Fandom: Heroes
Pareja: Peter/Mohinder
Spoilers: ninguno. Posiblemente inespecífico de Molly, pero bleh.
Notas:
jandred estaba depre, y me dio como prompt "champagne", y salió esto, que es un poco mi estado mental ahora mismo (poco lúcido, y eso), que espero que le guste :P
Tienen las piernas enredadas antes de poder darse cuenta, y quizá son las tres o cuatro copas de más, pero a Mohinder no le importa lo más mínimo. Diferente, quizá, pero no malo. Caliente, de hecho. Cómodo. Peter se ha quitado los zapatos y tiene los tobillos fríos contra ese trozo en el que la pernera de los pantalones se levanta, un par de centímetros, sólo, por encima de los calcetines.
El aliento de Peter huele a sidra, y a Mohinder le gusta. Ese aroma a alcohol y manzana y agridulce, y no se fija en que respiran demasiado cerca, pero se fija en que Peter le llama para celebrar Nochevieja y Año Nuevo un día más tarde de lo que debería, y que el dos de Enero de repente es como, lo mejor que le ha pasado en mucho, mucho tiempo.
Pero, de nuevo, probablemente las copas de más.
Y tiembla.
Peter se ríe a su lado, casi contra su mejilla. "¿Tienes frío?" y se inclina sobre el sofá (sobre él. No es que Mohinder piense en esos términos, pero la logística es la logística) y agarra una manta. No se le ocurre que quizá podría haberle dicho dónde estaba, que Mohinder habría llegado más fácilmente, pero tampoco se queja. Se la deja en el regazo, y las luces del árbol de Navidad continúan parpadeando, de manera hipnótica. No, casi epiléptica. Casi le hace gracia, el pensamiento, y su copa de sidra lleva tres minutos vacía. Tiene la garganta seca, ardiendo a bajo nivel.
Cuando Peter coge la botella de champagne, ni siquiera rechista. Aunque sí pega un salto, en el sofá, cuando el tapón sale disparado y Peter se derrama todo el líquido sobre las manos.
Se ríe, no le queda otro remedio. Y una vez empieza, ya no puede parar, y tampoco Peter. La historia de su vida, haciendo cosas que no puede explicar, siguiendo los pasos de otros. Y bebiendo más de la cuenta, como un adulto y guardián legal responsable.
No, ese pensamiento no iba ahí.
Da igual. Continúa riéndose, y Peter deja la botella sobre la mesa. Manos, dedos pegajosos, y mancha el sofá, pero parece que le da igual. "Mierda," dice, y hay una carcajada diminuta, como si reírse no fuera lo apropiado. "Siempre me pasa igual," murmura.
Y Mohinder se inclina un poco hacia delante. "Yo no bebo champagne," porque el sabor es amargo, como una película de Lars Von Triers a la que han puesto por las nubes y tú no consigues más que un regusto que tiende a dulce, pero al final es insípido. Pero lo haces, de todas formas, que es la razón por la que tiene la mano de Peter entre los dedos, y los labios sobre la piel. Rozando y saboreando, notando la manera en la que la respiración de Peter aumenta de velocidad cuando su lengua roza los nudillos manchados de alcohol.
Hace cosquillas, le oye decir, o a lo mejor se lo imagina. No lo sabe, todo está un poco brillante, un poco desenfocado. Todo está un poco mejor de lo que está seguro debería. Le recorre los labios con el pulgar, y sabe amargo, y diferente, cuando entreabre los labios, tantea la yema con la lengua.
Y luego se aparta. "Mmm," parece que se ha dado cuenta de algo, aunque no recuerda qué es. Probablemente, ni ha hecho esas conexiones mentales aún, pero está cerca.
- ¿Qué?
Peter tiene la cabeza ladeada, y las mejillas algo rojas, como si se avergonzase de algo, aunque no parece que se avergüence de nada. Quizá él también debería avergonzarse. Posiblemente.
Se encoge de hombros. "Creo que le acabo de coger el gusto al champagne," dice, antes de empezar a reír de nuevo. Y Peter le pega en el hombro, con una mano pegajosa de alcohol y saliva.
Y, cuando se besan... Cuando se besan sabe a manzana, y está bien. Ahí es donde debería empezar el año.