Titulo: Mariposa.
Fandom: Naruto.
Claim: Yamanaka Ino, Haruno Sakura y Aburame Shino.
Beta: Ross_Potter.
Palabras: 547.
Notas de Uko-chan: Respuesta al primer reto expuesto por LMF, para el Octavo Período. Basado en la canción Say My Name, de Within Temptation. Está aquí:
http://crisoladobadass.livejournal.com/15014.html Sumary: Ino no es de las personas que se rindan solo por un parte médico.
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Mariposa.
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Ella no iba a darse por vencida, la esperanza es lo último que se pierde se decía, después de todo. Nada iba a detenerla, estaba segura que ella podría marcar la diferencia.
-Es inútil, Ino. -Sakura negó con la cabeza y puso su mano en el brazo de su obstinada amiga. -Su cerebro quedó muy dañado, ésta pérdida de memoria es algo que los médicos sabemos que es irreversible.
-La ciencia no lo sabe todo, Sakura -replicó ella, cerrando los puños con enojo-. Sé que puedo hacer algo, solo mírame.
Y la pelirosada la dejó, suspirando con tristeza, pero sonriendo de lado al ver la entereza de su mejor amiga. Ella no sabía si podría mantenerse igual de decidida y entera si es que le pasaba lo mismo a su marido.
Una vez que se vio sola, Ino suspiró y se acercó a la cama de su esposo. Aburame Shino parecía tan relajado, acostado en esa cama, con los ojos cerrados, sin sus lentes negros que no lo abandonaban ni siquiera cuando jugaba con sus hijos. Ella sonrió, tomó una de sus manos y volvió a hacer lo que hacía todos los días.
-¿Sabes de lo que me estuve acordando hoy…? -Murmuró, sabiendo que no obtendría respuesta-. Recordé cuando escapaba de mi casa, diciendo que iba a jugar con Shikamaru y Chouji, pero en realidad me desviaba para curiosear lo que hacía el misterioso niño que descubrí que se adentraba en el bosque atrás de nuestra casa, para recolectar insectos, ¡yuck! y hablar con ellos.
La rubia plateada siguió, hablándole de su niñez, algo que podría decir orgullosa que era un secreto bien guardado entre los dos. Ino siempre fue bastante rebelde y desde niña no tuvo gusto que su padre la empujara a jugar con un niño tan perezoso como Shikamaru o un niño que comiera tanto como Chouji. Así que tratando de buscar sus propias amistades, ella encontró a Sakura, pero también a Shino.
Nadie supo nunca que ellos crearon una relación inseparable, tanto que cuando decidieron casarse, fue un shock hasta para sus propios padres.
Y ella sabía, lo había escuchado y leído, que estar rodeado de seres queridos y hablarles de su pasado, podría ayudar a personas sin memoria a recuperarlas. Ella no iba a hacer caso de las palabras de Sakura, ni las de Tsunade-sama o Shizune-san. No, Yamanaka-Aburame Ino iba a traer de regreso a su esposo.
No fue hasta un año después del accidente, cuando Ino adornaba su casa para festejar el segundo cumpleaños de su hijo menor, que escuchó algo que la congeló.
-¿Chou-chan?
Una memoria la abordó, casi dejándola sin respiración. Cuando eran niños y viendo que su amigo amaba tanto a los insectos, para atraer su atención, Ino le había preguntado a Shino qué clase de insecto él pensaba que ella era. Ruborizándose quedamente, apenas dejando ver el rojo, por esas gafas negras, él había respondido:
-“Y-Yo creo que eres una mariposa”
Y eso era algo que solo su Shino podría saber.
Ella giró violentamente y pudo verlo, sin las gafas negras, los ojos de su esposo brillaban con reconocimiento.
-Repítelo, di el nombre secreto que me diste -susurró, con lágrimas en los ojos.
Shino sonrió, esa sonrisa suave, casi imperceptible que solo él tenía.
-Hola, Chou-chan.
¡¡¡Fin!!!