[Fic] - My Little Girl (Regalo para Luzbe)
Fandom: 10 Things I Hate About You
Pairing: -
Advertencias: Pasteloso. Spoilers del final de la serie?
Palabras: 616
Notas: Para arteinfernal , por el reto del Orgullo friki y la libertad de expresión en tinta_y_oleo . Basado en la primera pista. Una enanez, pero es lo mejor que he podido conseguir.
Sin la esperanza de ser escuchados, con la seguridad de ser perseguidos - Rodolfo Walsh
La casa entera estaba en silencio, como pocas veces lo ha estado. Un silencio incómodo, tenso.
Porque si en cualquier hogar que un padre encuentre a su hija en la cama con un chico es algo que no está demasiado bien visto, en el caso de la familia Stanford, la gravedad de ese hecho se eleva considerablemente. Y quizá, el hecho de que Kat distrajera a su padre para que Patrick pudiera huir (y Walter no pudiera castrarle de por vida) empeoró un poco las cosas. Hasta tal punto que Walter ni siquiera se alteró. De alguna manera, lo único que alcanzó a hacer después de eso fue dar la vuelta y volver por dónde había venido. Y ahora que el daño estaba hecho, solo hacía falta esperar el castigo. Así que, después de que su padre se fuera, Kat esperó en su cuarto hasta que volviera para establecer el castigo que él creería más apropiado. Aunque ese era precisamente el problema, que dicho castigo no llegaba. Nada.
Al principio era casi un alivio. Con el paso de los minutos, empezó a pesar que todo iba a ser más grave de lo que temía. A las tres horas (y dieciséis minutos), incapaz de quedarse en su habitación esperando por más tiempo, bajó en busca su padre. Y, desde luego, no se encontró con lo que ella esperaba. Mientras que Kat pensaba que su padre estaría en medio de la construcción de un cinturón de castidad, lo que en realidad se encontró fue a su padre en el estudio, trabajando como si de una tarde normal se tratara. Intrigada, se acercó al escritorio, y mientras lo hacía, se sintió de repente como si tuviera cinco años. Pequeña y asustada. Sin saber qué decir o qué hacer a parte de quedarse allí de pie, contemplando a su padre, esperando que le diga qué está pasando.
Y Walter oyendo a Kat acercarse, y viendo que no reacciona, que no pregunta, sólo entonces suspira y levanta la vista del escritorio para mirarla a ella.
-¿Ocurre algo, Kat?
-Eso es lo que venía a saber yo- responde ella, quizá un poco más bruscamente de lo necesario, alterada por el tono tan normal usado por su padre -Has entrado a mi habitación y nos has encontrado a Patrick y a mí desnudos y en la misma cama. Normalmente, una cosa así para ti sería como si se hubiera declarado la tercera guerra mundial.
Ante las palabras de su hija, Walter no pudo sino sonreír, con un deje de tristeza en el gesto, antes de contestarle.
-Tienes razón, y quiero hacerlo. Pero tengo la impresión de que si lo hiciera no aprenderías nada de ello y solo serviría para ponerte en mi contra, al fin y al cabo ¿Qué habías hecho? ¿Hacer todo aquello que yo te dije que no hicieras? Quería echarte un sermón, encerrarte en ese cuarto hasta que ya no fueras atractiva a la vista de cualquier hombre, pero algo me decía que no ibas a escucharme y que en cuanto tuvieras ocasión, huirías por la ventana. Lo vi inútil. Y entonces comprendí que aunque yo te siga viendo como mi niña pequeña, a la que hay que proteger de todo, tú no quieres serlo- Walter sonrió después de decir esas palabras, mirando a Kat -.Así que llegados a este punto solo me quedaba confiar en que durante todo el tiempo en el que fuiste mi niña pequeña, te volvieras lo suficientemente inteligente como para venir hasta a mí tú sola.
Kat, aun dándose cuenta, con la última frase, que quizá su padre estaba pasando demasiado tiempo con Darlene, no pudo evitar acercarse a su padre, sonriendo, para abrazarle.
-Por cierto, se me olvidaba: Estás castigada.
Pairing: -
Advertencias: Pasteloso. Spoilers del final de la serie?
Palabras: 616
Notas: Para arteinfernal , por el reto del Orgullo friki y la libertad de expresión en tinta_y_oleo . Basado en la primera pista. Una enanez, pero es lo mejor que he podido conseguir.
Sin la esperanza de ser escuchados, con la seguridad de ser perseguidos - Rodolfo Walsh
La casa entera estaba en silencio, como pocas veces lo ha estado. Un silencio incómodo, tenso.
Porque si en cualquier hogar que un padre encuentre a su hija en la cama con un chico es algo que no está demasiado bien visto, en el caso de la familia Stanford, la gravedad de ese hecho se eleva considerablemente. Y quizá, el hecho de que Kat distrajera a su padre para que Patrick pudiera huir (y Walter no pudiera castrarle de por vida) empeoró un poco las cosas. Hasta tal punto que Walter ni siquiera se alteró. De alguna manera, lo único que alcanzó a hacer después de eso fue dar la vuelta y volver por dónde había venido. Y ahora que el daño estaba hecho, solo hacía falta esperar el castigo. Así que, después de que su padre se fuera, Kat esperó en su cuarto hasta que volviera para establecer el castigo que él creería más apropiado. Aunque ese era precisamente el problema, que dicho castigo no llegaba. Nada.
Al principio era casi un alivio. Con el paso de los minutos, empezó a pesar que todo iba a ser más grave de lo que temía. A las tres horas (y dieciséis minutos), incapaz de quedarse en su habitación esperando por más tiempo, bajó en busca su padre. Y, desde luego, no se encontró con lo que ella esperaba. Mientras que Kat pensaba que su padre estaría en medio de la construcción de un cinturón de castidad, lo que en realidad se encontró fue a su padre en el estudio, trabajando como si de una tarde normal se tratara. Intrigada, se acercó al escritorio, y mientras lo hacía, se sintió de repente como si tuviera cinco años. Pequeña y asustada. Sin saber qué decir o qué hacer a parte de quedarse allí de pie, contemplando a su padre, esperando que le diga qué está pasando.
Y Walter oyendo a Kat acercarse, y viendo que no reacciona, que no pregunta, sólo entonces suspira y levanta la vista del escritorio para mirarla a ella.
-¿Ocurre algo, Kat?
-Eso es lo que venía a saber yo- responde ella, quizá un poco más bruscamente de lo necesario, alterada por el tono tan normal usado por su padre -Has entrado a mi habitación y nos has encontrado a Patrick y a mí desnudos y en la misma cama. Normalmente, una cosa así para ti sería como si se hubiera declarado la tercera guerra mundial.
Ante las palabras de su hija, Walter no pudo sino sonreír, con un deje de tristeza en el gesto, antes de contestarle.
-Tienes razón, y quiero hacerlo. Pero tengo la impresión de que si lo hiciera no aprenderías nada de ello y solo serviría para ponerte en mi contra, al fin y al cabo ¿Qué habías hecho? ¿Hacer todo aquello que yo te dije que no hicieras? Quería echarte un sermón, encerrarte en ese cuarto hasta que ya no fueras atractiva a la vista de cualquier hombre, pero algo me decía que no ibas a escucharme y que en cuanto tuvieras ocasión, huirías por la ventana. Lo vi inútil. Y entonces comprendí que aunque yo te siga viendo como mi niña pequeña, a la que hay que proteger de todo, tú no quieres serlo- Walter sonrió después de decir esas palabras, mirando a Kat -.Así que llegados a este punto solo me quedaba confiar en que durante todo el tiempo en el que fuiste mi niña pequeña, te volvieras lo suficientemente inteligente como para venir hasta a mí tú sola.
Kat, aun dándose cuenta, con la última frase, que quizá su padre estaba pasando demasiado tiempo con Darlene, no pudo evitar acercarse a su padre, sonriendo, para abrazarle.
-Por cierto, se me olvidaba: Estás castigada.