Para evitarme posibles problemas, cuelgo todo aquí - EDITO: la primera parte (primeros tres drabbles, el LJ me odia):
1 - Intrusos: 134 palabras.
2 - Si digo que no toquen, no toquen: 367 palabras.
4 - Un dolor de cabeza es mejor: 582 palabras.
5 - Hasta el Mu debe ser más fresco: 315 palabras.
6 - ¡Tonterías!: 585 palabras
7 - Empatía: 543 palabras
8 - Bokutachi no Yume (Nuestro Sueño): 475 palabras
9 - Owari (Fin): 444 palabras
10 - Vuelta a Casa: 556 palabras
Natsuyasumi:
1 - Intrusos:
Cuando Yūko hablaba tranquilamente con Urahara en su tienda, sabía que había algo raro, no era por el té que había traído o porque aún no fumaba.
-Yūko-chan ¿Te sientes bien?- Preguntó su amigo mirándola divertido.
-Es sólo que me da la impresión de que pronto tendremos compañía, es todo.
Pero nada sucedió. Una visita por semana y la misma sensación la invadía.
Hasta que un día...
-Esto, verás Yūko...
-¿Hum?
Al asomarse, vio la puerta Senkai -nada sorprendente, pero le encantaba ese diseño- y saliendo de ella una buena fila de personas.
Entre ellas distinguió una cabellera corta naranja, dos mujeres con pecho exuberante, entre otros. Y de algo estaba segura, todos son shinigamis. Suspira y mira como Kisuke se abanica intentando calmar su clara excitación y su sonrisa.
-Querían venir de vacaciones.
2 - Si digo que no toquen, no toquen:
-Entonces... Ustedes querían ir a un lugar donde nunca habían ido...
-Así es, pero el sombrerero parece malinterpretar todo- Una mirada asesina se clavo en la espalda del mencionado.
-¡No te enfades Ichigo!
De eso ya tres días.
Ahora tenía que asegurarse de cerrar con llave -y en algunos colocarle un encantamiento o todo lo que se le ocurriera- absolutamente todas las puertas. Bien que les dio sus habitaciones y no tenía problema con la comida, al fin y al cabo para algo Watanuki también estaba de vacaciones, pero... Cuando una puerta tiene colgado el cartel de 'Prohibido entrar' es precisamente porque no se puede entrar.
-Oye Urahara ¿Qué hay detrás de esa puerta?
-Kurosaki no debería meterte en vida ajena ¿Sabes?
-Ni tú en conversaciones ajenas Tōshirō.
-¡Es Capitán Hitsugaya!
-Lo que sea...
Tras varios intentos de abrir la puerta durante su estadía, no consiguieron nada. Al menos hasta que tuvieron una buena idea.
-¡Watanuki! ¡Saldré unos minutos junto a Urahara!
-¡De acuerdo señorita Yūko!
Una vez despejada la costa...
-Oye Watanuki.
-¿Hum? ¿Qué pasa, esto...?
-Ichigo.
-Sí, Ichigo ¿Qué sucede?
-¿Sabes lo que hay detrás de esa puerta?
-Pues... Nunca me paré a pensarlo.
-¿Sabes como abrirla?
-Esto...
-Maru y Moro saben como abrir la puerta, pero si luego tienen problemas, no será culpa nuestra.
-¡Pues vamos!
-Un poco después-
-¡Sí! ¡Lo logramos!
-No veo nada...
-¿Alguien puede prender la luz?
-No encuentro el interruptor...
-¡Auch! ¡Mi pie!
-Yo no fui.
-¡El interruptor!
-No hay interruptor aquí.
-¿Entonces cómo hace la señorita Yūko para ver?
-Porque traigo una vela conmigo.
-Ah esta bie...
-¡AH!!
-Cinco minutos más tarde-
-Por eso les dije que no entraran.
-Auch... Me duele...
-No te quejes Watanuki, sólo te has torcido un poco la muñeca, se te pasará.
Urahara empieza a abanicarse y ríe ante la escena: absolutamente todos tenían alguna que otra bandita encima al caer por las escaleras que daban a la 'habitación súper mega secreta de Yūko'.
-Yo les dije que no entraran...
-Lo sentimos señorita Yūko... ¡Pero es que nos daba mucha curiosidad!
-Maru y Moro también lo sienten señorita Yūko.
Kisuke ríe.
-¿Tanto lío para ver las botellas de sake y licor de Yū-chan?
3 - Se necesita, punto:
-Sa... ¿Sake?
-¡Espere! ¿Yo todo el tiempo saliendo a comprar cuando tiene sus reservas aquí?
Watanuki parecía a punto de desmayarse y morir.
-Oh vamos, no es tan malo... ¡Hay mucho sake para compartir!
-Yo no planeo beber sake señorita Ichihara.
-¿Eh? ¿Por qué no Tōshirō? Ya tienes bastante edad ¿No crees?- El shinigami ahoga una pequeña risa.
-Es Capitán Hitsugaya...
Una venita empezaba a notarse en la frente del joven prodigio, el Sustituto últimamente empezaba a agotar su paciencia y cada vez estaba un paso más de borrar su aspecto indiferente para ahorcarlo por unos cuanto minutos.
Parecía una especie de necesidad de ambas partes por molestarse.
-Ese idiota... Necesita madurar...
Tōshirō mira la luna, sentado al lado de un plato de sandía. Estaba sencillamente harto de que Kurosaki no respetara su posición pero por otro lado sentía un extraño vacío cuando se imaginaba que lo trataba con formalidad.
-¿Eh? Pensé que te habías ido a dormir.
Detrás de él estaba Ichigo, con el yukata y secándose el cabello.
-No... Hoy estaba pensando en... Algo.
-¿Algo?- Arquea una ceja, incrédulo -¿Incluso en vacaciones sigues pensando en trabajar?
El otro lo ignora y le da una pequeña mordida al último trozo de su fruta favorita.
-Oye... ¿Sabes? Estuve pensando yo también... Y... Bueno ya no soy el mismo chiquillo de hace tres años.
Hitsugaya gira su cabeza y lo mira con un signo de interrogación estampado en la cara.
-Verás, se lo mucho que te molesta que te diga Tōshirō ya que prácticamente todos hacen lo mismo y pues...
No lo dejó continuar, esa masa pegajosa, viscosa y desagradable que sentía cada vez que imaginaba lo que Kurosaki le estaba diciendo en ese instante se estaba quedando pegada en su interior.
-No te atrevas.
-Pues... ¿Eh?
-Sólo... Sólo dime Tōshirō a pesar de que me moleste ¿Te queda entendido?
Ichigo se acerca y coloca la mano suavemente en su frente, con un ligero deje de sonrisa.
-¿Acaso el baño te ha sentado mal? Siempre te la pasas corrigiéndome, ahora no me vengas con estupideces.
Siente como se sonroja y quita la mano antes de que le de un manotazo.
-Está bien, haz lo que quieras...
-Buenas noches, Tōshirō.
Sí, odia que le digan así. Pero si él lo dice, por más que le moleste, lo perdonará.