Natsuyasumi - Penúltima Parte

Jan 27, 2010 19:21




7 - Empatía:

Ichigo, confundido, fue a la habitación de Tōshirō para avisarle de la cena.

Toca tres veces y nada. Entra pero recibe una almohada en la cara.

-¡Oye...!

-Vete.

-¿Por qué? ¿Aún sigues enfadado?

El otro bufa y se sienta en la cama.

-Eres un imbécil, ahora estoy confundido.

-No fue mi culpa...

-Claro que sí.

-En fin... Te llamaba para decirte que vamos a cenar takoyaki.

-... Está bien, dile que iré en un momento.

Kurosaki suspira y sale.

Ya reunidos ríe por lo bajo al escuchar los lamentos de Kimihiro pero se detiene al ver a Hitsugaya comiendo en silencio, serio; no es que fuera algo anormal pero luego de lo sucedido se sentía preocupado.

Después de que la Ame-warashi se fuera con un vestido nuevo de no sabe dónde, se quedó en la tienda, renuente a ir a pasear por el parque.

Se sentó en el jardín y suspiró, había dado un paso y retrocedió diez en menos de una hora, se sentía un completo imbécil.

-¿Qué sucede Ichigo?

Detrás de él, Ichihara estaba sentada cómodamente con un poco de sake al lado.

-Nada, cosas personales.

La mujer sonríe.

-Sé como se sienten Tōshirō y tú, no intentes ocultármelo.

-¿Có...?

-Son bastante obvios a mis ojos, nada se me escapa.

Bebe un poco y mira al cielo. La verdad es que algo parecido había sucedido hacía tiempo pero le era agradable recordarlo.

-Pues si entiende dígame como hago para arreglarlo...

-Sólo deja que tome la decisión por si mismo, no hay nada que hacer.

En la habitación del Capitán, Urahara lo miraba devorar una sandía con lentitud.

-¿Me va a decir el por qué de su visita?

El hombre sonríe y se abanica.

-¿Por qué te has peleado con Ichigo?

El joven se atraganta con el trozo de sandía y lo mira.

-Tranquilo, sólo Yūko y yo nos hemos enterado de eso.

-No sé de que habla...

-Oh vamos, Ichigo y tú...

-No me lo recuerde.

-Ah... ¿Sabes? Te comprendo.

Tōshirō se sienta en su cama y mira al otro con un claro escepticismo.

-Bien, si no me crees, te diré que Yūko y yo salimos hace unos cuántos años.

-¿¡Que usted qué!?

-Eso mismo Ichigo, salí con Kisuke hace su buen tiempo.

-Pe... Pero...

Dos lugares distintos pero ambas partes balbucean sin entender.

-Verás, cuando visité Karakura, él ya se había establecido y hacía dos años había dejado de cuidar a los Vizards, que se las arreglaron solos.

-Entonces entró a mi tienda y preguntó por algunas cosas, si podía enseñarle la cuidad...

-El resto se hizo por sí solo, fue divertido mientras duró.

-¿Pero qué pasó?

-Bueno, es difícil una relación de dos mundos distintos... Pero lo disfrutamos bastante.

Ichigo aún no daba crédito a lo que había escuchado.

-Pero... Entre ustedes se ve un lindo futuro.

-¿Eh... Qué?

-Bueno, es algo complicado sabiendo que él es Capitán, tú aún un humano pero tienen la ventaja de estar en el mismo mundo.

-No es tan difícil ¿Sabe Capitán? Creo que si usted no fuera tan indeciso ahora mismo estarían paseando en el parque con los demás.

Ambos se quedaron pensando mientras la Bruja de las Dimensiones y el antiguo Capitán de la Doceava División sonreían ante su pequeño plan.

8 - Bokutachi no Yume:

Ya se estaba cansando de buscar la hebilla así que se sentó un rato bajo un árbol mientras el resto buscaba por segunda vez en el parque.

-Oye ¿Ya te has cansado?

-Claro, con este calor infernal me muero.

-Yo puedo aguantar un poco, creo que es por Hyōrinmaru.

-Que bueno...

Tōshirō se sienta a su lado y lo mira.

-¿Qué sucede?

-Nada, sólo que estaba pensando en algo.

-¿Otra vez?

-No, esto es diferente, es un sueño que tuve.

-¿De dónde salió tanta confianza?- Se pregunta Kurosaki pero escucha con atención.

-No lo sé, hace unos días sueño con la misma cosa.

-Ah, yo también repito el mismo sueño últimamente.

Sueño con un mundo que no es el mío, me es completamente desconocido pero a la vez tengo una sensación de familiaridad. Es una ciudad que parece estar siempre en una estación cálida pero cada vez que avanzo se llena de nieve.

-¿De nieve?

-Sí, pero el lugar no se enfría como debería.

-¿Eh? ¿Qué quieres decir?

Se escucharon unas risas, al parecer Ishida había tropezado con una rama y cayó sobre Matsumoto.

-Que aunque esté cubierta de nieve, sigue siendo cálida, como si no le afectara.

-Tú y tus sueños raros ¿Eh, Tōshirō?

-Cállate- Le reprochó pero mostró una pequeña sonrisa. -¿Y tú qué, vas a contarme?

-Claro.

Lo mío no es muy diferente de lo tuyo, es más, parece exactamente lo contrario.

-Explícate.

Estoy en una especie de desierto helado, hace un poco de frío a pesar de que debería estar temblando por las bajas temperaturas, sin embargo, lo siento muy familiar, como si lo hubiera visitado miles de veces.

Sin saber que demonios hacer, sencillamente me acuesto y miro el cielo. Cuando me doy cuenta, dejó de nevar y la nieve va derritiéndose de a poco, como si fuera primavera.

-¡Kurosaki-kun! ¡Hitsugaya-kun! ¡Vamos a volver porque se está haciendo de noche!

Ambos se levantaron y siguieron al grupo, un poco más atrás para seguir charlando.

-No sé que es lo que piensas sobre esto pero es como si fuera un intruso en un mundo ajeno.

-Es verdad, tengo la misma sensación...

Luego de recuperar milagrosamente la hebilla y cenar, Ichigo decide quedarse en la habitación del prodigio y charlar un poco más.

-¿Sabes? Le he preguntado a Yūko sobre los sueños y dice que es porque estamos entrando en la vida de otra persona con mucha fuerza.

-¿Con mucha fuerza?- Preguntó con una ceja levantada.

-Yo tampoco entendí.

-En fin... Creo que iré a dormir, buenas noches Tōshirō...

Sin quererlo, o eso es lo que quiere pensar, le dio un beso de buenas noches.

Claro que no hubiera sido tanto problema si se lo hubiera dado en la frente.

Al estar en la cama, toma conciencia de lo hecho pero no se arrepiente, puede que Yūko tuviera razón sobre los sueños.

9 - Owari:

Un sueño hecho pesadilla. Eso era.

Desde aquél beso Tōshirō no quería saber absolutamente nada de Ichigo. Pero debía admitirlo, comparado con la antigua relación de Ichihara y Urahara, no parecía tan malo.

Si tan sólo alguno de los dos fuera mujer claro.

-¡AH! Ese idiota... De sólo pensar hace que me confunda...

-Umpf... Puede ser cierto, sólo es un sueño... Tōshirō...

El Shinigami Sustituto entra a la casa y decide darse una ducha para poner en orden sus ideas.

-¿Y? ¿Algún resultado?

-Por ahora está más confundido pero ya te diré cuando haya boda- Kisuke sonríe.

-Umm, mientras esperamos ¿Qué tal unos mimos y una botella de sake?

-Encantado, Yu-Yu-

-Shh, pueden escuchar- La mujer camina lentamente y se acomoda sobre su compañero mientras agita la botella de líquido.

-Ah... El sueño debe terminar y hacerse realidad ¿No?

-Con calma, para esta noche ya estarán más que arreglados.

Beso por aquí, caricia por allá. Kurosaki se golpea mentalmente por admitir que le gusta el Capitán de la Décima luego de hacer algo estúpido.

-Creo que Rukia tenía razón cuando dijo que era un completo imbécil...

-Umpf... Ya no aguanto más el calor... Iré a refrescarme un poco...

Hitsugaya va a paso lento hacia el baño y abre la puerta.

-Y cómo soy imbécil, no podré aclarar nada con Tōshi...

Uno con una toalla atada a la cintura mientras se seca el pelo y el otro como si estuviera pegado al pomo de la puerta.

-... No toqué antes de entrar...

Sin tiempo a cerrar la puerta, siente como es arrastrado hacia dentro y abrazado.

-Esto... ¿Podemos hablar...?

Una gotita, dos, cinco, quince... No sabe cuántas lo empaparon levemente mientras Kurosaki lo abrazaba.

Correspondió de acuerdo a su instinto -que últimamente salía a flote cuando tenía a ese idiota cerca- y lo miró.

-Primero te vistes y luego hablamos.

...

Se refregó en su pecho como un gatito dócil, lo besó una y otra vez para comprobar que ya no soñaba.

-Ah... Me quedaré sin labios a este paso- Soltó en un susurro con un tono divertido.

-Calla- Otro beso -Sabes a fresa...

-Y tú a sandía- le revolvió el cabello y lo mira.

Como había dicho Yūko, para la noche ya estaban más que arreglados. Abrazados bajo las sábanas, disfrutaban de su última noche en ese lugar.

-¿Te lo dije o no?

-Lo sé, perdí la apuesta.

-Mi premio Kisuke.

El hombre la besa y le acaricia el cabello.

-Que mal que sea la última noche.

Yūko sonríe, a veces su tendero era muy inocente.

-Para la próxima vez, no te confundas la puerta Senkai con la de mi tienda ¿Sí?

-Sí Yu-Yu.

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