Original, RAINBOOW rhapsody
Reto de
torre_eidosNotas, 1] RAINBOOW rhapsody es una historia que empieza al final de Pink Drug, y trata sobre la vida de los hijos del viejo Red Lipstick&Sunglasses. 2] El Souless era al principio una taberna de un amigo de Ruth donde ésta y sus amigos ensayaban y hacían sus conciertos; luego pasó a ser un garito de moda al saltar a la fama el grupo de música y, años después de que este se separara, el Souless volvió a ser la taberna a la que nadie iba.
Chistes de humor negro, historias que no daban miedo, y miles de notas resonando entre las cuatro paredes del local, casi abandonado por la sociedad, y rodeado de miles de edificios donde habitaban por las mañanas miles de ejecutivos.
Todos estaban en silencio, sentados en circulo (como los niños de parvulitos) esperando que cualquiera empezara a hablar o a explicar alguna historia.
Mientras se decidían a encontrar alguna historia que diera miedo, Margot echó los brazos hacia atrás y suspiró; era todo un palo que no le dejarán explicar historias a ella, de acuerdo que las historias de tío Lestat podía matar del susto al hombre menos miedoso del mundo, pero desde luego, cuando las contaba Margot no tenían ni punto de comparación con la versión original de su tío.
Entonces se escuchó el viento chocar contra los cristales. Era una noche de noviembre, por lo tanto, era totalmente normal que hiciera ese tipo de viento.
Parecía que nadie estaba interesado en contar anda interesante, nada que pudiera producir ni que fuera una respiración contenida. Aburrida, Aynara se estiró boca abajo, aguantando su cabeza con los brazos; al cabo de unos segundos, Nicholas cogió su bajo y con una de las muchas púas que había en su bolsillo, empezó a rascar las cuerdas de la guitarra. Se sentía el aburrimiento en el aire. Pero entonces todo cambió. La puerta de empleados que había detrás la barra del Souless se abrió.
- Pase - musitó Margot mientras se mordía una uña.
Todos se quedaron en silencio, mirando a la chica, que, con una mirada de confusión, miró a todos sus compañeros.
- ¿Cómo? - preguntó Noah mientras levantaba las cejas.
- Sí. ¿Es que no lo sabíais? Cuando se abre una puerta se dice eso por si hay algún espíritu que pasé y no se enfade por no ser bienvenido.
- ¡Ay Margot! - exclamó Aynara como quien acaba de escuchar de un niño pequeño algo parecido a “¡Papá Noël existe, yo le vi!”- Tú, tu familia, y vuestras raras tradiciones - y acto seguido negó con la cabeza mientras reía por lo bajo.
Margot frunció el cejo e hizo una mueca con los labios, que le dieron ese aire infantil que tenía en ocasiones; todos rieron, como siempre.
Y fue en ese momento, en el momento que la puerta se cerró de un portazo, cuando Violet recordó una historia de miedo que le había explicado su primo hacía mucho tiempo. Empezó a reír siniestramente para reclamar la atención de los demás integrantes del grupo, y cuando consiguió lo que quería, se relamió los labios.
- Hace tiempo, no estoy hablado de cuando aun vivían los cavernícolas ni el hombre de Cromangon, sino de una época que bien podría ser el siglo 17 como el 18.
En un humilde castillo, el cual servía de residencia de estudiosos a los que les gustaba pasar el tiempo resolviendo las ecuaciones más complicadas que se te puedan pasar por la mente, un día normal y corriente; nada de vientos del norte ni diluvios universales, apareció un hombre llamado Jeremy Mcanell, un escocés como quedan pocos (que de hecho ya no quedan).
A este curioso hombre le otorgaron la habitación 140, una que tenía un gran ventanal, un baño, un estudio y una habitación llena de cajas.
- ¡Venga ya Violet! - cortó Nicholas antes de que la chica continuara con la historia. - Ahora nos dirás que esa habitación había un cadáver o algo por el estilo, ¿Verdad?
- ¡Eso aún no pasaba! - le recriminó Violet mientras le enseñaba la lengua. - Bueno, ¿puedo continuar? - demandó mientras cruzaba sus brazos por debajo de sus pechos y hacía una de esas muecas comunes en Margot.
- Adelante - animó Noah. Siempre tan líder, siempre tan predispuesto a mostrarse el macho de la manada salvaje en la que estaban condenados a vivir.
- Bien, gracias Gran Macho Alfa - agradeció Violet con cierta sorna antes de proseguir con su historia “de miedo”. - Entonces el tiempo empezó a pasar. Jeremy pasaba cierto tiempo en su estudio, estudiando cosas que para el resto de los mortales podía parecer la cosa más cansada y aburrida del mundo. Pero un día ocurrió algo extremadamente extraño.
- ¡Apareció un fantasma! - se mofó Nicholas mientras raspaba el bajo.
Violet mordió su labio inferior y prefirió continuar con su historia.
- Un ruido extraño que parecía provenir de la habitación de las cajas se extendió por la habitación del joven estudioso. Jeremy, más asustado, decidió salir de la habitación corriendo, pero antes de que pudiera hacerlo, una voz demacrada que parecía salir de donde el ruido, le llamó. Con el susto pintado en la cara, decidió abrir la puerta; pero simplemente no pudo: la manilla no giraba, era como si alguien no le dejara abrir la puerta. En un intento de desesperación, pero aún muerto de miedo, Jeremy miró por un pequeño agujero que tenía a un lado la puerta. Pero se encontró con que no había nadie allí, aguantando la manilla. Entonces….
- Y entonces el fantasma que realmente era una tía bien buena le violó y follaron hasta el día siguiente, ¿cierto? - explicó Nicholas con aire de marisabidillo.
- ¡Hala, per que bestia Nicholas! - exclamó Aynara - ¡Hay niñas delante!
Margot bufó con aire cansado.
- Lo siento, pequeñaja, pero es que me lo había puesto a huevo - se disculpó la vocal mientras se reía por debajo de la nariz mientras Noah negaba con la cabeza y Violet, indignada por que no le dejaban acabar su historia se ponía en pie dispuesta a irse.
Este era el pan de cada jueves por la noche en el viejo local del Souless, sede del muy venerado por esos 5 adolescentes, Red Lipstick&Sunglasses. Chistes de humor negro, historias que no daban miedo, y miles de notas resonando entre las cuatro paredes del local, casi abandonado por la sociedad, y rodeado de miles de edificios donde habitaban por las mañanas miles de ejecutivos.