*Parecía ser que los gemelos ni siquiera habían reparado en que él se encontraba también en la habitación. Cierto, tenía las cortinas de la cama corridas por completo, pero no era excusa... tener tan poco sentido de la verguenza
( ... )
*De pronto escucha su nombre, y ralentiza un poco sus movimientos, dejando salir el aire en un siseo. Kaoru se encuentra mirando completamente hacia su cortina. Al notar que ha sido descubierto, se detiene completamente, presa de la vergüenza. Lo recorre un escalofrío de pánico que no es suficiente para matar su erección.
Con los ojos abiertos a máxima capacidad, y tan rápido como puede, se guarda en el pantalón (dejando el botón desabrochado por la prisa) y se tiende de lado tapando su erección con una pierna, fingiendo dormir por si los gemelos tuvieran la /genial/ ocurrencia de ir a ver que onda a su cama.*
"Ack! Bájate, bájate! ¿¡Por que?!"
*Se maldice por la pésima idea y ruega por que los muchachos no intenten ver si está o no. O porque finjan que no pasó. Lo que sea. No tiene ninguna excusa que justifique el haberles ejercido de voyeur en su 'tiempo de calidad'*
((gomen Bri, te tomaré la palabra de asumir acciones. No puedo aguantar estar con Lynx conectada y no hacer algo))
*Kaoru cruza su miradas con su hermano. Es obvio lo que el otro quiere hacer, pero pareciera que quiere que lo comience él*
Hikaru... dudo que pueda sostenerme...
*Pero la mirada del otro no admite un 'no' como respuesta. Con esfuerzo y tomando aire, el gemelo menor se endereza y lanza un gemido largo y profundo, que Hikaru le sigue, aunque están completamente separados. El mayor comienza a masturbarse y gime suavemente, lo justo para oídos entrenados, mientras Kaoru va en silencio, hasta llegar a las cortinas y entrar en ellas, viendo el cuerpo de costado, y colocándose inmediatamente junto a él, abrazándole por la espalda*
*Apenas percibe que le está entrando más luz, cierra los ojos más fuerte y hace lo imposible por calmar su respiración y fingir que duerme. Se tensa cuando siente que la cama se mueve, y ni hablar cuando Kaoru le abraza. Siente como la sangre se le agolpa en las mejillas, temblando, y deja salir el aire en un siseo, consciente de que seguir actuando no le va a funcionar. Intenta de todas maneras.*
*Voz somnolienta, sin moverse* Mmmh? *abre un ojo* Dime.
*El gemelo sigue excitado y es imposible no sentirlo detrás suyo. Todo su cuerpo le grita que haga algo, casi superado por las ganas de frotarse contra él. Lucha por mantener cierta compostura.*
*lo siente temblar. King nunca ha sido bueno ni mintiendo ni escondiendo lo que siente, por lo que la presión que ejercen sobre él, casi le causa culpa, pero aún escucha a Hikaru. Sabe que lo está esperando y que lo pasarán increíble los tres, por lo que se eleva un poco y planta sus labios en la nuca de su superior.*
Tamaki-senpai también es humano... *su mano baja desde el hombro, sorteando el pecho y el estómago, hasta encontrarse con la grata sorpresa del boton abierto* ...y también necesita desahogarse de vez en cuando... *su mano lo toca por sobre la tela unos segundos y luego se interna en el pantalón, directo a la hombría del rubio*
*También se acerca, una vez que los jadeos cesan, recostándose al otro lado de su Señor, de frente a frente sonriendo con aquella sonrisa maliciosa de la que se enorgullecía por intimidar a su senpai*
No se preocupe, Tamaki-senpai...*acercándose a sus labios, susurrando sobre ellos* nosotros estamos aquí ahora para que pueda desahogar sus ansias.
*Aspira con fuerza cuando Kaoru lo toma en la mano, con las caderas moviéndose por su propia voluntad, empujándose contra ella un par de veces antes de congelarse de nuevo, cuando Hikaru se trepa junto a él, tentándole. Los ojos dorados del gemelo prometen cosas que él no se atreve a rechazar, por la sencilla razón de que no tiene sentido rechazar lo que se desea cuando te lo ofrecen gratis. Atrapó la boca de Hikaru con la suya, atrayéndolo más contra sí y pasando una pierna entre las de él de inmediato. El beso es intenso y posesivo, casi agradecido por la posibilidad que le están entregando.*
*Cuando lo suelta, echa a reír, todavía algo avergonzado.* ¿Me rindo? *Se gira para quedar de espaldas sobre la cama, ladeando la cabeza lo suficiente para mirar a Kaoru, tomándole la nuca con una mano para acercarlo y besarle de un modo diferente, más pausado pero igualmente dominante.*
*sonrió casi con algo de envidia al ver el beso que King le entregó a su hermano -podría jurar que había dominado a Hikaru en todo momento- Lanzó una carcajada cuando el rubio aceptó su derrota ante sus propias ganas y le admiró rendido sobre su cama. Se veía tan diferente que parecía otra persona, pero entonces sintió como su senpai lo tomaba de la nuca, llevándolo a un beso que iba a suceder de todas formas
( ... )
*Casi desesperado por la falta de contacto, luego de tan fogoso e intenso beso, remuve un poco a su hermano para colocar mitad de su cuerpo sobre el de Tamaki, suspirando sobre su oreja y atacando a su cuello con lamidas y mordiscos leves sobre aquella delicada y fina piel. Deslizó su mano delineando los flancos que comenzaban a quedar al descubierto hasta llegar al pantalón, asomando los dedos por la hendidura de los mismos*
¿Así está bien, King?... tienes a tus hijos a tu propia disposición, tal y como debe ser.
*Continua besando su cuello e introduciendo la mano dentro de los pantalones hasta llegar al bulto prominente, jugando en su entrepierna*
*Antes de despojarse de los últimos rastros de verguenza, tiene la decencia de sonrojarse al escuchar los cumplidos de Kaoru y la propuesta indecente de Hikaru.* Mmm... si... muy bien.
*Arquea la espalda, acomodándose mejor sobre los cojines. Una de sus manos vuela a la cabeza de Kaoru, masajeando su nuca, bajando hasta su cuello, acariciándole tras las orejas. Suspira a cada mordisco que Hikaru le da, y deja salir un siseo ahogado cuando este responde metiéndole la mano en los pantalones. Se siente endurecer aún más ante los estímulos, y no puede evitar mover las caderas buscando fricción, abriendo más las piernas.
Ayuda a Kaoru a desabotonar la camisa, entorpeciendo un poco el trabajo, y cuando logran abrirla, le toma la mano y se mete uno de los dedos a la boca, pasándole los dientes con suavidad.*
*cerró los ojos un momento fugaz cuando sintió a King acicalarle en una caricia suave que le encantaba -puntos débiles que Hikaru conocía de memoria-. Rió ante la mezcla de dedos que se hicieron sobre la ropa, y tembló cuando sintió la húmeda boca de su señor rodear su índice, en una propuesta absolutamente erótica y fuera de todo protocolo. Por un instante quedó completamente perdido. ¿Darle placer a Tamaki o que Tamaki se lo diera a él? Ciertamente la muda petición de rubio gritaba lo segundo, pero tal era la desconcertación que no se atrevía a comenzar. Entonces solo se inclinó ante Suou, posó suaves besos de la frente a la mandíbula y luego susurró contra el lóbulo de su oreja*
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Con los ojos abiertos a máxima capacidad, y tan rápido como puede, se guarda en el pantalón (dejando el botón desabrochado por la prisa) y se tiende de lado tapando su erección con una pierna, fingiendo dormir por si los gemelos tuvieran la /genial/ ocurrencia de ir a ver que onda a su cama.*
"Ack! Bájate, bájate! ¿¡Por que?!"
*Se maldice por la pésima idea y ruega por que los muchachos no intenten ver si está o no. O porque finjan que no pasó. Lo que sea. No tiene ninguna excusa que justifique el haberles ejercido de voyeur en su 'tiempo de calidad'*
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*Kaoru cruza su miradas con su hermano. Es obvio lo que el otro quiere hacer, pero pareciera que quiere que lo comience él*
Hikaru... dudo que pueda sostenerme...
*Pero la mirada del otro no admite un 'no' como respuesta.
Con esfuerzo y tomando aire, el gemelo menor se endereza y lanza un gemido largo y profundo, que Hikaru le sigue, aunque están completamente separados.
El mayor comienza a masturbarse y gime suavemente, lo justo para oídos entrenados, mientras Kaoru va en silencio, hasta llegar a las cortinas y entrar en ellas, viendo el cuerpo de costado, y colocándose inmediatamente junto a él, abrazándole por la espalda*
...Senpai...
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*Voz somnolienta, sin moverse* Mmmh? *abre un ojo* Dime.
*El gemelo sigue excitado y es imposible no sentirlo detrás suyo. Todo su cuerpo le grita que haga algo, casi superado por las ganas de frotarse contra él. Lucha por mantener cierta compostura.*
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Tamaki-senpai también es humano... *su mano baja desde el hombro, sorteando el pecho y el estómago, hasta encontrarse con la grata sorpresa del boton abierto* ...y también necesita desahogarse de vez en cuando... *su mano lo toca por sobre la tela unos segundos y luego se interna en el pantalón, directo a la hombría del rubio*
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No se preocupe, Tamaki-senpai...*acercándose a sus labios, susurrando sobre ellos* nosotros estamos aquí ahora para que pueda desahogar sus ansias.
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*Cuando lo suelta, echa a reír, todavía algo avergonzado.* ¿Me rindo? *Se gira para quedar de espaldas sobre la cama, ladeando la cabeza lo suficiente para mirar a Kaoru, tomándole la nuca con una mano para acercarlo y besarle de un modo diferente, más pausado pero igualmente dominante.*
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¿Así está bien, King?... tienes a tus hijos a tu propia disposición, tal y como debe ser.
*Continua besando su cuello e introduciendo la mano dentro de los pantalones hasta llegar al bulto prominente, jugando en su entrepierna*
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*Arquea la espalda, acomodándose mejor sobre los cojines. Una de sus manos vuela a la cabeza de Kaoru, masajeando su nuca, bajando hasta su cuello, acariciándole tras las orejas. Suspira a cada mordisco que Hikaru le da, y deja salir un siseo ahogado cuando este responde metiéndole la mano en los pantalones. Se siente endurecer aún más ante los estímulos, y no puede evitar mover las caderas buscando fricción, abriendo más las piernas.
Ayuda a Kaoru a desabotonar la camisa, entorpeciendo un poco el trabajo, y cuando logran abrirla, le toma la mano y se mete uno de los dedos a la boca, pasándole los dientes con suavidad.*
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Por un instante quedó completamente perdido. ¿Darle placer a Tamaki o que Tamaki se lo diera a él? Ciertamente la muda petición de rubio gritaba lo segundo, pero tal era la desconcertación que no se atrevía a comenzar. Entonces solo se inclinó ante Suou, posó suaves besos de la frente a la mandíbula y luego susurró contra el lóbulo de su oreja*
¿King... quiere...?
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