Sheldon dice: la ley de la física habría desintegrado esa teoría, en caso de que pudiera existir...

Feb 25, 2010 00:44


Esta tarde me han pasado varias cosas, algunas malas y otras peores. Al volver a casa me he enterado que mi profesora de castellano del instituto, la mejor que he tenido nunca, falleció la pasada madrugada después de dos años de lucha contra el cáncer. Y no puedo asistir a su entierro porque estoy de trabajo hasta el cuello, y ahora vivo a 50 kilómetros de mi pueblo.

Además tengo un congreso hasta el viernes, al que no puedo faltar porque he pagado por dos créditos, que necesito más que existir, y no está la cosa como para que me los nieguen. Pero ganas de asistir, ninguna, pues nunca vi cosa alguna tan aburrida y estresante como escuchar hablar sobre dramaturgia en alemán, durante dos horas y media... con traductoras simultáneas que se atascan, obviamente, hasta que el que da la charla dice el verbo. (N/A: El alemán tiene una estructura en la que el verbo se dice al final, por lo que al escuchar uno se entera, pero si intenta traducir al tiempo que se habla, se puede morir)

Y al terminar el congreso, he pasado por FNAC para ver las novedades (Y de paso la reestructuración de espacio que han hecho, que ahora está todo mejor situado) y me he topado con cosas increíbles, que no me puedo comprar... y con cosas indignantes.

El año pasado empecé a leerme, en inglés, una serie de libros de dos autoras (madre e hija) sobre una escuela de Vampiros, convertidos con una marca en la frente. "The House of Night", ha sido tachada por todas mis amistades de "Kakabook", aun cuando me he esforzado por defender que me gusta su absurdo argumento y su lenguaje juvenil americano. A mí, especialmente, me resulta muy gracioso. No tiene lógica alguna, debido a la opinión que tras leerme la saga Crepúsculo y ver en lo que se ha convertido, tengo sobre la fiebre vampírica en la actualidad. Pero esta serie se salva, porque me hizo reír en cada una de sus páginas, y porque me llamó la atención cuando sólo era un libro nuevo que no habían puesto aún en la estantería. Pero es que la fama del vampireo se está llevando a límites increíbles: Medianoche, Vampire Kisses, Crónicas Vampíricas de J. Smith, Los vampiros de Morganville, Gothika... Y podría no parar...

Pero el que se ha llevado la palma, ha sido: "Ser yo es un asco" (original title: "Sucks to be me") y voy a dar motivos:
"Mis padres están tratando de arruinarme la vida. Oh, sí, sé que todos los adolescentes dicen eso, pero yo lo digo en serio. Quieren que esté muerta. O, mejor dicho, no-muerta.

Mis padres son vampiros. Algunas personas podrían creer que se trata de algo glamouroso, pero no estoy hablando de esos chupadores de sangre convertidos en algo romántico, como en las novelas en las que todo el mundo va por ahí vestido con camisas blancas de volantes y recitando poesía. No sé de dónde saca la gente cosas como esa. Nada podría estar más alejado de la realidad. Mi padre no podría recitar una nana aunque le pagaran. Le gusta ver el fútbol y la CNN. No sabría (ni le importaría) quién es Stephenie Meyer, ni aunque esta apareciera y le mordiera.

Por lo que a mí respecta, ser un vampiro es bastante aburrido. Mis padres tienen trabajos normales y tienen que pagar facturas y cosas así. No matan a personas o secuestran a delicadas y jóvenes doncellas para que se conviertan en sus esclavas. (Al menos estoy muy segura de que no lo hacen. Creo que lo habría notado si hubiera un puñado de cadáveres apilados en el sótano.)

Claro, pueden vivir toda la eternidad, pero ser un vampiro tiene un montón de inconvenientes. Como no poder volver a ir a la playa sin grandes cantidades de crema solar factor un millón o unas gafas de sol realmente oscuras porque tu piel se puede quemar a gran velocidad y tus magníficos ojos no pueden soportar la luz. Y siempre existe la presión de no permitir que los vecinos se enteren de nuestro pequeño secreto familiar.

Sin embargo, estoy acostumbrada a todo eso. Creo que nunca me había planteado en serio convertirme en vampiro. Hasta esta mañana. Como si no tuviera bastante ya con tener que preocuparme por el importante examen de química de hoy.

-Mina -dice Mamá-. Tenemos que hablar.

Si te lo estás preguntando, sí, me llamaron así por la chica de la novela Drácula de Bram Stoker. ¿Se puede ser más cutre? Es decir, ¿hola? Es obvio, ¿no?

-¿Podemos dejarlo para después de las clases? -murmuré mientras comía mi tostada. Cada vez que dice algo así sé que va a ser una conversación muy larga.

-No -dice Papá, e incluso deja de leer el periódico.

Oh-oh. Otro indicio de que estoy metida en un lío. Repaso mentalmente todo lo que podría haber hecho mal, pero no puedo pensar en nada que haya hecho recientemente, aparte de dejar en el fregadero los platos sucios del tentempié de medianoche.

-Hemos de hablar contigo sobre tu futuro -dice Mamá, al mismo tiempo que Papá dice:

-Tienes que tomar una decisión muy importante.

No sé qué contestar a eso, así que me limito a observarles. Es decir, ¿qué se puede contestar a eso? ¿Oh, qué bien?

Mamá me sonríe, nerviosa, y me da unas palmaditas en la mano como solía hacer cuando era pequeña.

-Hemos estado posponiéndolo durante mucho tiempo, quizás demasiado, pero ha llegado la hora de que elijas.

-¿El qué?

Papá coge el relevo.

-Si quieres convertirte en vampiro o no.

¿Qué? Casi me atraganto con la tostada.

-¿Tengo que decidir si quiero ser un vampiro? ¿Por qué? -Les estoy mirando de esa forma tan intensa, esa que por lo general hace que mi madre acabe por derrumbarse, pero hoy no. Parece un poco triste, pero se limita a asentir.

-Probablemente deberíamos haberte dicho algo antes, pero pensamos que podríamos conseguir que ellos retrasaran la fecha límite al menos hasta que acabaras la universidad.

-¿Ellos? ¿Ellos quién? -Mi gramática es horrible, pero no me importa. No es momento de preocuparse de algo así.

-El Consejo -aclara Papá-. El Consejo de los Vampiros de la Región del Noroeste. Debo de tener cara de no saber de lo que me están hablando, porque Mamá empieza a disculparse de nuevo.

-Lo siento mucho, cariño. Deberíamos haberte contado todas estas cosas. Tan solo queríamos que tuvieras una infancia lo más normal posible.

¿Perdón? Ni siquiera soy capaz de enumerar todas las cosas que no fueron normales en mi infancia, pero ahora no quiero entrar en ello. Esa es la clase de cosas por las que vas a terapia durante años, cosa que yo nunca haría. Probablemente cualquier terapeuta te encerraría tan pronto como empezaras a contarle que tus padres son vampiros.

-El Consejo ha decretado que debes tomar una decisión.

[...]

-¿Se puede saber por qué me contáis algo así justo antes de ir al instituto? ¿Por qué no podíais esperar un poco más?

Mamá le lanza una mirada furibunda a Papá, y éste se escuda de nuevo tras el periódico. Ella se lo vuelve a quitar. ¿A qué no adivináis quién lleva los colmillos en mi familia?

-Esto…, bueno, alguien podría estar aquí, esto…, de visita cuando vuelvas hoy del instituto. Y quizá no querrías mencionar cuánto tiempo hace que sabes que somos vampiros… -Vuelve a esconderse tras el periódico.

[...]

-¡Qué pasa! -me grita Serena mientras me subo a su destartalado Volkswagen Beetle. Es mi mejor amiga, a pesar de que utilice frases pasadas de moda constantemente.

-Nada.

Se dirige a la carretera, está a punto de atropellar al estúpido gato de la señora Finch y me mira con el ceño fruncido. Normalmente, eso hace que me parta de risa. Mirad, hace unos dos años Serena se metió en el mundo de lo gótico y, dejadme que os diga, no hay nada más divertido que cuando alguien que lleva pintalabios negro y esa gruesa capa de maquillaje blanco empieza a poner cara de payaso. No sé cómo puede tomarse todo eso en serio, pero ya he vivido todas sus fases, desde la de bailarina a la de pop-rock, así que imagino que también sobreviviré a esta.

[...]

"Nathan Able. El Nathan que es el culp-Able de que tu mundo se centre en él. El Nathan que es absolutamente bes-Able. Nathan, el chico más mono de todo el instituto, no, de toda la ciudad o quizá de todo el estado de California. Nathan, el chico por el que me siento atraída desde sexto grado..."

WTFYASVAWGITFWITFS!!!!!!**
(**what the fucking Yavé, Allah, Shibba, Vishnú and whichever God in the fucking world is this fucking shit)

¡¿Me ESTÁS diciendo que PERMITEN publicar esta MIERDA?! ¿DE VERDAD ESO HA PASADO POR LAS MANOS DE UN EDITOR QUE HA DECIDIDO DARLE EL VISTO BUENO? ¿RALMENTE HAY AUTORAS QUE DECIDEN SEGUIR LOS PASOS DE LA MODERNA TENDENCIA VAMPÍRICA... PARA ACABAR ESCRIBIENDO ESTA VERBORREA DE CUTRES INCOHERENCIAS? OS JURO QUE ME VUELVO LOCO, ¿EH?

Nunca creí que pudiese abrir un libro y sentir tantísimo asco, sólo con el primer capítulo. Increíble, pero cierto.

sangre, baúl de cosas inservibles, libros e inteligencia = hermione!, destrucción, muerte, vampiros de pacotilla

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