C'est la mort, c'est la vie.

Feb 02, 2012 00:12

Autor: lunaticthoughts
Título: C'est la mort, c'est la vie.
Fandom: Sherlock BBC
Personajes: John, y algo de Sherlock.
Rating: PG-13
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son creació n de Sir Arthur Conan Doyle
Advertencia: Spoilers 2x03.

Notas: Bueno, después de ver el 2x03 me he quedado con un nudo dentro mio y una tristeza inmensa, así que he decidido escribir una especie de continuación para no quedarme con la angustia dentro ):
Oh, y si hay alguna falta de ortografía, mil perdones. Tengo un portatil el cual es polaco y en el teclado no hay acentos, ni enye, ni los primeros signos de interrogación y exclamación. Me lo ha tenido que corregir una amiga, pero puede que algo se haya pasado^^.


John camina descalzo por los pasillos alumbrados de 221B, arrastrando deliberadamente los pies sin importarle el frío que se cuela por la plantas. Se dirige al sofá con pasos decididos pero perezosos y cuando se sienta lo hace con pesadez. Su rostro parece cansado, mucho más de lo normal, demasiado más.

Es médico, y sabe que tarde o temprano tendrá que recurrir a alguna clase de medicamento para poder conciliar el sueño, porque vale, dormir duerme, pero no especialmente bien. Consigue entrar en una especie de trance que dura poco más de media hora, y luego se tira casi toda la noche con los ojos fijos en la pared, aturdido por el silencio que le taladra los oídos, concentrado en escuchar algún indicio de que no está solo, y él está ahí, al lado. En la habitación contínua. Pero desgraciadamente sabe que no es así. Le gustaría haber perdido la cuenta de cuanto tiempo hace del trágico accidente. En realidad le encantaría, pero esta grabada ahí en la mente y por más que se esfuerce no consigue borrar la fecha. Ni la fecha, ni la caída, ni "Adiós, John". Lo tiene grabado a fuego en su memoria, y su subconsciente se encarga todas las noches de recordárselo por si alguna vez se le ocurre olvidarlo. Como iba a hacerlo.

Le molesta la luz que hay en el salón, le hace daño en sus ojos soñolientos y le despista de sus pensamientos así que se dispone a cerrar las cortinas. Antes le gustaba la luz, lo recuerda bien. Le encantaba abrir la ventana a media mañana y disfrutar del poco sol que Londres proporcionaba. Ahora ya no lo suele hacer, prefiere echar las cortinas mientras se sienta en el sofá y ve la tele, o se toma un té.

Seguramente la señora Hudson le reñirá por décima o trigésima vez, pero no le importa en realidad. Le molesta la luz y punto.

"Qué manía de cerrar las cortinas, seguro que Sherlock te la pegó, siempre tuvo esa mala costumbre"

"Tiene" - Susurra

"Perdona hijo, ¿qué has dicho?"

"Nada, señora Hudson. Que ahora las abriré"

"Gracias cielo, gracias".

Y es que es totalmente incapaz de hablar de Sherlock en pasado porque siente que sigue vivo. No sabe dónde, ni siquiera sabe porqué pero él le siente. Quizá en los recuerdos que guarda en su memoria. O en las notas de aquel violín que se mantienen escondidas en los rincones de la casa, las cuales le parece escuchar cada noche. O en sus sueños. O quizá lo sienta ahí dentro. En ese corazón que no se rinde al dolor, ni a la pérdida.

Se queda tan ensimismado en sus pensamientos que ni se percata de la llegada de la señora Hudson, ni siquiera se da cuenta del paso de tiempo y de que la habitación ya no está tan oscura desde la llegada de su casera. Tal vez se haya quedado incluso dormido por la falta de sueño que tiene su cuerpo y cuando despierta de su medio aturdimiento, han pasado horas.

No tiene hambre, no tiene ganas de ver la televisión, ni tiene ganas de mantener una conversación con la señora Hudson así que simplemente se vuelve a su habitación y se tumba en la cama, volviéndose a meter en sus pensamientos. Al final, rendido por el cansancio, cae en los brazos de Morfeo como no hacía desde hace mucho tiempo.

A media mañana, John despierta sobresaltado. Sabe lo que ha escuchado, no es la primera vez que lo oye pero esta mañana parece más certero, más real. No vacila en ir directo al salón con pasos decididos y rápidos. Cuando llega, se encuentra una pequeña nota en el sofá. En ella podia leerse una frase con una letra bastante elegante, incluso soberbia. Marcada con fuerza y decision en el papel.

"Te mentí, sí puedo".

John lo sabía. Sabía que Sherlock era tan listo como parecía ser, sabía que seguía vivo aunque había visto con sus propios ojos su caída, porque era incapaz de pensar que su mejor amigo, el gran inteligente y detective Sherlock Holmes tuviera un final tan sencillo y trágico como un suicidio. Estaba claro que le había mentido.

Por supuesto, Sherlock estuvo tocando el violín esa mañana, y muchas noches más, sabe Dios cuantas. Y John lo sabía. Y por fin cree que es un buen momento para volver a abrir las cortinas.


Esta canción fue la que me dio la idea ^^. Leed la letra, es tan bonita que duele <3

personaje: john watson, personaje: sherlock holmes, work: fanfiction

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