Fic: I put a spell on you
Título: I put a spell on you, (Crimson Blood , ~5/?)
Fandom: Harry Potter
Pairing: Harry/Draco
Rating: NC-17 (creo)
Advertencias: Creature!fic, Vampire!Harry, slash, cock teaser!Draco
Palabras: 1075~
Resumen: Puedes intentar hacer muchas cosas... pero si lo que intentas a mí no me gusta, nunca lo lograrás concretar.
NdA: Regalo para selene_nekoi quien fue tan genial para hacerme este dibujo sobre mi fic Zanahorias, y a quién le gusta mucho este fic. Muchas Gracias!!. Capítulo 5 de mi serie Crimson Blood. (increíblemente el fic me salió en menos de 1 hora xD...)Ahora sí está revisado. Editado aunque sin muchos cambios.
Capítulo anterior: Alone I Break
I put a spell on you
El ambiente dentro del Nuit Noir estaba caldeado, los cuerpos de todos los hombres rozándose sin pudor, sudor y alcohol corriendo libre.
En medio de la pista estaba un rubio iluminado por las luces reflectantes, atrayendo la atención de quienes estaban a su alrededor, bailando seductoramente sin ver a nadie, extasiado en las miradas que los demás le dirigían. Amaba esa sensación de poder al sentirse observado, al saber que lo deseaban y que era sólo él, quien decidía con quien estar.
-Bailemos -murmuró en su oído un castaño, de ojos depredadores y manos grandes que sujetaron con firmeza sus caderas, evitando cualquier posibilidad de que huyera.
-Bien -aceptó Draco, encantado con la determinación en su voz, dejándose apoyar contra el cuerpo caliente del hombre, disfrutando del vaivén sinuoso entre ambos, ondulando descaradamente sobre su pelvis-. ¿Cuál es tu nombre? -gritó por sobre la música del local, volteando el rostro, sonriéndole desvergonzadamente, sus labios separados por algunos pocos centímetros.
-Nick... ¿y el tuyo? -preguntó, besando su quijada brevemente, hasta llegar a su lóbulo, mordiéndolo con fuerza, haciendo jadear a Draco, mientras exponía más de su cuello.**
-Draco -gimió, al notar los breves besos sobre la piel de su cuello. Siempre había tenido un cuello especialmente sensible, pero desde Potter, parecía que con un simple roce se podía poner duro.
Dándose vuelta, quedó frente al castaño, bailando pegados, disfrutando del ritmo frenético que la música establecía, frotándose descaradamente, divertido con los jadeos que Nick y algunos mirones dejaban escapar.
No sabía cuantos minutos llevaba bailando así, excitando al castaño y a los que estaban cerca, notando la manera en que la temperatura subía y el agarre duro de las manos sobre su cintura y el roce de la semi erección de Nick en su muslo.
-¿Por qué no nos vamos por ahí? -murmuró Nick junto a su oído, mientras dejaba deslizar su mano más abajo de la cadera.
Draco había observado a la gran mayoría de las personas en el local, y sabía que el castaño que se estaba llevando era lo mejor que había... además, esos ojos claros eran bastante atrayentes, tan determinados, tan prometedores.
-Bien... -gimió, notando el firme agarre sobre una de sus nalgas. Separándose, lo tomó de la mano, guiándolo a la salida.
Cruzando la puerta, sintió el golpe del viento frío contra su rostro y un silencio extraño, casi sobrenatural.
-¿Qué pretendes hacer? -la voz hizo saltar a ambos hombres, notando por primera vez al pelinegro frente a ellos, sus ojos verdes relampagueando furiosos.
-¿Perdón? Potter... tú y yo no tenemos nada que ver... márchate por donde viniste y olvida que existo. Ya obtuviste lo que querías de mí, y no estoy dispuesto a entregarte nada más -gruñó Draco, sujetando firmemente al castaño, jalándolo en busca de un taxi que los sacara de ese maldito lugar.
-Detente, Draco -ordenó Harry, asombrando al rubio cuando éste fue obligado a obedecer, aún en contra de su voluntad.
-¿Qué me hiciste? -siseó Draco, su rostro sonrojándose de la ira.
-Y tú... vete de este lugar -ordenó Harry esta vez al castaño, clavando su mirada en la de Nick, sin tomar en cuenta al rubio.
-Sí -tartamudeó, caminando rápidamente, hasta doblar por una calle, desapareciendo de la vista de ambos magos.
-¡Potter! -gritó Draco, enojado, logrando avanzar un par de pasos hasta el vampiro.
-Silencio -susurró Harry, callando al rubio instantáneamente-. ¿Creíste que simplemente te iba a dejar ir... qué me iba a desaparecer así como así? Puedes olvidarte de la idea de que te voy a dejar Draco... ya te lo dije, y lo aceptaste... Me perteneces -murmuró, deslizando sus labios por el cuello pálido, antes de morder suavemente, casi como una advertencia.
-Potter -gimió Draco, sujetando sus manos de la chaqueta oscura que llevaba el vampiro, sintiendo sus piernas temblar ligeramente.
-Creo que voy a tener que demostrarte que eres mío... pero no hoy... será tu castigo por intentar estar con otros. No podrás masturbarte ni intentar nada con nadie, hasta que yo vuelva por ti -ordenó, besando sutilmente los labios entreabiertos del rubio, enterrando sus dientes brevemente hasta sacar algo de sangre, haciendo gemir a Draco sonoramente.
-Harry -sollozó Draco, inclinándose contra el cuerpo del vampiro, rozando la erección que tenía en los pantalones. Sabía que estaba mal sucumbir tan fácil al encanto del monstruo, pero esos labios lograban tanto en su cuerpo. No podía ni siquiera pensar en el riesgo de que alguien los viera en la calle... sólo deseaba más, un poco más.
-Sólo una vez -gimió roncamente Harry, empujando al rubio hasta una muralla cerca del local, dejando que su mano bajara hasta acariciar la polla de Malfoy, apretando ligeramente por sobre la ropa.
-Sí... sólo una vez -jadeó Draco, enterrando sus dedos en el pelo del vampiro, gimiendo al sentir esos labios expertos besarlo, recorrer su boca por completo, al tiempo en que sus manos lo acariciaban hábilmente, abriendo el cierre del pantalón, tocando su piel caliente en contraste con los dedos fríos del moreno, el deseo resonando en sus oídos, acelerando el rimo de su corazón.
Los duros dientes de Harry se clavaron en la parte interna del labio de Draco, mientras apretaba en su mano el glande del rubio, haciéndolo gimotear ahogadamente. Succionando con fuerza, se permitió disfrutar del sabor único de la sangre de su pareja... tan pura. Tan sabrosa sobre su lengua, intoxicando su mente y haciendo que el calor comenzara a fluir nuevamente por su cuerpo no vivo, enviando un latigazo de placer por toda su columna.
-Harryyy -gimió Draco, corriéndose copiosamente cuando le dio un último apretón sobre su pene y esos dientes filosos se separaron de su boca, dejando que el sabor metálico de su sangre llenara su gusto, antes de que el moreno cerrara la herida al dejar su lengua acariciar las perforaciones, besándolo con fuerza por última vez.
-Delicioso -murmuró Harry, sosteniendo el cuerpo relajado de Draco entre sus brazos, sonriendo al sentir la cálida respiración de su pareja sobre su cuello. Separándose lentamente, clavó su mirada verde sobre los ojos grises del rubio, atrayendo completamente su atención-. Ahora, vete a tu mansión... y recuerda tu castigo, nada de masturbarse ni de intentar algo con nadie -ordenó, una sonrisa malvada en sus labios, antes de desaparecer de entre las manos de Draco.
-¡Maldición! -gritó Draco, despertando del letargo en que el orgasmo lo dejó, antes de ser obligado por su magia a desaparecer hasta su mansión.
-.-.-.-.-.-.-.-.- Continuará
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Reina Sin~~.
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