(no subject)
Emily Prentiss/Jordan Todd;
Mentes Criminales; PG-13;
spoilers sobre el personaje, pero no específicos de ningún capítulo
-si es que ya tardaba el femmeslash XD-
-Yo nunca hago esto.
Emily quiere levantarse, quiere hacerse un té y meditar detenidamente sobre esta noche. A solas, probablemente. Preferentemente. Y Jordan continúa sentada contra el cabecero de la cama, con la almohada entre los brazos y continúa negando con la cabeza.
-Es altamente... Es... Esto no es nada profesional.
“Jordan...” murmura, y no es un tono que denote advertencia. Es sólo un vocativo cansado, porque Emily está fuera de su ambiente, no tiene ni idea de lo que debe hacer, decir.
Jordan se muerde el interior de la mejilla, mirada baja y apartándose mechones de pelo del rostro. Emily observa en silencio durante un momento, sin poder evitar una pequeña sonrisa exhausta que Jordan no ve. Respira hondo y se acerca unos centímetros, haciendo crujir el colchón bajo su peso. La piel de Jordan está caliente, familiar e increíblemente suave cuando le retira el pelo del cuello, rozando la tez oscura con los nudillos. Le besa el hombro, sólo un beso corto y seco, que hace que Jordan deje de murmurar y gire el rostro hacia ella. “¿Podemos hablar de esto mañana?” pregunta Emily. “Con café. ¿Tostadas?”
Jordan esboza una sonrisa que casi roza la timidez. Y Emily puede verlo, ese brillo asustadizo en sus ojos, la tensión con la que sus manos agarran la almohada. El esto es nuevo, es tan nuevo, tan complicado, que asusta. Así que Emily se inclina para un beso suave en los labios, desenganchando la almohada de las manos agarrotadas. “¿Mañana?” repite contra sus labios.
-Mañana.
Emily se tumba de nuevo, coloca la almohada con una mano y espera pacientemente unos segundos, hasta que Jordan se sube las sábanas hasta el cuello y se desliza por el colchón. Se amolda poco a poco, contra el pecho de Emily, que apoya la frente contra su hombro y deja descansar una mano en su cintura. Respira pesadamente, pensando que quizá esto debería resultarle más extraño de lo que en realidad es.
Pero, bueno. Mañana.
Mentes Criminales; PG-13;
spoilers sobre el personaje, pero no específicos de ningún capítulo
-si es que ya tardaba el femmeslash XD-
-Yo nunca hago esto.
Emily quiere levantarse, quiere hacerse un té y meditar detenidamente sobre esta noche. A solas, probablemente. Preferentemente. Y Jordan continúa sentada contra el cabecero de la cama, con la almohada entre los brazos y continúa negando con la cabeza.
-Es altamente... Es... Esto no es nada profesional.
“Jordan...” murmura, y no es un tono que denote advertencia. Es sólo un vocativo cansado, porque Emily está fuera de su ambiente, no tiene ni idea de lo que debe hacer, decir.
Jordan se muerde el interior de la mejilla, mirada baja y apartándose mechones de pelo del rostro. Emily observa en silencio durante un momento, sin poder evitar una pequeña sonrisa exhausta que Jordan no ve. Respira hondo y se acerca unos centímetros, haciendo crujir el colchón bajo su peso. La piel de Jordan está caliente, familiar e increíblemente suave cuando le retira el pelo del cuello, rozando la tez oscura con los nudillos. Le besa el hombro, sólo un beso corto y seco, que hace que Jordan deje de murmurar y gire el rostro hacia ella. “¿Podemos hablar de esto mañana?” pregunta Emily. “Con café. ¿Tostadas?”
Jordan esboza una sonrisa que casi roza la timidez. Y Emily puede verlo, ese brillo asustadizo en sus ojos, la tensión con la que sus manos agarran la almohada. El esto es nuevo, es tan nuevo, tan complicado, que asusta. Así que Emily se inclina para un beso suave en los labios, desenganchando la almohada de las manos agarrotadas. “¿Mañana?” repite contra sus labios.
-Mañana.
Emily se tumba de nuevo, coloca la almohada con una mano y espera pacientemente unos segundos, hasta que Jordan se sube las sábanas hasta el cuello y se desliza por el colchón. Se amolda poco a poco, contra el pecho de Emily, que apoya la frente contra su hombro y deja descansar una mano en su cintura. Respira pesadamente, pensando que quizá esto debería resultarle más extraño de lo que en realidad es.
Pero, bueno. Mañana.