Crack & Roll ~ Reto ¿San Valentín?
Autor: vejibra
Reto: ¿San Valentín? para crack_and_roll
Fandom: Digimon
Parejas: Takeru/Mimi, ligero Yamato/Mimi y Takeru/Hikari.
Título: Improbabilidades
Palabras: 1286
Advertencias: Suposiciones, celos no premeditados
Notas: Necesita ciertas correcciones porque soy la última XD, la historia es después del final de Digimon O2. Los comentarios y reviews son bienvenidos :D.
Disclaimer: Derechos Reservados de Digimon a su creador Akiyoshi Hongo. La historia no tiene fin de lucro es solo por entretenimiento.
“El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta”.
- Jacinto Benavente.
“Improbabilidades”
No era el día más común para verlos, y no estaba acostumbrada a creer que algo así era posible. Los dos jóvenes sentados en el parque mientras charlaban animosamente; en el inicio consideró que se trataba de un encuentro casual, que no debía darle tanta importancia al hecho, sin embargo la segunda ocasión que los vio juntos, fue el detonante para que dejará de dudar al respecto.
Aquella tarde, en el centro de la ciudad de Tokio, Mimi lucía radiante con el cabello castaño cayendo sobre su espalda. Llevaba un pantalón jean combinado con una chaqueta azul y un top rosado pálido. A su lado, sonriendo con dulzura, el joven rubio de ojos azules, tomó su mano mientras entraban en un café, ambos parecían estar sumamente “enamorados”
Con miedo a ser descubierta, Hikari, Kari para sus más cercanos, se escabulló dentro del lugar, y escondiéndose detrás de una pared cercana a los dos jóvenes amantes. Agudizando la mirada la muchacha trató de observar mejor y escuchar a la pareja.
No tenía derecho a sentirse de esa forma, muchos menos actuar impulsivamente en un acto celoso como cualquier niña de secundaria, simplemente porque Takeru, T.K para sus amigos, era tan solo su mejor amigo desde la infancia y aunque lo negará, ella misma había rechazado cualquier oportunidad de “algo más” entre los dos.
Y ahora no podía de apartar la vista de la joven pareja, mientras los ojos azules del muchacho detonaban cierta pasión al mirar los labios rosados de la muchacha de cabellos castaños. Trató de acercarse y escuchó risas, sorprendida intentó leer los labios de Takeru, cuando Mimi se acercaba a él peligrosamente.
“Te amo”
Fueron las palabras que leyó en sus labios, o al menos así lo consideró. Takeru avergonzado miró en otra dirección, mientras Mimi le dedicaba una sonrisa tierna y tomaba su mano.
Hikari abrió los ojos sorprendida, mientras caía sobre un gran helecho a su lado, el ruido no interrumpió las miradas de la pareja. Tratando de calmarse, la muchacha corrió fuera del establecimiento, evitando que las lágrimas recorrieran sus mejillas.
En un principio podía no creer lo que sus ojos habían visto, pero escuchar esas clase de palabras de su boca, era todo lo que podía necesitar. Había perdido a Takeru. Ella tenía toda la culpa.
---
Lo había escuchado de Tai, el otro día, no necesariamente podía darle importancia, porque se suponía que no había nada que importar. Sin embargo no dejaba de sentir una incomodidad extraña ante tan inusual relación.
Y no era el hecho de que se trataba de su hermano, mucho menos que estaba en una relación romántica con una chica mayor a él. No, lo que llamaba mucho su atención era el hecho de que está persona no era nada menos que Mimi Tachikawa, y por alguna extraña razón, el muchacho rubio, no podía explicarse la sensación de malestar que le producía la idea.
Inclusive, aquella tarde en una de las presentaciones de su banda, que entre el público observó a la joven pareja. Abrió sus ojos observando como los tórtolos, sonreían uno junto al otro, incluso hubo un instante en el cuál la muchacha perdió el equilibrio y su hermano, comedidamente, la sostuvo entre sus brazos.
Conforme pasaron los días, comenzó a notar las salidas ocasionales y habituales que Takeru realizaba, incluso, llegando a su hogar pasado la hora que se le permitía. Muchas veces intentó dialogar con él al respecto, después de todo eran hermanos y tenía una necesidad obvia por conocer los motivos tras sus repentinas salidas o llegadas tarde a la casa.
Pero el adolescente de ojos azules, era reservado, como bien su naturaleza le llamaba, por ende evitaba conversar al respecto. Yamato, comenzó a suponer que incluso él estaba imaginado cosas, sino fue hasta el día en el cuál, saliendo junto a Sora de sus citas habituales, vio a lo lejos como una pareja caminaba amenamente uno junto al otro, sus ojos azules observaron no evitaron escudriñar la mirada casual y orgullosa de su hermano, mientras la muchacha de cabellos castaños se veía cautivadora.
Sin notarlo, la presión en su garganta creció, asfixiando sus palabras cuando Sora le hizo una pregunta. No sabía que era lo más improbable en sus suposiciones confirmadas, si era el hecho de que su hermano, era un adolescente 3 años menor que la que era su novia o era la circunstancia más insólita de que se sentía celoso de su propio hermano.
Aquella noche, se juró a si mismo que llegaría hasta la verdad absoluta.
- - -
Inesperadamente los meses fueron volando, y ninguno de los dos llegó a comprender que realmente había sucedido, las salidas entre Takeru y Mimi se hicieron más cotidianas y bastante obvias a los ojos de otros, que incluso Joe comenzó a bromear que le habían ganado su oportunidad con la chica.
En cuanto a los dos involucrados, no tenían la menor idea de los dos rumores que paseaban los alrededores, y fue entonces que en una reunión casual, entre Hikari y Yamato, ambos dialogaron al respecto, porque tampoco era lo que debían hacer, ya que sin darse cuenta delataban que había una doble intención en lo que realmente sentían.
-Perdí mi oportunidad... -susurró la jovencita mientras daba un largo suspiro. Sus ojos castaños se dirigieron hacia el hermano mayor de Takeru, Yamato parecía estar en otro lugar-. Se que los viste, como los demás lo hemos hecho... es solo... ¿no sientes que es extraño… Mimi y T.K.?...
-Lo que haga o no mi hermano creo que es un asunto privado de él.
-Aun así no te sientes cómodo...
-No lo pondría de esa manera, Kari, el asunto es... circunstancial, después de todo no es lo que me esperaba, pero ya todos los han visto y no puedo imaginarme lo que es bastante obvio de admitir.
-Qué están juntos.
-Aunque cuesta creerlo.
-Mimi es una buena persona, mayor a T.K. pero de seguro... será una buena novia -los ojos de la adolescente se tiñeron de melancolía.
-Tienes celos -sonrió de medio lado.
-Tú también.
-¿Qué?
-Sientes celos, y no creo que sea porque... T.K tiene una novia mayor a èl -la muchacha se levantó de su lugar en la mesa del café-. Ya perdimos nuestra oportunidad, supongo que debemos dejar que sean felices.
-¿Kari… hermano?
Los dos incautos abrieron sus ojos al ser descubiertos, volteando sus miradas como en cámara lenta observaron a los recién llegados a la cafetería. Mimi los saludo ávidamente mientras se acercaba a Kari.
-¡Te hemos estado buscando todos estos días! -grito emocionada la muchacha mientras un par de ojos azules la miraba.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS KARI! -Takeru le entregó un regalo envuelto, a continuación besando su mejilla mientras bajaba la mirada avergonzado-. Espero te guste, porque me pase los últimos dos meses saliendo junto a Mimi para encontrarte el regalo adecuado.
-¿Saliendo? -Yamato abrió los ojos-. Eso significa qué... ustedes no son... ¿pareja?.
-¿Qué? -gritaron conmocionados los dos aludidos. Tratando de explicar que ni en un millón de años algo así pasaría entre ellos.
En ese instante Hikari comenzó a reír, a carcajadas, y entre su risa también se acompañó de lágrimas mientras abría el preciado regalo. Era una fotografía enmarcada de cuando eran niños. Sorpresivamente ante la mirada atónita de Yamato y Mimi, se lanzó en brazos y T.K y lo besó.
A lo que mi Mimi sonrió complacida.
-Supongo que... nuestras largas caminatas sirvieron de algo -miró inquisitivamente a Yamato mientras este sonreía, la expresión de su rostro era tranquila-. ¿Me perdí de algo?
-Nada importante… -los ojos de Yamato brillaron sin que se diera cuenta-. ¿Quieres un helado de fresa y chocolate?.
-Estaría encantada.
Yamato, podía respirar.
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Parejas: Takeru/Mimi, ligero Yamato/Mimi y Takeru/Hikari.
Título: Improbabilidades
Palabras: 1286
Advertencias: Suposiciones, celos no premeditados
Notas: Necesita ciertas correcciones porque soy la última XD, la historia es después del final de Digimon O2. Los comentarios y reviews son bienvenidos :D.
Disclaimer: Derechos Reservados de Digimon a su creador Akiyoshi Hongo. La historia no tiene fin de lucro es solo por entretenimiento.
“El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta”.
- Jacinto Benavente.
“Improbabilidades”
No era el día más común para verlos, y no estaba acostumbrada a creer que algo así era posible. Los dos jóvenes sentados en el parque mientras charlaban animosamente; en el inicio consideró que se trataba de un encuentro casual, que no debía darle tanta importancia al hecho, sin embargo la segunda ocasión que los vio juntos, fue el detonante para que dejará de dudar al respecto.
Aquella tarde, en el centro de la ciudad de Tokio, Mimi lucía radiante con el cabello castaño cayendo sobre su espalda. Llevaba un pantalón jean combinado con una chaqueta azul y un top rosado pálido. A su lado, sonriendo con dulzura, el joven rubio de ojos azules, tomó su mano mientras entraban en un café, ambos parecían estar sumamente “enamorados”
Con miedo a ser descubierta, Hikari, Kari para sus más cercanos, se escabulló dentro del lugar, y escondiéndose detrás de una pared cercana a los dos jóvenes amantes. Agudizando la mirada la muchacha trató de observar mejor y escuchar a la pareja.
No tenía derecho a sentirse de esa forma, muchos menos actuar impulsivamente en un acto celoso como cualquier niña de secundaria, simplemente porque Takeru, T.K para sus amigos, era tan solo su mejor amigo desde la infancia y aunque lo negará, ella misma había rechazado cualquier oportunidad de “algo más” entre los dos.
Y ahora no podía de apartar la vista de la joven pareja, mientras los ojos azules del muchacho detonaban cierta pasión al mirar los labios rosados de la muchacha de cabellos castaños. Trató de acercarse y escuchó risas, sorprendida intentó leer los labios de Takeru, cuando Mimi se acercaba a él peligrosamente.
“Te amo”
Fueron las palabras que leyó en sus labios, o al menos así lo consideró. Takeru avergonzado miró en otra dirección, mientras Mimi le dedicaba una sonrisa tierna y tomaba su mano.
Hikari abrió los ojos sorprendida, mientras caía sobre un gran helecho a su lado, el ruido no interrumpió las miradas de la pareja. Tratando de calmarse, la muchacha corrió fuera del establecimiento, evitando que las lágrimas recorrieran sus mejillas.
En un principio podía no creer lo que sus ojos habían visto, pero escuchar esas clase de palabras de su boca, era todo lo que podía necesitar. Había perdido a Takeru. Ella tenía toda la culpa.
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Lo había escuchado de Tai, el otro día, no necesariamente podía darle importancia, porque se suponía que no había nada que importar. Sin embargo no dejaba de sentir una incomodidad extraña ante tan inusual relación.
Y no era el hecho de que se trataba de su hermano, mucho menos que estaba en una relación romántica con una chica mayor a él. No, lo que llamaba mucho su atención era el hecho de que está persona no era nada menos que Mimi Tachikawa, y por alguna extraña razón, el muchacho rubio, no podía explicarse la sensación de malestar que le producía la idea.
Inclusive, aquella tarde en una de las presentaciones de su banda, que entre el público observó a la joven pareja. Abrió sus ojos observando como los tórtolos, sonreían uno junto al otro, incluso hubo un instante en el cuál la muchacha perdió el equilibrio y su hermano, comedidamente, la sostuvo entre sus brazos.
Conforme pasaron los días, comenzó a notar las salidas ocasionales y habituales que Takeru realizaba, incluso, llegando a su hogar pasado la hora que se le permitía. Muchas veces intentó dialogar con él al respecto, después de todo eran hermanos y tenía una necesidad obvia por conocer los motivos tras sus repentinas salidas o llegadas tarde a la casa.
Pero el adolescente de ojos azules, era reservado, como bien su naturaleza le llamaba, por ende evitaba conversar al respecto. Yamato, comenzó a suponer que incluso él estaba imaginado cosas, sino fue hasta el día en el cuál, saliendo junto a Sora de sus citas habituales, vio a lo lejos como una pareja caminaba amenamente uno junto al otro, sus ojos azules observaron no evitaron escudriñar la mirada casual y orgullosa de su hermano, mientras la muchacha de cabellos castaños se veía cautivadora.
Sin notarlo, la presión en su garganta creció, asfixiando sus palabras cuando Sora le hizo una pregunta. No sabía que era lo más improbable en sus suposiciones confirmadas, si era el hecho de que su hermano, era un adolescente 3 años menor que la que era su novia o era la circunstancia más insólita de que se sentía celoso de su propio hermano.
Aquella noche, se juró a si mismo que llegaría hasta la verdad absoluta.
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Inesperadamente los meses fueron volando, y ninguno de los dos llegó a comprender que realmente había sucedido, las salidas entre Takeru y Mimi se hicieron más cotidianas y bastante obvias a los ojos de otros, que incluso Joe comenzó a bromear que le habían ganado su oportunidad con la chica.
En cuanto a los dos involucrados, no tenían la menor idea de los dos rumores que paseaban los alrededores, y fue entonces que en una reunión casual, entre Hikari y Yamato, ambos dialogaron al respecto, porque tampoco era lo que debían hacer, ya que sin darse cuenta delataban que había una doble intención en lo que realmente sentían.
-Perdí mi oportunidad... -susurró la jovencita mientras daba un largo suspiro. Sus ojos castaños se dirigieron hacia el hermano mayor de Takeru, Yamato parecía estar en otro lugar-. Se que los viste, como los demás lo hemos hecho... es solo... ¿no sientes que es extraño… Mimi y T.K.?...
-Lo que haga o no mi hermano creo que es un asunto privado de él.
-Aun así no te sientes cómodo...
-No lo pondría de esa manera, Kari, el asunto es... circunstancial, después de todo no es lo que me esperaba, pero ya todos los han visto y no puedo imaginarme lo que es bastante obvio de admitir.
-Qué están juntos.
-Aunque cuesta creerlo.
-Mimi es una buena persona, mayor a T.K. pero de seguro... será una buena novia -los ojos de la adolescente se tiñeron de melancolía.
-Tienes celos -sonrió de medio lado.
-Tú también.
-¿Qué?
-Sientes celos, y no creo que sea porque... T.K tiene una novia mayor a èl -la muchacha se levantó de su lugar en la mesa del café-. Ya perdimos nuestra oportunidad, supongo que debemos dejar que sean felices.
-¿Kari… hermano?
Los dos incautos abrieron sus ojos al ser descubiertos, volteando sus miradas como en cámara lenta observaron a los recién llegados a la cafetería. Mimi los saludo ávidamente mientras se acercaba a Kari.
-¡Te hemos estado buscando todos estos días! -grito emocionada la muchacha mientras un par de ojos azules la miraba.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS KARI! -Takeru le entregó un regalo envuelto, a continuación besando su mejilla mientras bajaba la mirada avergonzado-. Espero te guste, porque me pase los últimos dos meses saliendo junto a Mimi para encontrarte el regalo adecuado.
-¿Saliendo? -Yamato abrió los ojos-. Eso significa qué... ustedes no son... ¿pareja?.
-¿Qué? -gritaron conmocionados los dos aludidos. Tratando de explicar que ni en un millón de años algo así pasaría entre ellos.
En ese instante Hikari comenzó a reír, a carcajadas, y entre su risa también se acompañó de lágrimas mientras abría el preciado regalo. Era una fotografía enmarcada de cuando eran niños. Sorpresivamente ante la mirada atónita de Yamato y Mimi, se lanzó en brazos y T.K y lo besó.
A lo que mi Mimi sonrió complacida.
-Supongo que... nuestras largas caminatas sirvieron de algo -miró inquisitivamente a Yamato mientras este sonreía, la expresión de su rostro era tranquila-. ¿Me perdí de algo?
-Nada importante… -los ojos de Yamato brillaron sin que se diera cuenta-. ¿Quieres un helado de fresa y chocolate?.
-Estaría encantada.
Yamato, podía respirar.
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