Mi primer Dobby y Winky. Dry, esto va para tí ;)
Lo dije, os avisé que tarde o temprano os traería un fic sobre Dobby y Winky y por fin lo he conseguido. Dedicado a Dry que tembló cuando se lo nombre, y me dijo que no lo veía. A ver si así lo ve mejor ;)
Os lo pongo en cut que no me apetece haceros viajar hasta fanfiction, porque en cuanto leí el reto de maromehsupe para qué iba servirme su reto :D
Dulces, dulces besos.
Lo llaman beso. Bueno, cre que lo llaman beso. A él más bien le parece como un pastel. Le encantan los pasteles y, después de probar aquello, los besos también.
Si le preguntas cómo fue, se encogerá de hombros, sacudirá la cabeza y se quedará sin nada que decir. En otras palabras, no tiene ni idea. Es mejor que le pidas que lo compare con algo.
Entonces te dirá que aquel día el sol brillaba con fuerza en los terrenos de Hogwarts. Que todo el mundo estaba muy atareado en el castillo, pues iba a ser el último banquete con los invitados que el Torneo había acogido. Y que él iba repartiendo ánimos y sonrisas donde podía, como es algo normal en él.
Te explicará con todo lujo de detalles cómo estaba ella. Sentada en una esquina de las cocinas, con la botella de whisky de fuego medio vacía y la cabeza enterrada en sus manos. Te mirará confuso, sin saber cómo explicar lo que le sucedió en aquel momento. Sabe que la miró, se mordió el labio y pensó en ella como si fuera un pastel, como una gominola.
Desde que es capaz de recordar Dobby sabe hacer los mejores postres: sabe convertir cualquier cosa agria, sosa, desagradable en algo sabroso, dulce, rico. Para él no hay cosa peor que la tristeza, y cuando la miró, bueno, sólo quiso que sonriera. Que se convirtiera en una golosina. No se paró a pensar en qué pasaría después.
Agachará la cabeza, porque quizás piensa que así decepcionó a Dumbledore, y pedirá tu perdón con los ojos. Y entre balbuceos te describirá lo que sintió, como si fuera el peor de los pecados.
Una curiosidad insaciable cuando la tomó de sus brazos y la alzó; un cosquilleo embriagador cuando le acarició los brazos y la cara; una emoción completamente nueva cuando se acortó la distancia entre ambos; y la sensación de haber alcanzado la felicidad cuando la besó.
En realidad no está seguro de si eso es un beso. Lo llaman beso, pero a él le pareció más que estaba catando un pastel. Bebió el licor que su boca desprendía, lamió sus dientes como si fuean bolitas de anís, mordió sus labios para que no se le escaparan y saboreó todo aquello que ella le daba. Se emborrachó de ella hasta que el sabor de whisky de fuego se perdió en sus bocas y no quedó rastro de él. Sólo de un dulce de aroma de alegría y felicidad.
El mismo rastro que dejan los pasteles en la boca cuando les tomamos, el mismo que los alumnos de Hogwarts llaman beso, y el mismo que Dobby dejó en Winky y Winky en Dobby aquella mañana de primavera soleada.
Os lo pongo en cut que no me apetece haceros viajar hasta fanfiction, porque en cuanto leí el reto de maromehsupe para qué iba servirme su reto :D
Dulces, dulces besos.
Lo llaman beso. Bueno, cre que lo llaman beso. A él más bien le parece como un pastel. Le encantan los pasteles y, después de probar aquello, los besos también.
Si le preguntas cómo fue, se encogerá de hombros, sacudirá la cabeza y se quedará sin nada que decir. En otras palabras, no tiene ni idea. Es mejor que le pidas que lo compare con algo.
Entonces te dirá que aquel día el sol brillaba con fuerza en los terrenos de Hogwarts. Que todo el mundo estaba muy atareado en el castillo, pues iba a ser el último banquete con los invitados que el Torneo había acogido. Y que él iba repartiendo ánimos y sonrisas donde podía, como es algo normal en él.
Te explicará con todo lujo de detalles cómo estaba ella. Sentada en una esquina de las cocinas, con la botella de whisky de fuego medio vacía y la cabeza enterrada en sus manos. Te mirará confuso, sin saber cómo explicar lo que le sucedió en aquel momento. Sabe que la miró, se mordió el labio y pensó en ella como si fuera un pastel, como una gominola.
Desde que es capaz de recordar Dobby sabe hacer los mejores postres: sabe convertir cualquier cosa agria, sosa, desagradable en algo sabroso, dulce, rico. Para él no hay cosa peor que la tristeza, y cuando la miró, bueno, sólo quiso que sonriera. Que se convirtiera en una golosina. No se paró a pensar en qué pasaría después.
Agachará la cabeza, porque quizás piensa que así decepcionó a Dumbledore, y pedirá tu perdón con los ojos. Y entre balbuceos te describirá lo que sintió, como si fuera el peor de los pecados.
Una curiosidad insaciable cuando la tomó de sus brazos y la alzó; un cosquilleo embriagador cuando le acarició los brazos y la cara; una emoción completamente nueva cuando se acortó la distancia entre ambos; y la sensación de haber alcanzado la felicidad cuando la besó.
En realidad no está seguro de si eso es un beso. Lo llaman beso, pero a él le pareció más que estaba catando un pastel. Bebió el licor que su boca desprendía, lamió sus dientes como si fuean bolitas de anís, mordió sus labios para que no se le escaparan y saboreó todo aquello que ella le daba. Se emborrachó de ella hasta que el sabor de whisky de fuego se perdió en sus bocas y no quedó rastro de él. Sólo de un dulce de aroma de alegría y felicidad.
El mismo rastro que dejan los pasteles en la boca cuando les tomamos, el mismo que los alumnos de Hogwarts llaman beso, y el mismo que Dobby dejó en Winky y Winky en Dobby aquella mañana de primavera soleada.