FETICHES

Jun 05, 2010 13:12

 


FETICHES

Aquel día todo iba normal a sus trece años, se levantó de su cómoda cama, se acicaló con cuidado, le dio de comer a Adonis y salió de su dormitorio completamente lista para iniciar el día. Se encaminó hasta el gran comedor y conversó animadamente con Juliet -su amiga-, saludo a su hermana y sus amigas y continúo con su vida como si no hubiera otra cosa de qué preocuparse.

Desde que Potter había sido escogido como el cuarto campeón -cosa que realmente no sorprendía a nadie. Lo sorprendente hubiese sido que no saliera- las cosas de Slytherin iban de mejor a increíble, todos disfrutaban molestando al ahora Gryffindor abandonado y nadie podía decirles nada porque hasta los Hufflepuff llevaban los hermosos botones que Draco le hizo a Potter con mucho cariño, Astoria llevaba dos: Uno en su túnica, otro enganchado en su bolso. Era sorprendente lo que el odio podía hacer en una persona, y Astoria realmente creía que Draco tenía una imaginación inigualable.

Se dirigió a Cuidado de Criaturas mágicas con algo de inapetencia esperó a que Juliet y Clarice estuvieran listas para poder encaminarse donde el semigigante y bruto de Hagrid les enseñaría a cuidar porquerías que explotaran y no tenían ningún bien productivo. Ella realmente pensaba en que de preferencia, vieran Unicornios o algo más entendible al ojo mágico.

Fue cuando iban saliendo por unas de los tantos pasillos de Hogwarts cuando un aglomerado grupo de muchachos se unió a gritar indecencias a Potter, lo cual lo aludió a que el chico estaba allí, en territorio enemigo, quizás haciendo qué zalamería, caminó a pasos presuroso donde vio el cabello característico de Draco -nadie podía evitar pensar que aquel hermoso cabello era atractivo-, hasta le hizo recordar a Adonis, su hermosa mascota con pelo albino y rojos ojos que lo único que quería era un poco de amor, amor que Astoria estaba dispuesta a darle.

Y de la nada, después de que Draco sacara de las casillas a Potter diciéndole qué cosa, el profesor de DCAO -escalofriante profesos de Defensas- salió de la nada espetándole un par de cosas al hermoso rubio y con una floritura en su varita lo convirtió en un hurón.

Astoria nunca había estado tan sorprendida.

¡¡Era como ver a Adonis pero mucho más hermoso!! Oh por Salazar.

Con esas manitas rosadas y pequeñas, la forma alargada de su hocico, cómo saltaba desesperado y después algo pasaba y se metía en los pantalones del idiota de su amigo, esas pequeñas orejitas que querían ser acariciadas, aquel pelaje fino y albino -incluso mucho más que los hurones albinos-, como su cuerpo se movía e incitaba a moverse con él. Astoria ahogó un jadeo.

Draco hacía mejor hurón que su precioso Adonis, y definitivamente comprendió lo que tenía que hacer de ahora en adelante.

Y Astoria se enamoró de Draco, pensando en que pronto sería la señora de Hurón y tendrían futuros huroncitos.


(!) actualizacion, pers: draco malfoy, dracothon

Previous post Next post
Up