Disfraz

Jan 21, 2008 16:52

Well, he aquí el décimo. Para inspirarme en algo, le pregunté a Chei Che de qué podría escribir, y me dijo que sería interesante ver a Albus desde el punto de vista de James. No sé si lo habré logrado bien -falta mucho por decir-, pero he aquí lo que salió ayer -hoy, mejor dicho- a las 4 am xD

... quiero a Zach, quiero escribir de Zach, Zach! ._.

Fandom: Harry Potter.
Claim: Albus Severus Potter.
Tema: #28 - Disfraz.

James está en el aire. Siente el viento en su cara mientras se lanza a toda velocidad hacia la derecha. El cazador de Slytherin se lanza tras él, creyendo que su contrincante ha visto la snitch, pero se da cuenta algo tarde que no es así, y casi se estrella contra las gradas luego de que el Gryffindor se desviase al último momento. El buscador de Slytherin maldice, mientras James se burla de él a sus espaldas y vuelve a alzar el vuelo. Se queda un rato en el aire para tener una vista panorámica, mientras Alyssa Thomas, cazadora de Slytherin, pasa hecha un bólido a su izquierda, rozándole la túnica.

Recorre con los ojos el campo y las gradas, buscando el rastro de la pelota dorada… y sus ojos dan con una mata de cabello negro, entre la multitud verde. Su hermano, Albus, lo está mirando. Sabe que debe alentar a su equipo, pero se permite darle una mirada de apoyo a su hermano. James sonríe, y evita hacerle una seña para agradecerle. Albus debe apoyar a Slytherin, y lo sabe.

Lo que no sabe es que el buscador de Slytherin está hablando con uno de los golpeadores de su equipo, Nathaniel Nott.  James Potter se ha ganado muchos enemigos por su personalidad fanfarrona, y lo peor que pudo hacer fue burlarse del buscador, cabecilla de Slytherin, de tercer curso.

Algo tarde se da cuenta James de que han conspirado contra él, y sólo cae en la cuenta de lo sucedido cuando la bludger, aparentemente dirigida a uno de los cazadores que estaba a su lado, choca contra su espalda, produciendo un feo sonido de huesos rotos y un dolor que recorre toda su espina dorsal. Soltando las manos de la escoba, debido al dolor, comienza a caer sin darse cuenta de lo que sucede… sólo cuando aterriza suavemente en la hierba recuerda que lo acaban de golpear, y que tiene la espalda completamente rota.

Comienza a abrir los ojos, mientras ve cómo una multitud de gente se acerca corriendo. Sus ojos vagan por la multitud, hasta dar con la mata de cabello negro y ojos verdes de Albus.

Albus. Su hermano menor, el introvertido, el Slytherin, y aún así, el favorito de su padre. Albus, el amigo de un Malfoy y un Smith, apellidos de renombre en la comunidad mágica. Albus, el ingenuo, el que siempre le sigue el juego, el que le cree todo lo que dice, a pesar de haber sido engañado antes. Albus, la serpiente sigilosa, y James, el gran león que siempre intenta llamar la atención. Porque James intenta llamar la atención para ser querido, para que su padre lo quiera de la misma manera que quiere a Albus.

Ese chico que lo mira es Albus, y él es James. Son tan diferentes el uno del otro, piensa, mientras sus ojos entrecerrados siguen mirando los dos puntos verdes que son los ojos de su hermano. ¿Qué pensará Albus de él? ¿Qué es genial, que es un idiota, que es nadie? Lo que más le hubiese dolido hubiese sido la tercera opción -no hay nada que James odie más que la indiferencia-, pero no puede evitar pensar que Albus lo considera un tarado. Aún así, debe dar el ejemplo.

-          ¡Potter! - exclama Neville, palmeándole suavemente en el rostro - ¿estás bien? ¿me oyes?

James abre lentamente los ojos. Albus lo mira, y no puede ser menos.

-          Estoy bien, profesor - miente.

Sus huesos le duelen y siente que su cuerpo va a estallar, pero se sienta lentamente en la hierba.

-          Vamos, el profesor Longbottom te llevará a la enfermería - le dice McGonagall.

-          No hay necesidad, puedo solo - dice James, levantándose, ante el murmullo de todos sus compañeros.

Es mentira, no puede solo, está que se derrumba, pero sus compañeros miran, sus primos lo miran, y sobre todo, su hermano lo mira. Y él debe ser fuerte, porque su hermano lo conoce así, Albus lo conoce con su carácter firme y decidido, Albus sabe que un golpe así no es suficiente para derrotarlo, y aunque en realidad sabe que sí es suficiente, no puede desmoronarse ante él. Porque tiene que mantener la imagen que el pequeño Albus tiene de él.

-          Neville, llévalo a la enfermería - dice McGonagall.

James le dirige una última mirada al pequeño Potter, y este lo mira a su vez perplejo. Luego se da vuelta y comienza a caminar en dirección al castillo. Neville va con él e intenta servirle de punto de apoyo, pero James se niega una, dos, tres veces, apretando los dientes con cada paso que da, pero esbozando una sonrisa, porque sabe que él lo vio, que lo vio caminar aún después del duro golpe. Neville no insiste más, porque aunque James no lo crea, se parece mucho a Harry, y jamás aceptará la ayuda si tiene la firme determinación de no hacerlo. James le agradece con una mirada.

Una vez ha llegado a la enfermería, deja que las lágrimas de dolor resbalen por su rostro. Pero para cuando llega Albus corriendo a verlo, aquellas lágrimas se han esfumado, dando paso a una sonrisa burlona y tranquilizadora.
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