Título: Cartas para Jongin
Autor:
stellasometimesPareja: Kyungsoo+Jongin (KaiSoo)
Género: AU, romance, fluff, school life.
Palabras: 2.600 ~
n/a: Hola ~ puede que esto sea lo más gay que lean por parte de mí. Esto, más que un oneshot, es una selección de drabbles, las cuales son cartas de Kyungsoo para Jongin. Espero lo disfruten, disculpen los errores ortografícos, y les digo de inmediato que el primera persona no es lo mío ;-;
Resumen: Seis formas en la que Kyungsoo busca declararse a Jongin, pero que por cosas del destino jamás se logran concretar.
Cartas para Jongin
I. Luminoso | 378 palabras
La primera vez que te vi entrar por aquella puerta no pude evitar odiarte un poco. No entendía muy bien la mecánica del “primer amor”, pero tu rostro nervioso y esa sonrisa distraída me provocaron sensaciones que jamás había sentido, estabas parado al frente de la clase con tu semblante tranquilo, como si ser el nuevo estudiante a mitad del segundo semestre no fuera algo sumamente extraño. Te veías tan confiado, tan sincero y brillante.
Cuando te presentaste algo pasó por mi cabeza, fue tu nombre, la forma en que deletreabas suavemente Jongin como si fuera un nombre jamás escuchado. Mis compañeros se rieron por tu broma, yo sólo me quedé en silencio y te quedé mirando como si fueras un bicho raro. Lo eras, en todos los sentidos posibles eras un ser tan extraño que me provocabas rechazo.
Luego el señor Lee te señaló el puesto que estaba a mi lado para que tomaras asiento y me pidió que cuidara de ti, como si fueras un niño pequeño que necesitara ayuda. Yo alcé una ceja reacio a darte una bienvenida- ¿acaso no había otro puesto en el que te pudieras sentar?-, y tú sonreíste con egocentrismo, al parecer te causó gracia que no quisiera cuidar de ti.
-Espero podamos llevarnos bien-. Dijiste, dibujando una sonrisa y entregándome una pequeña reverencia. - ¿Cómo te llamas?
Lucias interesado en saber mi nombre, pero yo no tenía ánimos de hablar contigo, ni de que supieras quién era o cómo me llamaba. No quería nada tuyo.
-Do Kyungsoo-dije murmurando-, presta atención a la clase.
Enfoqué mi vista hacia el pizarrón y en el señor Lee, que estaba empezando la clase de matemáticas. Decidí ignorarte, preferí obviar la picazón que tenía en los dedos, las náuseas que sentía cuando recordaba tu cabello despeinado color azabache y tu sonrisa brillante, el revoltijo de entrañas que provocaste cuando susurraste para ti mismo mi nombre, como si fuera una clase de frase mágica.
Me sentí derrotado. Ganaste tan rápido, te apoderaste de mi organismo tan facilmente que apenas podía recordar por qué te odiaba tanto.
Te odie porque brillaste sin querer, porque eras diferente, me hiciste sentir diferente, y eso no te lo podía perdonar tan rápido.
¿Me gustas Kim Jongin?
Junio 13.
II. Mírame | 472 palabras
Hoy llevabas un corte de cabello nuevo. Te veías bien, demasiado bien. Siempre he querido preguntarte por qué todas las mañanas llegas a dormir a la primera clase y no prestas atención ¿No dormiste bien? ¿Anoche pasó algo malo? ¿Tienes una mala situación familiar?
Luces cansado, y me causa un poco de tristeza, no te mentiré. Pero luego te veo sonreír tan resplandeciente, tan sincero, y recuerdo de a poco a ese Jongin que me hace retorcerme por su simpleza. Eres como el sol de Julio, tan reluciente y cálido que a todos les agradas, tan sencillo y dulce, empalagoso. Me gustas por eso, porque no tienes que ver con cosas sombrías, como yo; tú eres el sol de verano y yo la lluvia de invierno, totalmente contrarios.
La clase de deporte es entretenida contigo al lado, porque siempre me dices que soy un hyung que juega bien. Eres un mentiroso, pero me divierten tus mentiras, y que intentes llevarte bien conmigo. Soy un desastre, pero tú haces todo tan sencillo.
Baekhyun dice que estoy enamorado-y que tengo algún tipo de obsesión con tu sonrisa-, yo creo que siento un poco de admiración hacia ti. ¿Por qué eres tan perfecto? Si tan sólo pudiera encontrar algún tipo de defecto en ti que quitara este peso sobre mis hombros. ¡Hasta tú sonrisa exagerada y estrepitosa es encantadora! ¿Por qué no puedo odiarte como odie a Chanyeol cuando se río de mí cuando me caí en 6to grado? ¿Quién eres para hacerme sentir así?
Lucias perfecto haciendo canastas en baloncesto, y cuando dijiste que yo era el mejor de la clase me sentí extraño… ¿Yo bueno en algo? Kim Jongin por qué eres un mentiroso tan lindo…
- ¿Mañana tienes ensayo del coro?-preguntaste. Te estabas sacando la remera sudada en frente de mí, tan despreocupado como siempre y yo fingí no observar tu cuerpo. Fingí que no estaba emocionado porque me hablabas a mí, y no quise sacar a relucir esa sonrisa perfecta que había ensayado para ti en la casa. Sólo para ti…
-Sí… el jueves es la presentación y tenemos mucho que ensayar.
- ¡Entonces los iré a ver!-dijiste alegre-El club de futbol no tiene nada ese día. Estarás genial, de seguro.
Llegue a la casa a escribir esta carta porque estoy un poco emocionado. Sólo un poco. ¿Te fijaras en mí, Jongin? Es lo primero que pienso. Pero claro que no será así, porque estará Baekhyun, Jongdae y Luhan hyung en la presentación, y ellos son mejores que yo.
Creo que me gustas, Jongin. Ojalá me mirarás a mí.
Pd: Perdón lo cursi. Aunque jamás leerás esto, te pido disculpas por tantos clichés.
PD: Anoche pensé en dejarte las cartas en el casillero ¿qué tonto, no?
Agosto 24
III. Miedo | 572 palabras
¿Sabes Jongin? Creo que nunca te podré decir cuánto me gustas. Al menos no cara a cara. Jongdae dice que no hay nada de malo en decirte mis sentimientos y cuán atraído estoy por ti. Yo tampoco creo que sea algo malo, la verdad. Pero tengo miedo… tanto miedo que no te imaginas.
Y no es que tema de ti, ni de tu sonrisa, ni de lo que provocas en mí. De hecho, si me preguntaras -si alguna vez leyeras esto, claro-por cómo me siento con respecto a ti, te podría decir que he llegado a tenerle cariño a esos sonrojos tontos que me provocas. Le tengo un poco de afecto a los temblores en las manos, a cuando me miras y me dices que hoy me ha salido muy bien el ensayo. Porque siempre estás metido en los ensayos y me molesto cuando no estás ¿lo sabias? Me pongo triste, y es estúpido, porque tú lo haces porque eres una muy buena persona, y tienes bondad en el corazón, no por mí.
Anoche estaba cenando con mis padres, como siempre, la verdad. Estábamos los tres y mamá hablaba de un show que había visto la noche anterior, donde un chico le confesaba su amor a otro chico de su clase. Mamá decía que fue muy emocionante y que lloró. Papá en cambio dijo que era asqueroso, que “cómo en este país se permitía mostrar algo así en la televisión”. Me reí.
¿Entiendes mi temor ahora, Jongin? Eres un chico. El más hermoso que he conocido en toda mi vida, la única persona que ha logrado sacar una de mis pocas sonrisas sinceras. Pero lamentablemente eres un problema en todo lo que va del dilema; eres un chico y yo también. Me gustas y papá te odia sin antes conocerte ¿Sabes por qué? Sí, porque eres un chico.
Miro el mensaje que me mandaste ayer diciendo que no entendías nada de la clase de inglés y que necesitas de mi ayuda, levanto la mirada a ver tú foto y me duele un poco el corazón -literalmente-, porque sales con esa sonrisa tonta e infantil que me hace replantearme tantas cosas.
¿Por qué no fuiste una chica, Jongin? De cintura menuda y con lindas piernas, de cabello largo y con algo distinto a mí entre tus piernas. Todo sería más sencillo si fueras una chica… Pero luego vuelvo a mirar esa foto tuya, tan masculina que tienes puesta en el chat y pienso en lo feliz que me haces al ser un chico, o más bien, que seas tal cual eres. Agradezco a la genética de que no naciste distinto, porque así me gustas.
No me gustan todos los chicos, sólo me gusta Kim Jongin. Lo siento, papá.
Pienso en este miedo que tengo al rechazo, pienso en ti diciéndome que somos una buena dupla y unos geniales amigos, pienso en tu mirada perdida aquel día de lluvia inesperado de primavera en que me dejaste tu chaqueta para que no me mojara mientras salías corriendo para que no te devolviera la prenda. Pienso en tantas cosas que dices y que haces, y sólo concluyo que no te entiendo para nada.
Perdóname por ser un desviado, por fijarme en un chico como tú, por ser un estorbo. ¿Si te dijera cuánto me gustas, qué harías? ¿Correrías o primero me dirías por qué no podemos estar juntos?
Estoy un poco desesperado, sabes.
Octubre 16
IV. Envidia | 523 palabras
A veces me cuesta entenderme a mí mismo, a mí organismo cuando alguna extremidad de mi cuerpo entra en contacto con tu piel y se comienza a descontrolar. Y a ti mucho menos. Definitivamente no puedo comprenderte, Jongin. Eres todo un dilema ¿sabes? Te gusta confundirme, al parecer.
Ayer me dijiste que estabas triste, porque la persona que te gustaba al parecer no estaba interesada en ti. Dijiste que era de la escuela, de nuestro grado, yo no supe qué decirte. No me esperaba una confesión así, la verdad, generalmente me hablas de otras cosas.
-Ha de ser una chica muy tonta para no quererte, Jongin. -Te dije y me miraste con ojos burlones, como si te hubiera contado el mejor chiste de la historia. Y tú sabes que no cuento chistes, o al menos no frente a ti. Porque soy tan inútil a tu lado que sólo puedo recalcarte lo idiota que eres a veces y te golpeo en el brazo con mi mayor fuerza porque me haces enfadar, te encanta hacerme enojar ¿Por qué?- Yo creo que no has sido claro con ella.
-Le hablo siempre por chat, y le digo que estoy mal en clases para llamar su atención. Pero me ignora.
-Todas sabemos que te va mal en clases, Jongin. -Me reí y tú pusiste un rostro serio. Me sorprendí, te veías demasiado guapo.
-Sólo tú, no seas así-tocaste mi nariz con tu dedo índice y volviste a sonreír. Me sentí tan bien, no te imaginas-. Pero es complicado, Soo. No es tan sencillo como se cree ¿me entiendes? Es decir…
Creo que me estoy haciendo adicto a ti, a tu compañía y a tus ojos fijos en mis labios. No quiero compartirte, tampoco quiero entender por qué es tan complicado. Pero sí, te entiendo, muchísimo.
No quisiste hablar más del tema, me sentí aliviado. No me preguntaste si me gustaba alguien, y fue una buena elección, si lo hubieras hecho en mi momento de debilidad, con tus ojos puestos sólo en mí y en tus dedos acariciando el puente de mi nariz, te aseguro que ya no seriamos esos grandes amigos que todo el mundo dice.
¿Debí decirte que me gustas? Creo que estás curioso, porque así son los amigos, siempre se preocupan por ellos. Pero tú no eres solo mi amigo Jongin, y duele un poco.
Quedan algunos exámenes por presentar y la temporada escolar ya está por terminar. No te veré por casi dos meses, tú irás a quizá donde con tu familia y yo iré a donde la abuela Do de vacaciones de invierno como todos los años. Te veré el otro año, en el inicio de clases, te verás esplendoroso con tu uniforme de secundaria y yo quizá me sonroje por sólo verte-lo detesto, pero eres demasiado, Jongin- seremos los mismos amigos de siempre, me contaras cómo estuvieron tus vacaciones y si pudiste declararte a esa chica o no, o si conseguiste una linda novia en tu tiempo libre.
Todo seguirá igual.
PD: ¿Sabes? Envidio un poco a esa chica.
PD: Perdón por ser demasiado cobarde, pero no quiero perderte.
Noviembre 14
V. Final | 342 palabras
Tú casa es realmente reconfortante. Te agradezco la invitación, en serio, no sabes cuánto lo hago. Aunque fue sólo para enseñarte un poco de inglés. Eres tan sencillo y resplandeciente ¿te lo he dicho con anterioridad, cierto?, bueno, es lo que más me gusta de ti. Me gusta cómo me miras con esa sinceridad en los ojos y sonríes sin siquiera mover los labios, se ha vuelto una obsesión fijarme en tu mirada, en tus movimientos poco sincronizados.
Me sentí un poco avergonzado al principio, tú madre es una persona genial, muy cálida, como tú. Me hubiera gustado poder conocer a tu padre, se nota, por como hablas de él, que lo respetas mucho.
¿Te han dicho que eres un desastre con el orden? Pues lo eres, y es encantador. Porque en el fondo eres un niño, y eso me agrada muchísimo (como todo lo que proviene de ti, lamentablemente).
Te confieso algo, cuando fuiste por la cena inspeccione un poco tu alcoba. Lo sé, no debí hacerlo, pero sentí la necesidad de averiguar un poco más de ti.
Deje algo en tú libro de historia, es un pequeño papel, un post-it verde donde sale una frase cursi que no puedo decirte en voz alta. Lo deje ahí porque sé que no lo leerás hasta el próximo año, ya que aprobaste Historia sin mucho problema.
Lo de ayer fue un error Jongin, ¿Cierto? No quisiste besarme mientras te reprimía por tu fea caligrafía. Y cuando me miraste y viste que estaba balbuceando por la sorpresa, también fue un error decirme que fue sólo un impulso.
Y si te preguntas si escuché cuándo gritaste mi nombre tras la escalera mientras me perseguías, sí, lo hice. Y perdón por no devolverme a besarte nuevamente y colgarme de tu cuello y decirte lo mucho que me gustas. Pero tuve miedo Jongin…
Aún lo tengo.
PD: Soy un tonto
PD: Tus labios son tan suaves
PD: Me encanta tu pijama con cachorros.
PD: Mañana te dejaré todas las cartas en el casillero, te lo juro.
Diciembre 1
VI. Sueños | 456 palabras
Te he escrito cinco cartas y en cada una describo lo mucho que me gustas. Las escribí con el fin de desahogarme y de no sufrir este unilateral amor en silencio. ¿Te das cuenta que soy un tonto? Pues tendrás que acostumbrarte…
Jamás creí en las promesas de amor, o en éste último como tal. Pero ahora estas aquí, afuera de mi casa, esperando que mi madre abra la puerta y le sonríes de manera casual, como siempre. Entras a la casa y subes rápidamente las escalas, te siento impaciente y tus pasos retumban por la madera. Estás tan ansioso.
Tocas la puerta, a pesar de que te carcomen los nervios, y yo te digo que pases, que no hay problema. Entras y me miras a los ojos, te quedas en silencio por varios segundos, y yo no puedo más de los nervios; luces tan sorprendido y radiante, pareces feliz.
Te acercas, colocas las cartas al frente de mis ojos y me preguntas si es verdad que me gustas, que ere mi sol de julio, que desde cuándo me gusta tanto el cliché. Me río, tú también y colocas esa boba cara de que estás contento de que sea verdad y de a poco todo empieza a encajar.
No hay más preguntas, porque te pido disculpas por ser un tonto que huyó de tu casa, de tus labios, que huyó del rechazo. Me disculpo por no decirte de frente que me gustas, que desde el primer día que te vi me gustaste tanto que llegué a odiarte. Aún lo hago un poco, en secreto. Justo ahora, cuando tocas mis mejillas, me miras a los ojos y me dices «tú también me gustas tanto hyung, siempre los has hecho», mientras acercas tus labios contra los míos. En ese preciso momento ha renacido ese odio que te tengo, Kim Jongin.
Pero sabes que es una broma, porque me gustas tanto que el odio se queda sumido dentro de tus labios, en mis dedos mientras rozan tu cintura, en todo mi cuerpo cediendo ante ti.
Me hubiese gustado que hubiera pasado así, y que en vez de que mi padre te esté mirando con suspicacia desde la entrada de la casa y te pregunte una y mil veces por qué traes un peluche de un cachorro entre tus brazos, tú hubieras subido rápidamente la escala, igual de inquieto como te imagino.
¿Eres un tonto, sabes? Pero me ha dado risa, y te miro desde mi ventana y me doy cuenta que sigues impaciente, igual que en mi sueño, pero a diferencia de la narración anterior, yo aún no sé si vendrás con la razón entre tus labios.
¿Jongin leíste bien las cartas, no? Por eso estás aquí ¿Verdad?
Diciembre 4
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