Jun 23, 2009 11:01
- ¿Qué sucede ahora, Italia? -dijo con cierta irritación ante tal acto de desconsideración, un plato con dos salchichas acompañadas con patatas pisadas en una mano y con una jara grande de cerveza en la otra.
- ¡Al fin supe qué es esto! -señaló ese pelito rebelde que le sobresalía del lado izquierdo de la cabeza.
- ¿En serio? -levantó una ceja, curioso. Después de todo, le encantaba adquirir conocimientos nuevos especialmente si la explicación era clara. Entonces cambió su humor -… ¿Te quedas a comer?
Una vez aceptada la propuesta, Ludwig sirvió otro plato más pequeño al suyo, después de todo Feliciano no comía tanto como él. Cuando se sentaron a la mesa comenzaron la charla que el alemán creía lo enriquecería (por lo menos para poder conocer un poco más a fondo los extraños comportamientos del otro muchacho).
- ¿Entonces, qué es eso? -preguntó luego de llevarse un pedazo de wurst a la boca.
- Esta mañana le pregunté a mi hermano Francia -contestó sonriente e instantáneamente se puso pensativo -. ¿Cómo se llamaba…? Me dijo que todos tenemos varias, pero que la mía es especial… Que por ello reaccioné de esa manera el día que lo tocaste, Alemania… Ehmm… -el rubio ladeó la cabeza, son comprender mientras masticaba algo de papa - ¡Ah! ¡Ya lo recuerdo! -se iluminó una vez más y volvió a señalar el cabellito -. Es mi zona erógena.
Automáticamente ojos azules se ensancharon en estupefacción e involuntariamente la boca de Ludwig se abrió, dejando que algo de comida se le escapara.
Él, como bien había dicho el italiano, había tocado esa zona erógena. Por un rato prologado.
Después de ello le costó volver a mirar a los ojos a Veneciano, aunque este nunca lo notó.
[aph],
p: alemania / sirg,
p: veneciano / chibitalia,
"el abc de nuestros días"