TÍTULO: Secretos
FANDOM: X-Men (comicverso)
PAREJA: Emma Frost/Raven Darkholme (Mística), Raven/Irene (Destino)
SPOILERS: todo el asunto de Foxx.
NOTAS: estoy bastante desconectada de X-Men, así que esto es un salto al vacío de la falta argumental y el OoC. Also, me he pasado por el forro la prompt de
mina_lovette, sorry xD
La princesa de diamante, en una torre inalcanzable. En el fondo Raven siempre ha sido una romántica, o eso solía asegurar Irene.
Irene.
Cuando era joven, lacios cabellos rubios, acariciando sus hombros. Raven solía llevar disfraces por aquel entonces, incluso en la intimidad. Era todo un juego, en realidad. Incluso cuando sabía que Irene no quería eso, que la quería a ella. A la real, y no a la máscara. Pero Raven nunca ha sido muy proclive a contentar los deseos del resto. Irene fue una excepción, no obstante.
Ahora juguetea con los cabellos de Emma sobre su abdomen. Sin disfraces esta vez, y resulta curioso. Que Emma sea la que la exponga, toda esa fachada estúpida e infantiloide de Foxx que trataba de mantener. Y para qué. Un intento desesperado de recuperar algo parecido a una familia que tuvo una vez. Y ahora esto. Un desesperado intento de encontrar algo semejante a Irene sólo en superficie. Uno de encontrarse a sí misma en un espejo roto.
Emma y ella no son tan diferentes. Ambas han buscado redención en algún momento, ninguna está segura de que sea lo correcto de buscar al fin y al cabo. Raven se convenció hace tiempo de que no era perdón lo que quería, y realmente no le importa lo que Emma busque. Pero son similares, al fin y al cabo. Ambas engañando, ambas escondiendo sus verdaderas intenciones.
Es parte de lo que lleva a Raven a buscarla, a desabrochar cada botón de su camisa esa noche mientras lame su cuello. La piel blanca e inmaculada, esa compostura impasible y actitud soberbia aún cuando se muerden juguetonas, aun cuando tratan de arañarse y hacerse gritar. El mejor ejemplo de que la superficie no es algo de lo que fiarse. Raven es prueba viviente de ello, después de todo.
-Esto no sale de aquí -murmura, las sílabas se mezclan en un forzado acento británico.
Raven sonríe inocente, el cabello rojo cae en cascada sobre su rostro, se pregunta qué querrá Emma. De verdad. Porque no es a ella, piel azulada y ojos amarillos. No tendría por qué cerrar los ojos para imaginar, podría tenerlo aquí, ahora. Físico, casi real.
Tampoco menciona que no tendría por qué advertirla, simplemente chasquear los dedos y borrar este pequeño encuentro de su memoria. Pero Emma es demasiado digna para eso, e incluso en este tono de advertencia Raven encuentra un deje de diversión. Seguridad de que no hablará.
No pasa nada, será su pequeño secreto.