Amor entre líneas - II.Tensión húmeda
Autor: williams_43Fandom: Harry Potter
Pareja: Ginny & Hermione
Amor entre líneas - II.Tensión húmeda
Aquél día la clase de herbología de Harry, Ron y Hermione era al aire libre, cerca de la cabaña de Hagrid. Al finalizar la clase que trataba sobre los distintos tipos de cafés amargos que se podían extraer de los granos de las distintas especies de las plantas fondinus cafensus, Hermione se quedó hablando unos minutos con la profesora, tratando principalmente el tema de la recolección de la subespecie más tóxica de la fondinus cafensus, ya que aunque era la más venenosa era la más útil, sobretodo en el campo de las pociones transmutadoras. Mientras hablaban comenzó a llover, sin embargo ambas estaban concentradas en el diálogo y no prestaron atención a la leve lluvia que se iniciaba.
Ginny atravesaba el pórtico interior de uno de los jardines del castillo. A través de un arco que daba al exterior vio a Hermione y la profesora mojándose bajo la lluvia. Suspiró inútilmente quedándose paralizada ante el arco de estilo gótico. Cuando volvió en sí se dijo: "Esta vez podré" y partió en dirección contraria a la que iba para encontrarse con Hermione a un paso apresurado.
Ginny llegó al final del pasillo que daba paso a unas escaleras que descendían por la colina hasta la diminuta explanada de hierba sobre la que dialogaban Hermione y la profesora. Desde la lejanía Ginny observó.
La conversación finalizó. La profesora se dirigió a la cabaña de Hagrid, para negociar el trueque de unas plantas. Y Hermione se dirigió a las escaleras por las que subiría y accedería al pasillo que le llevaría a su siguiente clase. Sin embargo cuando llevaba la mitad de las escalinatas recorridas una silueta apareció ante ella a cierta distancia.
Ginny había bajado unos peldaños bajo la lluvia y se hallaba ante Hermione. La muchacha pelirroja seguía bajando los peldaños con suma lentitud, prácticamente como si saborease cada paso, y disfrutase de cómo dulcemente se le fundía en el paladar. Hermione esperaba temerosa y desconcertada, dirigiéndole la mirada a aquellos ojos misteriosos, que por azar o capricho habían decidido posarse sobre ella.
Ginny se encontraba tan sólo a tres peldaños de Hermione, y como si del último respiro de la vida se tratase, dio el siguiente paso para hallarse a dos escalones de Hermione, entonces se detuvo. La mirada inquietante de Ginny se posaba en el rostro empapado de Hermione. El pelo castaño le caía elegantemente sobre sus hombros, y su mirada inteligente y segura era ahora una frágil lámina de cristal que no se rompería sencillamente. "¿Está llorando?" se preguntó Hermione. "¿O es la lluvia en su rostro?" Dudó. Aunque con o sin lluvia, con o sin lágrimas, el rostro de Ginny ahora que podía ser admirado desde la cercanía podía leerse la infinita tristeza de la incomprensión y la duda. "Querría abrazarla" se dijo Hermione, dándose cuenta de sus propios miedos, ¿abrazarla? ¿por amistad? "Ha de ser por amistad, no puede ser por otra cosa"pensó para sí misma.
"Querría que me abrazase" se dijo Ginny "Aunque sé que es imposible, ya que yo no soy capaz de abrazarla, lo necesito". Ginny ahogó su tristeza un segundo, haciéndola callar bajo aquellos charcos que habían en el suelo. "Qué bella está bajo la lluvia". Y sonrió levemente de alegría, sin embargo volvió a entristecerse al percibir la pena de la impotencia que Hermione expresaba con su rostro. Los pulsos se aceleraron. "O la abrazo o me voy" pensó Hermione mordiéndose el labio inferior, cosa que nunca hacía. "Si no me abraza me muero" se dijo Ginny entristeciéndose aún más si cabe. La angustia comenzó a asomarse entre las almas provocando estragos. Hermione titubeó con el pie, a punto estuvo de adelantarse al siguiente peldaño y quedarse a tan sólo unos milímetros de Ginny; sin embargo pié y mente se descompasaron y se machó corriendo por los peldaños resbalando ligeramente en el último, y perdiéndose en la lejanía del pasillo.
La carpeta que Ginny sostenía entre los brazos se desprendió del calor y se estrelló contra los fríos peldaños. "Adiós" se dijo sin mover los labios. Se sentó en el escalón anterior al que estaba apoyada, y perdió su mirada en el infinito, en ningún lugar. Largo rato se quedó allí, dejando que la lluvia llorase por ella. Parpadeaba muy de vez en cuando, sin pensar en nada, sin decir nada, se encontraba agotada, pues su alma había hecho grandes esfuerzos, pero quedaron en inútiles hechos. El pulso se congeló y la respiración se detuvo al paso del pulso, ahora sí que realmente pasaba el tiempo más despacio, pues para Ginny ahora ni tan siquiera había tiempo.
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