Título: Lobo vestido de felpa.
Autor:
todolujuriosoFandom/s: FMA/Gravitation
Claim: Envy/Ryuichi Sakuma
Tabla:
Títulos IIPrompt: 01 - “Grave peligro”
Nº de palabras: 480 app.
Advertencias: Yaoi, violencia.
Resumen: Centinela en la penumbra vigila a su presa.
Disclaimer: Ni Envy de Full Methal Alchemist ni Ryuichi Sakuma de Gravitation me pertenecen. No busco lucrar con esta historia, sólo ha sido realizada con el fin de entretenerme.
Notas: Primera vez que presento un relato de ellos dos como FanFic. Con este relato comienzo la Tabla de Títulos II espero no quedar en el camino y completarla!
Lobo vestido de felpa
Letárgicos movimientos que terminaban en nada, continuaba de esta manera el tranquilo descanso de la velada. Gozaba de sueños, encantadoras miradas, señoritas simpáticas rindiendo tributo a la estrella cercana, pues en concierto el hombre estaba.
Los dedos entorno al muñeco presionó arrastrándolo hasta el pecho, que buen consuelo del inanimado señor rosa, de quien orejas en felpa acariciaban los brazos desnudos, nudosas muñecas. Suspiró girando entre las sábanas.
El cabello descendió con cautela por la redondeada faz como beso del aire que surcaba la habitación, silencioso danzar de hebras castañas matices en oliva. Trémulos labios susurraron vocablos inteligibles a todo entendimiento.
- ¿A quién llamas? - preguntó suave, centinela que sólo la cabeza movió. Observaba así de cerca cuanto hiciera el que yacía junto a él, inspirado por el odio hacia quien se pavoneaba siendo débil, mortal confuso y ridiculizado; llevar siempre consigo al que pensaba único amigo, en realidad su más ferviente enemigo.
- Mhhm… - fue la simple respuesta del joven descansando sobre el lecho compartido quien acarició la barriga del compañero inactivo. Éste gruñó, sacudió las cortas extremidades en busca de libertad. Rencor vivo y profundo lo llevaron a dar una violenta mas suave patada al adyacente. Así fue como las falanges se desprendieron del cálido roedor en tonos rosa quien no perdió oportunidad para saltar de aquel cobijo en busca de un lugar más propicio.
- ¡Te detesto! - Escupió el pequeñuelo, morfología mutando a bestia sedienta de efluvio bermejo. No hubo respuesta, era obvio con una persona como esa; acercó sus pasos hasta el desfallecido sonriente mientras sus garras avecinaba al cuello extendido - No es extraño que el desvarío te lleve hasta donde se ha previsto - sobresaltados los orbes, entretenido mirándole, buscaba así la manera de exterminarle.
Azules bochas entonces se presentaron por entre la leve abertura de los párpados y una sonrisa singular, muda, libertina. Los dedos extendió a pesar de que intentaban asesinarle - Feliz mil veces - susurró y el rostro giró para no verle, los dígitos chocaron contra la lívida piel del perpetrador, halló la manera de cubrir sus labios con un dedo - ¿Quién te niega mi deceso? - melódico canturreo nuevamente.
¿Quería morir?, ¿o sólo era una treta?, ¿se estaba burlando de su presencia? Colérico presionó sus dedos entorno al cuello buscando el castañear de los huesos, su afán lo ofuscaba, lo cegaba. Azotó ese delgado cuerpo contra la muralla para verlo desplomarse en el suelo.
No hubo respuesta, ningún movimiento por parte del de corta melena; la guerra enmudeció, sólo los pasos del perpetrador. Junto al cuerpo doblado se detuvo y observó como de la nada una leve y quejumbrosa sonrisa sonaba - ¿Por qué la fatalidad aterra? - Oceánicos orbes claváronse en los violáceos - ¿Debo sentir miedo de mi acompañante? -.
Destino humano era perder de la cordura, buscaba así peligro inminente en el de cabellera en símil pigmentos con la suya.
♫ Luciferinos deseos ♫