Parte 2 [1/3]
Había vuelto más temprano al departamento de lo usual, alrededor de una hora antes de la llegada de Baekhyun.
Estaba en el sofá con su mente muy ocupada con la pregunta de la anciana. Por más que buscaba no creía sentir algo especial por Soyou, era una gran amiga, como una hermana, pero no más que eso.
Recordó aquel drama que una vez vio, donde cierta chica era obligada a casarse con alguien más por dinero, pero que con el pasar el tiempo, se termina enamorando de aquel hombre, y viven su final feliz.
Quizás, si el pasaba aún más tiempo con Soyou, e intentaba el sentir algo, podría conseguirlo. Así mataría dos pájaros de un tiro: Se olvidaría de lo que siente por su amo, y haría a la anciana feliz.
La puerta se abrió mientras seguía pensando. Y cuando sintió el aroma de Baekhyun, pensó: ¿Qué diría Baekhyun sobre esto? ¿Estaría de acuerdo?
El castaño le sonrió cuando lo vio en el sofá, dejando sus cosas en una de las mesitas y caminando hacia un sofá individual, donde se sentó soltando un suspiro de alivio.
-¿Has cocinado algo? -pregunto curioso, los últimos días siempre era recibido por un postre, y le encantaba.
-Um, no, yo, no he podido. -respondió, acomodándose en su lugar. Debería preguntarle, pensó.
-Oh, qué lástima, bueno, ¿Qué tal si pido comida esta vez? Podemos pedir pizza si quieres. -ofreció sonriente, a pesar de que el trabajo era pesado últimamente, el llegar a un buen ambiente a su hogar lo liberaba de todo el estrés del trabajo.
-Está bien.
Luego de media hora la pizza estaba en casa, Baekhyun y Chanyeol se acomodaron para comer tranquilamente. Más Baekhyun que Chanyeol, el castaño está riendo de las cosas que vía en la televisión mientras comía.
-Baekhyun. -llama el alto, juntando el suficiente coraje. El bajito lo mira esperando lo que vendría- Yo… tengo un amigo. -se acobardó a último minuto.
-Oh, eso es muy bueno. -le sonríe el castaño- ¿Lo has conocido en los lugares a los que vas? -Chanyeol asiente.
-Yo, quería pedirte un consejo, bueno, es para él. -se trata de explicar algo nervioso- Me ha contado una situación que tiene, y quería mi consejo, pero yo no sé mucho de eso. -la completa atención de Baekhyun está en el- Bueno, él tiene una amiga. -Baekhyun asiente y espera a que prosiga- Y también conoce a la madre de su amiga. -continua, dejando su pedazo de pizza en mano en el cartón de la mesa- Y esa señora, bueno, le pregunto si estaba interesado en su hija, y si quería formar familia con ella, porque al parecer ella quiere que tengan una relación.
-Entiendo. -murmura Baekhyun.
-Pero él no está seguro si debe de hacerlo, no sabe bien sus sentimientos por ella. Me preguntó si debería de intentar o no con esta chica. -terminó, expectante por las palabras del bajo.
-Y ¿Quieres que te de un consejo para tu amigo? -el alto asiente- Bueno, es simple. Claro que debe de intentar, no pierde nada, si se siente cómodo con ella debería de hacerlo, no veo el problema. -sonrió. Estaba feliz de serle de ayuda a su cachorro, sobre todo en aquellas cosas, que pensó nunca discutiría con el híbrido.
-¿Eso crees? -Baekhyun asiente, mordiendo un trozo de pizza.
Chanyeol lleva su vista a su pedazo de pizza ahora de nuevo en su mano. Esa respuesta, valía con él también ¿cierto? El hibrido no creía que la situación fuera a cambiar, si decía su nombre en vez de “su amigo”.
Debería de hablar con Soyou.
-¿No me contarás? -la pregunta de Baekhyun saca de su pequeño mundo al alto- A los lugares que vas estos días. Deben ser muy entretenidos.
-Oh, eso. Bueno, es algo un tanto ¿Secreto? Te lo diré mañana. -decide Chanyeol, de todos modos, ya había aprendido mucho, y quería decirle a su amo todo lo que había hecho.
-¿Secreto? Vaya, eso es sospechoso -entrecierra los ojos con una sonrisa- Mañana será un buen día entonces.
-Lo será. -sonríe el otro, moviendo su cola con frenesí, sus orejas moviéndose un poco también.
-Entonces deberíamos celebrar un poco antes ¿No crees? -antes de que el hibrido preguntara, el bajo ya se encontraba buscando algo en la cocina.
Volvió con dos botellas grandes de soju y dos vasos de cristal. Chanyeol no había probado alcohol antes, esa sería su primera vez, y tenía a Baekhyun que lo alentaba a beber, pidiéndole varias veces que le diera algún tipo de adelanto para lo de mañana, ya que estaba muy curioso por el aparente secreto que tenía Chanyeol. Pero el híbrido a pesar de sentirse algo mareado luego de dos horas, seguía firme con lo de no soltar ninguna palabra hasta el siguiente día.
La media noche había llegado, y ambos reían como unos idiotas mientras veían un programa de variedades. Baekhyun insiste en saber, apelando a que ya era el siguiente día. Aun así Chanyeol no dice nada.
-¿No me dirás nada? -dice con una estúpida risilla en los labios mientras se acerca el alto, sentándose en sus piernas.
-Nope. -bromea el otro, riendo bajo y pasando su mano por la mejilla del bajo. Su piel es tan suave, se recuerda.
Quizás fue el alcohol, quizás fue la necesidad que Chanyeol sentía en esos momentos. Sobre todo cuando le acaricio el rostro. Pero se había acercado al contrario lentamente, con su mirada fija en los labios brillantes por el alcohol.
Había comenzado lento, suave, y sin palabras de por medio. Porque ambos se necesitaban de algún modo. Chanyeol aun quería a su amo, aún estaba enamorado. Y Baekhyun, él estaba necesitado de Chanyeol, aun no le ponía un nombre a lo que sentía, pero lo necesitaba.
Las manos de ambos no demoraron en comenzar a explorar el cuerpo contrario, sacándose varios suspiros y gemidos -y unos cuantos gruñidos por parte del híbrido-. Baekhyun se acomodó en el regazo de Chanyeol, restregándose sin vergüenza encima del alto, haciendo despertar a ambos.
La mente de los dos estaba algo borrosa, más la de Baekhyun que la de Chanyeol. El alto se había abstenido de probar demasiado, sobre todo, porque no le había agradado mucho el sabor del licor en su lengua.
Aun así, la mezcla del alcohol en conjunto a lo que podría ser tensión sexual por parte de ambos, había hecho que estuvieran ahora desnudos manoseándose en el sofá.
Los besos eran ya chasquidos entre sus bocas, y sus manos se encargaban de complacer al miembro contrario. Baekhyun fue el primero en dejar caer su cabeza en el hombro de Chanyeol, sintiéndose temblar ante las caricias del alto. La delicada mano de Baekhyun bombeaba con menos fuerza el miembro de Chanyeol, haciendo que luego el alto quitara la fina mano y estuviera bombeando ambos juntos en la gran mano de Chanyeol. Así que Baekhyun tan solo se sostenía del cuello de Chanyeol, esperando el momento en que ambos se liberaran y sintieran tocar el cielo.
El castaño podía sentirlo, como estaba tan cerca de explotar de placer. Pero Chanyeol se había detenido, y lloriqueo cual pequeño niño por ello.
-Chanyeol, p-por favor. -pidió.
-Baekhyun… yo… quiero estar dentro de ti. -hablo, el calor en su cuerpo aumentando, pidiéndole a gritos una cosa, y eso era poseer al bajito, tomarlo como lo hacía antes, sentir ese placer que tanto había extrañado.
Baekhyun sonrió ante las palabras del híbrido, chocando sus labios en un beso rápido, y donde había capturado su labio inferior, saboreándolo a gusto.
Le tomo unos pocos segundos el encontrar el pequeño envase de lubricante que estaba en uno de los cajones de la mesita de centro, puesto anteriormente ahí por Baekhyun. Cuando estaban en aquellos días intensos entre ellos dos, y había dejado unos envases en lugares exactos, para así no tener que ir a buscar siempre el lubricante a su habitación. También había uno en el baño y en uno de los gabinetes de la cocina.
Para sorpresa de Baekhyun, fue Chanyeol quién le arrebato el envase de las manos y sacado una buena cantidad entre sus dedos, lo comenzó a preparar, mientras aún estaba en su regazo.
El castaño era un mar de gemidos y quejidos en los brazos del alto, arañando como podía los brazos y espalda del peli plata. Sentir los largos dedos de Chanyeol dentro de él lo estaba mareando demasiado, llenándolo de éxtasis, y de una gran expectación por lo que vendría después. Quería mucho que Chanyeol lo tomara, que lo marcara como antes lo hacía, que le digiera todas esas palabras posesivas para con él.
Cuando estuvo listo, se dejó guiar por Chanyeol, quién lo acomodó para estar encima de su miembro, haciéndolo bajar lentamente hasta llegar al tope. Baekhyun se había aferrado como un gato al cuerpo de Chanyeol, porque a pesar de la preparación, el dolor inicial estuvo ahí, quizás porque apuro al alto en todo y no dejo que lo prepara adecuadamente, pero tenía la necesidad de tenerlo ya. El dolor había pasado después de unos minutos en los cuales se ahogó en besos con el alto. Su cadera comenzando a moverse circularmente y sacando esos roncos gemidos de Chanyeol que tanto lo encendían.
Subía y bajaba tan rápido como podía, tan solo detenido por los leves espasmos que tenía su cuerpo cada vez que alguna estocada daba en su punto dulce.
Las manos fuertes de Chanyeol acompañaban los movimientos de sube y baja de las caderas de Baekhyun. El calor interior estaba matando -de buena manera- a Chanyeol, las paredes de su amo se comprimían cada cierto tiempo, y hacían que se sintiera en el jodido cielo.
Con una de sus manos, busco el rostro de Baekhyun, que estaba hundido en su cuello. Cuando lo saco de su escondite, tomo su barbilla, e hizo que lo mirara a los ojos, mientras aun este saltaba en su miembro. Sabía que pronto ambos llegarían a la cima, Chanyeol estaba palpitando dentro de Baekhyun, de esa manera que al castaño le fascinaba. Mientras el alto con su otra mano, estaba estimulando el miembro de bajito.
Cuando ambos llegaron -Baekhyun antes que Chanyeol-, el alto pudo ver en todo su esplendor la expresión de placer en el rostro de Baekhyun, mientras decía ahogadamente su nombre.
Luego de llenar a su amo con su esencia, el bajo cayó encima de Chanyeol, tratando de recuperar el aire en sus pulmones y la fuerza en todo su cuerpo.
Por otro lado, Chanyeol aún estaba con muchas energías, por lo que se levantó, cargando al bajito, estando aun los dos conectados. El camino a la habitación de Baekhyun fue casi caótico, tirando los objetos que yacían en las pequeñas mesas, porque Baekhyun se había recuperado y atacaba otra vez los labios del alto.
Cayeron en el colchón los dos juntos, aferrados, sin intención de querer separarse. Tan solo lo hacían para recuperar un poco el aliento y luego sus bocas se veían asaltadas por los labios contrarios otra vez.
La cama comenzó a moverse y chirriar por el movimiento provocado por los dos seres en ella. Ambos con aquella llama de lujuria encendida de nuevo, preparados para repetir las veces que fueran necesarias para apaciguarla.
Las piernas suaves del castaño rodeaban con recelo las caderas de Chanyeol, negándose a soltarse hasta que estuviera totalmente falto de fuerzas. El alto lo embestía con calma esta vez, regando besos por cuanto pedazo de piel viera. Proclamando el cómo se sentía el estar en su interior, el que todo Baekhyun era solo suyo en ese momento, el cómo le gustaba que gimiera su nombre de esa manera tan erótica.
Para el alto su objetivo estaba siendo cumplido, porque cuando estuvo arriba del bajito en la cama, tan solo pensó en una cosa; en hacerle el amor a Baekhyun, no sería como aquellas veces en las que tan solo saciaban su sed de sexo, no, sería diferente, especial. Y Chanyeol esperaba que Baekhyun se diera cuenta de ello.
A pesar de que el movimiento de caderas de Chanyeol fuera un poco más lento, de igual manera hacia que Baekhyun sintiera lo mismo que cuando lo embestía a toda velocidad, quizás fuera porque los movimientos eran tan certeros que tenían el mismo efecto en él.
Si Baekhyun o Chanyeol hubieran estado pensando más meticulosamente en sus actos, se habrían preocupado mucho por los vecinos, quienes de seguro tenían un concierto por parte de Baekhyun, quizás no muy grato para ellos.
Terminaron exhaustos recostados en la cama, las sábanas cubriendo la parte inferior de sus cuerpos, y sus ojos cerrados. Ambos más que agotados por toda la actividad. La suave cola de Chanyeol acariciando con ternura la piel de la cintura de Baekhyun, quién tan solo sonreía ante ello.
Antes de poder caer ante el sueño, Chanyeol acaricio los brazos de su amo, sintiendo como si hubiera probado el fruto prohibido. Y sonrió, susurrándole a Baekhyun un suave Te amo, sumergiendo el pequeño cuerpo entre sus brazos.
Cuando pudo despertar, su cabeza le dolía demasiado, se removió de su lugar, tomándose la cabeza con ambas manos. Dolía como el infierno. Intento pararse e ir al baño, pero algo lo detuvo, otro dolor en su cuerpo.
Mierda.
Conocía ese escozor, lo conocía muy bien. Llevo su mano al lugar como si así aquello que creía no hubiera pasado, intentando borrar el hecho, pero no podía.
De alguna manera, había vuelto a tener sexo con Chanyeol. No sabía si lo malo era el acto de haberlo hecho, o el que no recordara casi nada de lo que había pasado.
Trato de recordar todo, se esforzó, pero el dolor de cabeza era insoportable, no podía hacer memoria de nada sin que le doliera.
Escucho movimiento en su baño e instintivamente se cubrió con las sábanas. Lo más seguro era que fuera Chanyeol ¡Dios! ¿Qué le diría? ¿Cómo lo miraría a la cara?
Se supone que él le había dicho que el sexo no volvería a suceder entre ellos, que tan solo llevarían una relación dueño-mascota. Pero había sido lo suficientemente idiota para dejarse llevar al primer momento.
Se levantó con las sábanas enrolladas a su cuerpo, preparándose mentalmente como podía a lo que vendría, porque tenía que resolverlo rápidamente.
-Despertaste. -la sonrisa del alto al salir del cuarto de baño era espléndida, de esas sonrisas que le daba cuando despertaban juntos- No quise despertarte-
-Lo siento. -hablo rápido, mirando con vergüenza a su mascota- Tome demasiado, me deje llevar, fue culpa del alcohol. -con la misma rapidez de sus palabras, pasó por el lado de un anonadado Chanyeol, e ingreso al cuarto de baño, cerrando la puerta y encerrándose ahí, no quería ver la expresión de Chanyeol luego de todo eso.
Decir que se sentía dolido era poco. Estúpidamente había pensado que quizás las cosas entre él y Baekhyun resultarían, que después de lo que había sucedido, el castaño lo pensaría mejor. Pero no había sido así, y dolía. Más que el rechazo, le dolía el saber con seguridad sus sentimientos, y los de su dueño. Amaba a su amo, lo amaba y eso estaba prohibido. Y su amo no lo correspondía.
Se vistió rápidamente, con algunas lágrimas ya asomándose por sus ojos. Corrió al balcón y ladró hacia la única que podría ayudarlo en ese momento. Su llamado fue contestado rápidamente, apresurándose en salir del departamento, huyo de ahí, no soportaría ver tan rápido a Baekhyun, no soportaría oler su aroma, sentir su presencia cerca de él.
-¿Qué sucedió? -pregunto más que preocupada la chica cuando llego a aquella banca del parque donde se habían conocido. Chanyeol tenía la vista gacha y no respondía.
Ante la nula respuesta, Soyou decidió llevar a Chanyeol a un lugar más apartado, fuera del alcance de miradas curiosas. Estaban entre los frondosos arbustos del parque, aquel lugar era el escondite que tenía Soyou para calmarse cuando se sentía demasiado agobiada. Y ahora tenía a Chanyeol llorando en su hombro.
Era la primera vez que tiene a alguien así en sus brazos, alguien que pareciera quebrarse con cualquier minúsculo golpe. Y es la primera vez que Chanyeol le cuenta sus problemas, la primera vez que le hablan sobre un problema de amor. Y la primera vez que siente la necesidad de ayudar, y que puede hacerlo, de hacer algo por alguien que aprecia.
-Siento si no puedo serte de demasiada ayuda, Chanyeol. -dice la chica con el híbrido aun aferrado a ella. - Todavía no me ha tocado sufrir por amor. No sabría decirte con seguridad que camino debes de tomar. Y me da miedo aconsejarte mal. -intento que la mirada de Chanyeol diera con la de ella, diciéndole así que lo apoyaba, que estaba ahí para él.
Soyou nunca pregunto directamente por los sentimientos de Chanyeol hacia alguien en específico, pero pudo notarlo cuando de vez en cuando Chanyeol hablaba de su amo con demasiado entusiasmo y adoración. Al principio creyó que tan solo era algo mascota-dueño, porque ella también adoraba a su dueña. Pero lo de Chanyeol era diferente, y termino de corroborarlo cuando recibió la llamada de ayuda del alto. Aquel tono, su olor, sus quejidos decían todo por él, gritaban como se estaba rompiendo de poco, como su corazón había sido aplastado por quién más adoraba.
- Te sonara conocido, pero ¿Qué es lo que de verdad sientes que quieres hacer?
-Lo amo. -dijo en voz baja- Yo no quiero alejarme de él. Pero… -el alto se separó del cuerpo de la híbrida, sentándose en el frío pasto- Siento que será una agonía el vivir tan cerca.
Soyou lo mira dudosa unos segundos, tratando de saber si lo próximo que saldrá por su boca seria de ayuda para su amigo.
-Ella te lo quería decir mañana. -comienza- Pero creo que será de más ayuda ahora. Y no tienes que verte forzado a responder de inmediato, tomate tú tiempo. Nosotras… nos mudaremos este miércoles. Lo siento si son pocos días.
Chanyeol se sorprende por la información, aunque ya sabía por la anciana que se mudarían, no creyó fuera tan pronto.
-Lo pensare. -responde con una tenue sonrisa, sintiéndose algo más recuperado. Definitivamente el apoyo de alguien más le ayudo mucho.
Cuando vuelve a su hogar, la mayoría de las luces están apagadas, tan solo la luz de la habitación de Baekhyun es visible. Con pasos lentos se detiene frente a ella, sintiendo el aroma y presencia de aquella persona que aprecia tanto al otro lado de la puerta
Podía sentir como una barrera invisible se había creado en la puerta. No podría ingresar más a aquella habitación, ese era su límite.
Se dirigió al balcón para tomar aire, lo mejor era relajarse y seguir adelante, olvidar todo, volver a tratar de olvidar. Aunque aquel sentimiento no lo podría olvidar fácilmente, tan solo tendría que aprender a vivir con él. Seguiría adelante aunque su amor no fuera correspondido.
Había visto la sombra de Chanyeol enfrente de su puerta, y tuvo miedo, tuvo miedo de que entrara y lo viera. Porque no sabía que haría cuando estuviera frente al alto ¿Qué le diría? Lo había arruinado, lo poco que tenían lo había arruinado.
Un alivio invadió su cuerpo cuando la sombra se fue. Era un cobarde que no podía resolver lo que había hecho. Había dañado a su inocente mascota y era incapaz de resolverlo como el adulto que era.
Cuando sintió que tocaban a su puerta, se tensó. Sus ojos se abrieron más de lo normal y sentía que comenzaba a sudar.
-Baekhyun. -la voz de Chanyeol se escuchó en su habitación, amortiguada por la madera de su puerta. - Te había dicho que te lo contaría hoy. -no entendió del todo la situación, Chanyeol a pesar de escucharse algo diferente, se estaba comportando mucho más maduro que él.
Luego de escuchar la historia de sus salidas, de lo que aquella vecina del bloque contrario le había enseñado a su mascota, se había sorprendido. No creía que Chanyeol quisiera integrarse a la sociedad, no sabía que el alto tenía interés por trabajar en algo que le gustaba, no sabía que estaba creciendo de esa manera sin el saberlo.
Luego de contarle todo, Chanyeol le dio las buenas noches y se alejó de su puerta. Quiso salir, quiso felicitarlo y decirle que se sentía orgulloso por él, pero no se atrevió, no pudo moverse de su lugar en la cama, y agradeció que mañana fuera domingo, porque no tenía las ganas de pisar su trabajo.
Cuando por inercia su cuerpo se levantó y se dirigió a la cocina, el olor de tocino con huevos tentó a su nariz. La sonrisa que esbozo, duro hasta que se percató de la presencia de su mascota en la cocina.
-Buenos días. -le saludo el alto. No era tan entusiasta como el Chanyeol de siempre, pero al menos no lo estaba ignorando u odiando- He hecho el desayuno.
Baekhyun no dijo nada, tan solo asintió con la cabeza y dio una sonrisa temblorosa. Mientras desayunan, el silencio es más que incómodo, hubiera preferido comer en su habitación.
El alto carraspea la garganta cuando ambos terminan de desayunar, y antes de que Baekhyun quisiera escapar a su habitación -esperaba que Chanyeol tan solo se haya atorado con el tocino-, el alto hablo.
-Baekhyun. -llamo, y el nombrado se tensó ante aquello- Hoy, bueno, alguien…
El sonido del timbre de su hogar resonó, interrumpiendo a Chanyeol, y dándole la oportunidad perfecta de excusarse. Casi corriendo se dirigió a la puerta, le daría las gracias a quien sea la persona que lo ha salvado de alguna conversación incómoda. Sí, se comportaba como un adolecente, y eso por el momento no le importaba.
Una tímida sonrisa y mejillas sonrojadas lo recibieron cuando abrió la puerta. Las manos cruzadas detrás de ella mostraban un aura de inocencia que creía lo dejaría ciego en algún momento. Frunció un poco el ceño, recordaba a chicas como esa. Eran las niñas bonitas e “inocentes” que le quitaban a los buenos partidos, bueno, más que nada a una buena noche de sexo, pero aun así eran de sus peores enemigas en el instituto.
-¿Se te ofrece algo? -pregunto a la chica, cruzándose de brazos y levantando una ceja.
-Oh, yo vine para-
-¡Soyou! -la voz de Chanyeol sonó entusiasta al lado del castaño- Creí que vendrías más tarde.
-Estaba algo ansiosa y mi dueña me saco del departamento. -respondió nerviosa por lo último, su ama no esperaba a que saliera del departamento.
-Ya veo, bueno, entremos. -la mano de Chanyeol se adelantó, ofreciéndosela a la chica, quien la tomo y paso rápidamente al interior.
Baekhyun se quedó como una estatua en su lugar. Quizás aún estaba durmiendo y todo esto era algún sueño. Se volteó hacia el interior de su hogar, viendo como Chanyeol y la intrusa estaban ya sentados en el sofá hablando como si no lo hubieran ignorado por completo, además ¿Quién era ella?
Se dirigió con pasos lentos al living, dejándose estar cerca de aquel par que parecía hablar de muchas cosas al mismo tiempo. Carraspeo su garganta haciéndose notar.
-Oh, lo siento. Baekhyun -se levantó el alto con una sonrisa, al parecer sus ánimos habían vuelto- Ella es Soyou, nuestra vecina del bloque de enfrente, y mi amiga. Soyou, él es Baekhyun, es mi dueño. -presentó.
-Mucho gusto, señor. -dijo la chica algo retraída. Fue en ese entonces que Baekhyun noto sus orejas y su cola, del mismo color marrón de su cabello, la cual se movía con nerviosismo.
-Ella es… -el bajo apuntaba con la mirada a la incesante cola de la chica, quien al darse cuenta, se la tomo con la mano para detenerla.
-Es como yo, es hibrida también ¿No es genial? Somos los únicos híbridos de perro que vivimos en estos bloques. -respondió alegre el chico- También es la mascota de la señora de la cual te hable ayer. He estado aprendiendo todo con ella.
-E-eso es genial, no te había, um -trago un poco sin quitarle la vista a la chica- Felicitado por hacer nuevas amistades. Qué bueno que sean amigos. -la chica asintió algo tímida, moviéndose muy cerca de Chanyeol.
-Bueno, yo quería presentarlos. Como su dueña no puede salir mucho, bueno. -el alto se rasco la nuca- Ahora saldremos, volveré en la cena.
-Si, si. Que se diviertan mucho eh. -dio lo mejor de sí para sonreír, sobre todo cuando el par se iba y la chica estaba por completo aferrada al brazo de Chanyeol.
Cuando escucho la puerta cerrarse, se tumbó en el sofá, y comenzó a reír despacio.
¿Qué fue todo eso?
-Tranquila, ya puedes soltarme, tienes mucha fuerza ¿Sabias? -dijo Chanyeol mientras deshacía el agarre de la chica en su brazo, y se lo frotaba para aminorar el pequeño escozor.
-Lo siento, me he puesto muy nerviosa. -Soyou se sacudió un poco y soltó su cola de su otra mano- Fue algo intimidante.
-¿Intimidante?
-Si, algo así. No sé bien cómo explicarlo, pero me daba escalofríos cuando me miraba, bueno, me miraba demasiado. -otra sacudida en su cuerpo se dio cuando recordó los profundos ojos del amo de Chanyeol, nadie nunca la había mirado así, como si quisiera enterrarla bajo tierra.
-Olí algo extraño cuando los presente, pero no supe descifrarlo.
-Yo tampoco. -se miraron algo consternados- Mejor vamos a comprar lo que querías. -Chanyeol asintió, y ambos ingresaron al elevador.
Luego de terminaste el vaso de jugo que se había servido, frunció los labios, y los llevo de izquierda a derecha en su boca.
Pensaba en lo que había pasado antes, porque ¿Chanyeol había traído a una chica a casa? ¿Qué era eso?
¿Desde cuándo Chanyeol tenía una amiga? ¿Y desde cuando salía con ella?
¿Qué otras cosas había hecho su mascota en la calle? ¿Qué sería lo siguiente? ¿Traería a un chico aquí también?
No entendía nada, se suponía que ellos, que ellos estaban… en algún tipo de problema. Al menos Baekhyun tenía un tornado de cuestiones en su cabeza, y Chanyeol se comporta como alguien maduro, olvida todo, se trata de comportar de una buena manera con él, intentando hacerlo sentirse bien. Hace como si nada hubiera pasado y luego le presenta a una de sus nuevas amigas. ¡¿Qué le pasa por la cabeza?!
Y esa chica… ¿Por qué tenía que ser tan linda? Era el prototipo de chicas que le robaban sus objetivos, y ahora mismo lo estaba haciendo. Bueno, no exactamente, ¡Le estaba robando a su mascota!
Se levanta enfurruñado de su lugar y se dirige a su habitación, azotando la puerta en el proceso- ¡A la mierda con todo! -enojado consigo mismo y con su mascota, se quedó dormido.
Al abrir la puerta, todo el interior estaba oscuro. Se quedó parado en la entrada unos segundos, escuchando con cuidado todo lo que podría estar sucediendo en el interior. Su conclusión era que Baekhyun estaba en su habitación dormido. Sonrió ante aquello y se apresuró a entrar sigilosamente.
El pequeño paquete en sus manos es escondido entre los platos del gabinete de la cocina, donde sabía que su amo no se entrometería.
Soltó un gran bostezo cuando se sentó en su sofá, estirando su cuerpo y frunciendo el ceño cuando escucho el crujido de sus propios huesos. Estaba cansado, habían recorrido muchos lugares en busca de lo que Chanyeol quería. Aquello que pensó sería un nuevo comienzo entre Baekhyun y él. Un nuevo comienzo que esperaba tomara un buen rumbo, porque aun quería a su amo, lo amaba, y quería estar junto a él, aunque tuviera que volver a ser tan solo la mascota. Sabía que sería duro, tendría que ver como su amo sale con pretendientes, como forma una vida con alguien que quizás encuentre en unos años más. Aun así se quedaría siempre a su lado.
Había apagado la alarma y siguió durmiendo, y luego de unos minutos, despertó de un salto, y comenzó a vestirse rápidamente, llevaba diez minutos de retraso y si no apuraba el paso, su record de puntualidad se iría al infierno.
Casi cayó al suelo cuando salió de su habitación, miro hacia todos lados buscando la corbata que se le había caído de las manos, se la tendría que poner en el camino. Antes de cerrar la puerta tras de sí, recordó a su mascota, no había escuchado ruido alguno de él, no lo vio cuando paso por la cocina a tomar un vaso de agua rápidamente, y no sabía si había llegado anoche. Quiso retroceder y verificar si Chanyeol estaba en casa, pero miro el reloj de nuevo y tan solo salió corriendo.
Para su suerte, había llegado a la hora, pero con un cansancio tremendo por haber corrido como loco casi todo el camino. Solo le tomo unos cuantos minutos el estar totalmente presentable, nadie había notado que llego sin corbata y con el cabello algo desordenado.
El único que lo noto había sido Jongin, pero este tan solo lo miro unos segundos, lo saludó y se hundió en su trabajo. No sabía si esa era una buena reacción o no. De todas maneras, no quería explicar nada, porque tan solo había sido un retraso.
Durante el día se vio con su mente llenándose con imágenes de aquella hibrida que Chanyeol le había presentado, aun podía recordar con exactitud lo bien que parecían llevarse los dos híbridos. Como también recordaba que tenía un problema que solucionar, pero que parecía que Chanyeol ya lo había hecho.
Factura le paso todo aquello cuando el asistente de su jefe le llamo la atención, diciéndole que había hecho mal unos papeles que tenían cierta importancia, casi sermoneándolo. Baekhyun solo tuvo que agachar la cabeza y aceptar todo, porque lo más seguro era que si se hubiera equivocado, y eso no le daba una buena impresión a su jefe, el cual era muy sensible cuando de errores se trataba y despedía sin contemplación a quien quiera que los cometiera.
«Que nunca más vuelva a pasar, Byun.» Le había dicho el asistente, dejándolo con el ánimo por los suelos.
Al salir del trabajo, trata de volver el tiempo, porque ahora no cree que pudo haber hecho algún papeleo mal, a veces sentía que podía hacer todo aquello con los ojos vendados, porque siempre era lo mismo.
Se encontró pensando en que si Chanyeol no hubiera llevado a nadie a su departamento, no estuviera pensando en aquella hibrida. En que si Chanyeol le hubiera dicho de sus andadas, y no guardárselos en secreto, no hubiera bebido y por consiguiente su buena relación no se hubiera estropeado con sexo.
Había una clara conclusión en todo ello; Chanyeol era el culpable de su desgracia en el trabajo, el cual no sabría si tendría al siguiente día, ya que de seguro el asistente se lo notificaría a su jefe.
Enojado con el mundo entero, su ceño fruncido no salía de su rostro, y al parecer pensaba quedarse durante unas buenas horas más. Entre murmullos de cosas que le molestaban y que comenzaba a odiar, entro a su hogar. Agradablemente encontró el aire acondicionado encendido, eso le saco un suspiro de alivio y aminoro un poco su mal humor.
Lo poquito que había mejorado su ánimo, se borró cuando encontró a dos rostros medio sonrientes y nerviosos mirarlo, sus orejas levantadas en alerta, para luego volver a lo que estaban haciendo y hablar en murmullos.
¿Qué hacia esa chica barra perra, en su casa?
En los lentos pasos que daba al interior, la chica se levantó con los nervios a flor de piel, saludándolo con una reverencia y despidiéndose rápidamente.
Luego del sonido de la puerta siendo cerrada, pudo notar como Chanyeol tenía las orejas bajas, y solo se quedaba ahí parado, viéndose como si quisiera decir algo, pero no sabía cómo decirlo.
¿Qué le quería decir? ¿Le daría algún tipo de noticia; como que ahora estaba de novio con la Soyou esa? ¿Qué prefirió un par de tetas antes de a él? ¿Eso era?
Se encamino a la cocina, debía de beber algo para calmarse, quizás tan solo estuviera pensando anticipadamente.
Buscando entre las botellas que deberían de haber en la cocina, solo encontró whisky, el soju se lo había tomado todo el otro día con Chanyeol. Sin pensar mucho en realidad, se sentó en la mesa de la cocina y comenzó a beber de a pequeños vasos. El licor de alguna manera aminoraba todo lo que lo tenía con la cabeza bombeándole, y a punto de explotar. Su hogar, su trabajo se habían vuelto una mierda con la que no sabía cómo lidiar, y eso lo estaba frustrando demasiado.
Iba por media botella y un poco más, cuando vio una mata de pelo alta asomarse por el marco de la puerta. Sintió como los ojos de Chanyeol estaban juzgándolo con el vaso con whisky en la mano, y tan solo eso le faltaba, que le criticaran que bebiera.
-Baekhyun, no deberías beber, mañana tienes trabajo y-
-¡Cállate! -exploto en un grito que asusto al híbrido, haciendo que sus orejas se aplanaran- No puedes mandarme, Chanyeol. Hago lo que se me da la regalada gana, es mi departamento, es mi bebida, y si quiero me lo tomo cuando yo quiera.
-Solo es un consejo, lo siento. -se disculpó el alto. Debería de darle su espacio a Baekhyun, pensó. Pero verlo beber alcohol de la nada era nuevo, su amo nunca se había comportado así.
-No, no. Yo lo siento. -dijo el castaño, con botella en mano, y una sonrisa falsa.
-¿Qué?
-Sabes, todo estos días… no. Desde que ha comenzado el problema con nosotros. He estado preocupado por cómo seguir con nuestra relación, como poder ser lo suficientemente sutil para manejarlo. Porque dijiste que sentías algo por mí. Pero luego pides salir, y al parecer ahora te sientes lo suficientemente independiente para traer a una perra aquí, para hacer como que nada ha pasado. -comentó con voz acusadora.
-¿Enserio estás diciendo todo esto? -inquirió, porque no creía las palabras que había dicho su amo.
-¡Claro que si! Me haces sentir como si fuera el malo en todo esto, y tan solo he tratado de sobrellevar las cosas de una buena manera.
-Yo también. Pensé… pensé que las cosas iban por un buen camino también, pero ahora dices estás cosas. Y déjame decirte que ninguna de las cosas que he dicho son mentiras.
-¿Ninguna mentira? ¿Ninguna? Entonces, ¿Me vas a negar que aquella historia que inventaste donde tu supuesto amigo, tiene este problema y quiere un consejo, no eras tú? -Se levantó mientras hablaba, tratando de imponerse ante el híbrido.
-Bueno… yo te lo iba a decir de todos modos, tan solo estaba algo nervioso, no sabía…
-¡Mentiste! Eso es lo que es. ¿Piensas emparejarte con esa perra?
-No le digas así. -defendió con el ceño fruncido, no dejaría que su amo llamara con un calificativo tan bajo a su amiga, presentía que Baekhyun estaba usando esa palabra como un insulto.
-¿No? ¿Cómo le digo entonces? Eso es lo que es. Si quisiera insultarla debería decirle zorra ¿No crees? ¿O, si lo es?
-Tiene un nombre, Baekhyun. Y ella no es una zorra, es mi amiga.
-¿Amiga con la que piensas tener una familia? ¿Cuántas veces ya lo han hecho? ¿Lo disfruta tanto como yo? Porque quizás este contigo por eso. -soltó con resentimiento, el alcohol y todo lo demás pesando en su cabeza.
-Ba-
-Seguramente ella también lo sabe. -escupe de manera venenosa- Eres muy bueno en la cama, felicidades. -aplaude mientras ríe.
-Baek, esto no es sobre eso. Y con Soyou, nosotros solo somos-
-¿Amigos? Claro, seré estúpido una vez más y te creeré. ¿Sabes? Eres igual que las otras parejas que he tenido, todas son falsas, terminan engañándome en días y en ese entonces no me importo demasiado. Pero por alguna estúpida razón ahora duele mucho.
-No te estoy mintiendo.
-¡Deja de decir eso! ¡No sigas mintiéndome! -grito frustrado, golpeando con fuerza el vaso que tenía en las manos sobre la mesa- Vete, vete de esta casa. ¿No eres tan independiente para estar saliendo de casa? Para tener pareja. ¡Vete con ella entonces, no quiero verte el rostro nunca más!
-¿Qué estás diciendo? No puedes echarme así como así. -Chanyeol dijo asustado, su amo estaba demasiado alterado, y no sabía cómo manejarlo del todo.
-¿No? Soy tu dueño, puedo hacer lo que se me dé la gana. Tú eres una mascota, solo eso. ¡Mierda! Debí haberle hecho caso a Kris cuando me lo dijo.
-¡No! -levanto la voz ante lo último que dijo su amo. Baekhyun no podía estar considerando algo como eso.
-¡Largo! ¡Vete! Cuando salga de mi cuarto no quiero verte en este departamento ¿Escuchaste? -a grandes zancadas salió de la cocina, aun con la botella de whisky en mano, y se introdujo con un portazo en su habitación.
-¡Espera! -Intento darle alcance, pero tan solo recibió la puerta en sus narices. No pudiendo pasar, toco la puerta tranquilamente- Baekhyun, por favor, hablemos un poco más. -trato de hablar calmadamente, quizás así su amo pudiera serenarse.
-¡No hay nada de qué hablar! -seguía gritando mientras se hundía en sus sábanas- ¡Ya te he dicho que te fueras, no sé qué haces aun en este departamento!
-¿Por qué haces esto? Estábamos bien. Tú, tú me dijiste que estaba bien que tomara ese rumbo ¿Cuál es el problema? ¿No solucionaría eso todo?
-¡Entonces vete con ella, ve a formar tu familia, pero vete de aquí, lejos!
-Pero yo no quiero irme, no quiero dejarte, tu eres… eres mi todo. -la voz de Chanyeol se estaba quebrando con las palabras, comenzando a picarle los ojos.
-¿Lo soy? ¡¿Lo soy?! Vas a formar una familia con alguien más, aun así ¿Piensas quedarte aquí? ¿Qué tan iluso puedes ser?
-Yo… no podría hacerlo, no ahora, aún hay tiempo para nosotros, para poder estar aquí contigo.
-No, lo fuiste perdiendo cuando te ibas, cuando llegabas tan solo a dormir, cuando no dejabas que te acompañara, cuando me ocultabas todo. Y ahora que me lo dices todo de golpe ¿Quieres que lo acepte como si nada? ¡No lo haré!
-¿Entonces, lo mejor es que me vaya? ¿Quieres tan solo esquivar el problema en vez de resolverlo?
-¡Cállate! -el hablar tranquilo de Chanyeol lo molestaba de alguna manera, porque Baekhyun no lo estaba, no podía dejar atrás el resentimiento y tratar de tranquilizarse, pero su mascota si ¿Tenia lógica?- Lo he resuelto, y la solución es que te vayas. Nunca debí tener una mascota en primer lugar, menos un híbrido. No eres distinto a los estúpidos que me cruzaba antes. ¡Largo!
-¿Es lo que en verdad quieres? -trato en un último intento.
-¡Te lo he estado diciendo todo este tiempo, vete de aquí! ¡Vete de mi departamento, vete de mi vida!
El silencio se prolongó por varios minutos luego de los últimos gritos, en los que se podía escuchar los sollozos del castaño y muy, muy tenues del híbrido.
-Baek -llamo, pero no recibió respuesta- Te amo. -Chanyeol lo había dicho más que nada para que Baekhyun se enterara de sus sentimientos por su propia boca, para que quizás, no se quedara con un mal pensar de él. Porque debía de obedecer a su amo.
La botella que había estado trayendo consigo se estrelló en la puerta luego de la confesión de Chanyeol. No quería escuchar eso ahora, no ahora, porque le estaba doliendo.
El choque asusto al alto, quién se apartó de a poco de la puerta.
Baekhyun pudo ver la sombra de su mascota retirarse de la puerta. Se recostó en su cama y tapándose con las sábanas, se cubrió por completo. El día había sido un martirio, y tan solo quería dormir, dormir, y dormir. Cayendo así rendido luego de unos minutos.
Cuando pudo oír que su amo-No. Que Baekhyun se había dormido. Suavemente abrió la puerta de su habitación. La pisada que dio al interior no pudo seguir adelante, retrocedió, viendo a los lejos a aquel hombre dormir. Pasadas unas horas de quedarse viéndolo, se movió de su lugar y se encamino a la puerta.
No se llevaría nada consigo, cada cosa que tuviera le recordaría a su antiguo dueño. Al dueño que al menos pudo hacerlo feliz por un tiempo. Al cerrar la puerta sin tener la llave del departamento consigo, sintió como una parte de él se quedaba ahí, y era arrancada sin misericordia.
-¿Qué sucedió? ¿Por qué estás aquí tan de madrugada? ¿Qué te sucedió?-Pregunto Soyou cuando abrió la puerta de su departamento, viendo a un demacrado Chanyeol.
-No quiero hablar de ello ahora, yo… ¿Puedo pasar?
Luego de contarle algunas cosas a Soyou, pero más que nada; que ya no podría volver a su departamento y que ya no tenía dueño, la anciana hizo acto de presencia en el lugar.
-¿Qué sucede? ¿Por qué esta Chanyeol aquí?
-Bueno… -trato de explicar la chica, pero no quería decir mayor cosa.
-Iré con ustedes. -Anuncio el alto- Me iré con ustedes, señora. -le sonrió débilmente, pero seguro.
A pesar de que la anciana pidió explicaciones de cómo el dueño había accedido a ello, y más importante, porque había llegado tan de madrugada, la anciana le sonrió y acaricio la cabeza.
-Nos iremos en la mañana. Aunque nos adelantemos un poco, lo necesario ya está en la casa a la que llegaremos. Ahora descansa que en unas horas más tendremos que salir.
Asintió sin poder decir más palabras, tan solo quería recostarse en su sofá y sentirse cómodo. Sentirse en casa. Pero ya no podría sentirse así nunca más.
-¡He, gato! -llamo Soyou al híbrido felino que estaba durmiendo plácidamente en una rama de árbol, donde los rayos del sol golpeaban su pelaje- ¡Despierta!
-Hum, ¿Qué sucede? -miro hacia abajo con sus ojos somnolientos- Oh, eres tu cachorra ¿Qué se te ofrece? -sonrió ampliamente.
-Yo venía a despedirme.
-¿Despedirte? -levanto las orejas en atención, para consigo levantar un poco su cuerpo de su lugar.
-Sí, me mudo a otra casa, así que, bueno, yo quería agradecerte por tu ayuda. Muchas gracias. -Dio una reverencia.
-Siempre es agradable ayudar a quienes no puedes con sus problemas. -dijo sonriente y la chica río ante la actitud del gato.
-El no podrá despedirse, pero también se va. -acotó Soyou.
-¿Quién?
-Chanyeol, se va con nosotras.
-¿Si? ¿Y su dueño? -preguntó algo curioso.
-Al parecer sus problemas no se pudieron solucionar, es una lástima.
-Verdaderamente. Debió seguir mis consejos al pie de la letra y no hubiera sucedido nada malo.
-Puede ser. Bueno, nos veremos alguna vez, gato. -levanto su mano para despedirse.
-Jongdae. -dijo el híbrido y bostezo, tapándose la boca con una mano.
-¿Ha?
-Ese es mi nombre, por si quieren saberlo antes de irse. No se lo doy a cualquiera, siéntanse afortunados. -Le sonrió y se recostó cómodamente en la rama de árbol.
-Entonces, gracias, Jongdae. -Hizo una venia una vez más, y saco una bolsita de su bolsillo- Por cierto, esto es para ti. Lo hemos preparado con Chanyeol, así que espero te gusten.
-Déjalo ahí y luego lo recogeré. Buen viaje. -movió su cola de un lado a otro como despedida y la chica le respondió con la mano, alejándose del lugar.
Estaba muy curioso por lo que hubiera ocurrido con aquel otro híbrido. ¿Tan mal le había ido con su humano como para separarse de él? No lo entendía, por más que a Jongdae le molestara su humano en varias ocasiones, aun así, no lo dejaría. Su humano, aunque no quisiera decirlo, era todo para él.
Bajo del árbol, y tomo la pequeña bolsita. Sonrió de medio lado. Le diría a su humano que había comprado unas galletas para él, quizás así se le pasaría aquel enojo que no entendía del todo, su humano tenía desde hace unos días.
El intenso tono de llamada de su teléfono lo hiso retorcerse en su lugar, su cabeza palpitándole cada segundo más con aquella tediosa melodía. Se levantó un poco para ver donde estaba y muy cansado lo tomó. Golpeándose un poco las mejillas, trato de despertarse. Carraspeando su garganta para sonar mejor.
-¿Si?
-¿Sr. Byun? -preguntaron en la otra línea y pudo reconocer la voz del asistente de su jefe.
-Sí, soy yo ¿Qué- -al mirar la hora en su pequeño reloj en su buro, se dio cuenta que iba con tres horas de retraso.
-Lo llamaba ya que no he podido encontrarlo en la oficina.
-Lo siento, lo siento, tuve problemas y no he podido llegar a tiempo, estaré ahí lo más pronto posible.
-No se preocupe, yo también debería disculparme con usted, he cometido un error al haberle llamado la atención ayer, me confundí de persona y resulto ser otra, de verdad mis más sinceras disculpas. Pasare por alto su retraso de hoy, y puede tomarse el día libre, ya lo he hablado con el jefe, no tiene que preocuparse, espero pueda seguir haciendo un excelente trabajo en esta empresa.
-Oh, claro, no se preocupe, y muchas gracias por el día libre, de verdad lo necesito. -susurro lo último.
-Lo veré mañana señor Byun. Que pase un buen día. -Fue lo último que escucho antes de que colgaran la llamada.
Dando un suspiro pesado por aquel momentáneo alivio, se iba a dirigir a tomar un poco de agua al baño, junto a alguna aspirina, cuando su móvil sonó de nuevo. Viendo en el identificador, vio el nombre de su amigo, que de seguro quería saber el porqué de su retraso.
-¿Qué sucedió Baek? -Pregunto rápidamente y con ánimo.
-Me he quedado dormido. -Bostezo rascándose en un poco la cabeza- Y tengo el día libre, así que creo poder dormir un poco más.
-Que bien por ti amigo. Oh, y aprovechando tu día libre y mi pequeño break auto impuesto. -río- Quería plantearte una cosa.
-¿Qué es?
-Hace unos días he estado llevando a Kyungsoo a un lugar. -comenzó a relatar- Es como algún tipo de convención de híbridos. Para que se conozcan y logren entrar a la sociedad. Muy divertido por cierto. Así que, si tú estás muy ocupado, yo me ofrezco para llevar a Chanyeol con Kyungsoo, será una experiencia muy buena para él, sobre todo para que salga del aislado mundo de tu departamento. -río- ¿Qué dices? Te contaré más detalles luego.
-Eso suena genial. -respondió algo nervioso. -Si él quiere, no veo el problema.
-Bien, entonces este fin de semana me lo llevare conmigo y Soo. Si tú quieres puedes acompañarnos, pero no te obligues Baek.
-Está bien.
-¿Puedo hablar con él un momento? quizás debería de decírselo ahora, Kyungsoo me dijo que no era necesario, pero quiero escuchar su voz entusiasmada. -la voz del moreno sonaba incluso más entusiasta que la normal, y eso lo hizo sonreír, porque ya se imaginaba como serian aquellos dos juntos y un algo irritable Kyungsoo.
-Oh… -en ese momento se percató del profundo silencio que había en su departamento. Podía escuchar los ruidos mañaneros exteriores más claros de lo normal.
«Nunca debí tener una mascota en primer lugar, menos un híbrido. No eres distinto a los estúpidos que me cruzaba antes. ¡Largo!»
«¡Vete de mi departamento, vete de mi vida!»
-¿Baek? ¿Estás ahí? -pregunto el moreno del otro lado al notar que no le respondían.
-Te llamaré luego.
Nunca había estado más arrepentido de sus acciones y palabras antes. Muy pocas fue las ocasiones en su vida en la que tuvo que disculparse por haber hecho algo mal, o por haberse expresado de mala manera, o diciendo algo que en realidad no quería.
Pero esta vez, esta vez se arrepentía totalmente. Porque había sido un estúpido, un estúpido en un nivel muy alto.
Mientras buscaba por todos los lados del departamento un indicio de su mascota, su pecho se le oprimía más con cada segundo, cada paso que daba, cada silencio. Chanyeol no estaba en el departamento, y la copia de la llave que era del alto, estaba en la mesita del living.
Parte 2 [3/3] Final.