arruinar esa noche, porque era el primer baile estudiantil de Rosie y tenía que tener un buen recuerdo del mismo. Aunque ella no estuviera al final de la noche.
¤ Título: Alegrías sinceras.
¤ Fandom: Princess Protection Program.
¤ Claim: Carter/Rosie.
¤ Tabla: Temas Musicales.
¤ Nivel: 03. Los cuartos de Aseo.
¤ Canción | Reto | Prompt: 24. Algo de la manera que ella se mueve. | 05 | "Listones, olanes y encajes".
¤ Palabras: 630.
¤ Advertencia: Spoiler, leve Fem!Slash.
¤ Notas: Tenía otra idea, pero surgió esto y quedó raro, con un final muy como de golpe (??). Y, yey! Finalmente terminé este nivel XD. ¿Ya dije que apesto para los títulos?
¤ Resumen: Son buenas amigas, eso es lo que importa.
No había podido evitarlo, y no es que Rosie lo hubiera hecho por burlarse, sólo que el ver a Carter vestida así, en aquel preciso momento, cuando entraba al baño, la risa simplemente surgió.
―¿Qué? ―preguntó Carter, frunciendo el ceño. Como Rosie no dejaba de reírse se acercó al espejo, pero su reflejo no le mostró ninguna razón para semejante ataque de risa. Volteó a verla, frunciendo el ceño a la vez que colocaba sus manos sobre su cintura―. ¿Qué? ―volvió a preguntar, levemente molesta, aunque tenía que admitir que la risa de la princesa era contagiosa.
Rosie hizo uso de todo el auto control que poseía para poder calmarse. Respiró profundamente y medio logró calmarse.
―Nada. Sólo...
―¿Sólo... qué?
Rosie sonrió. Se acercó a Carter, colocando sus manos sobre los hombros de la misma.
―Recordé todo lo que me dijiste, cuando nos conocimos. Lo de las princesas y eso. También de que tú nunca serías una. Y mírate ahora, vistiendo un hermoso vestido con listones, olanes y encajes ―Rosie la movió, de tal modo que Carter pudiera observarse en el espejo, estando ella tras su amiga―. Al verte entrar no pude evitar preguntarme que diría la vieja Carter de verse vestida así. Y aún más, estando en la fiesta de la escuela. En la cual, por cierto, eres una de las princesa.
Carter le sonrió a su reflejo, y no pudo evitar sentirse extraña al verse así. Si lo pensaba, su antiguo yo estaría molesto por vestir de esa forma, pues antes lo hubiera considerado una traición a si misma. Y ahora... ahora era totalmente distinto.
Se echó a reír y Rosie la acompañó. Cualquiera que hubiera entrado al baño las hubiera mirado raro, pues ambas chicas no dejaban de reír y no parecían tener la intención de hacerlo. Su risa era contagiosa, jovial, llena de alegría. Rosie estaba contenta de haber conocido a Carter y Carter a Rosie. La hija del mayor Mason se quito uno de sus guantes, abrió el grifo y se mojó la mano, para después comenzar a salpicar a Rosie, quien intentaba esquivarla.
―No, Carter ―reía, cubriéndose el rostro―. Harás que se me corra el maquillaje.
―Oh, ¿La princesa Rosie no soporta que se le corra el maquillaje? ―contestó en broma la chica, siguiendo mojándola, sin parar de reír.
―Puedo soportarlo ―dijo Rosie, adoptando esa pose solemne que le era tan natural, haciendo que Carter se detuviera, al no saber si seguía bromeando o no. Aunque lo averiguó al ver como Rosie volvía a sonreír tranquilamente―. Pero no sería justo, tardamos mucho en arreglarnos y el evento principal de la noche aún no comienza.
―Uhm... acepto esa respuesta como válida ―Y, aún así, volvió a salpicarla.
―Carter...
―Ya, ya. Me detengo ―río mientras cerraba el grifo y se secaba la mano, para volverse a colocar los guantes― Bueno, su majestad Rosie, es hora del espectáculo ―dijo, haciendo una reverencia tan exagerada, que hizo reír a Rosie.
―Oh, pero no es sólo mi espectáculo, princesa Carter. Es nuestro, recuérdelo bien ―Rosie a su vez hizo una reverencia y se abrazó a Carter.
Ambas salieron riendo del baño, encantadas por su pequeño juego infantil y privado. Pero al llegar a la pista de baile, Carter se puso seria, observando la hora que era. Dentro de poco, el General Kane llegaría con la intensión de llevarse a Rosie y es cuando su plan se llevaría a cabo.
Miró a su amiga y le sonrió. Rosie le sonrió de regreso, sin saber lo que pasaba por la mente de Carter. Y así era mejor, pensó ella. No debía de arruinar esa noche, porque era el primer baile estudiantil de Rosie y tenía que tener un buen recuerdo del mismo. Aunque ella no estuviera al final de la noche.