Siete virtudes rusas - #6 Quinto plato
- ¿Más todavía? -cuestionó ella sorprendida -. ¡Pero si es el cuarto plato que te comes! Si sigues así vas a reventar… -mas la mirada de cachorro mojado que le dirigió el niño fue suficiente para callarla y convencerla. La muchacha sonrió a modo de rendición y se dirigió a la cocina a servirle el quinto plato de comida a su adorado hermanito.
Rusia la observó marcharse, sonriendo por haberla convencido.
Sin embargo la rubia gentil tenía razón, él ya no podía comer más, se sentía estallar. Pero aún así seguiría comiendo. Porque había leído por ahí que para crecer fuerte y sano uno tiene que comer bien, e Iván quería convertirse en un hombre grande, fuerte y poderoso; todo para proteger a sus queridas Ucrania y Bielorrusia, como una suerte de héroe.
Él creía en ello, que algún día sería así.
Y de hecho, sus deseos se cumplieron. Se convirtió en un hombre grande, fuerte y poderoso que podía cuidar y defender a sus hermanas, sólo que nadie lo veía como un héroe.