Dejar de correr
Fandom: NCIS
Título: Dejar de correr
Personajes: Ziva David/Leroy Jethro Gibbs
Advertencias: ligeros spoilers 8x09
Notas: ¡regalito de cumpleaños para lourch ! Advierto que es RARO. Siguiendo el consejo de McGee puse los dedos sobre el teclado y me dejé llevar. Salió ESTO. Espero que te guste. Advierto que es shipper en serio XD
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Corre. Corre sin parar pequeña. Un, dos, tres, respira profundo y hazlo otra vez. No te detengas, no mires atrás. Es horrible pensarlo, es terrible admitirlo, pero es verdad. El pasado te alcanza. Viene a por ti, y no tienes a dónde ir. No hay escondite posible. Has caído en una telaraña más compleja de lo que puedes comprender.
¿Quién transformó el sueño en pesadilla? ¿Quién precipitó lo que habías construido al abismo? Te ahogas, otra vez, como si el tiempo no hubiera pasado y estuvieras nadando de nuevo para llegar a aquella costa donde partirías a una misión suicida tú sola.
Sigue siendo él quien mueve los hilos. Siempre lo ha sido. Tomaste sus palabras como arrepentimiento de padre, como cariño y añoranza. ¡Qué tonta has sido! ¡Qué equivocada estabas!
Eran una advertencia. Soy primero director, luego tu padre. Te alcanzaré siempre que quiera, porque por más que huyas, me perteneces.
Corre, un, dos, tres, aunque ya no haya nadie al otro extremo para esconderte y salvarte. Sólo queda el precipicio, el final. Vas a caer.
Sientes el suelo desaparecer bajo tus pies, justo antes de que sus brazos te agarren. Fuerte, tanto que duele y quisieras gritar, pero no lo haces cuando lo ves. Es él quien viene al rescate. Hundiéndose en tu oscuridad, en tu miseria, sólo por ti.
¿Lo has dudado alguna vez? ¿Has llegado a pensar que te dejaría sola? Sí, una vez, cuando lo hizo. Pero volvió, y siempre regresa.
Te estrecha entre sus brazos, tan fuerte que casi te asfixia, o tal vez es tu propio llanto el que te hace difícil respirar. Lo sientes cuando toma tu rostro, separa el pelo de tu cara haciéndolo sin cuidado hacia atrás y te besa. Tal vez sólo quiere hacerte respirar. Sentir otra vez, saber que estás viva.
El horror a la muerte, al final y al dolor se desvanecen en medio de su calor. Porque todo es fuego mientras sus labios devoran los tuyos, sus manos te estrechan contra su cuerpo, y el tuyo no desea nada más que ser uno con su salvador.
Pero no es hasta que el beso termina que su mirada azul se clava en la tuya, y la paz se instala en tu alma. No, tu pasado no va a alcanzarte. No puede destruirte, ya no puede dañarte. Porque él está allí. Ya no tendrás que hacerle frente a nada sola.
---------------
-¿Estás bien?
Te despiertas de golpe. Tu corazón aún late acelerado por la carrera, pero hay una sonrisa en tu cara. La calidez de la pesadilla que se vuelve sueño. El sueño que se hace realidad.
Gibbs está inclinado sobre ti, lo habrás despertado al agitarte entre sueños. Te mira preocupado, y su mano se ciñe con fuerza a tu cintura bajo la sábana, como si quisiera sujetarte e impedir que los malos sueños te lleven.
-Ziva.
Sus palabras exigen una respuesta, al igual que su mirada preocupada. Sonríes. ¿Cómo no vas a hacerlo? Por primera vez en tu vida estás segura, y te sientes completa.
Acaricias su rostro con la punta de los dedos y te incorporas levemente para besarlo en los labios con suavidad.
-Estoy bien - susurras, y lo besas otra vez.
Lo mejor de tu vida es que ya no vives ni de sueños ni de pesadillas. El pasado ya no te alcanza. No tienes que correr más.
Puedes quedarte y disfrutar, porque ahora todo es real.
Título: Dejar de correr
Personajes: Ziva David/Leroy Jethro Gibbs
Advertencias: ligeros spoilers 8x09
Notas: ¡regalito de cumpleaños para lourch ! Advierto que es RARO. Siguiendo el consejo de McGee puse los dedos sobre el teclado y me dejé llevar. Salió ESTO. Espero que te guste. Advierto que es shipper en serio XD
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Corre. Corre sin parar pequeña. Un, dos, tres, respira profundo y hazlo otra vez. No te detengas, no mires atrás. Es horrible pensarlo, es terrible admitirlo, pero es verdad. El pasado te alcanza. Viene a por ti, y no tienes a dónde ir. No hay escondite posible. Has caído en una telaraña más compleja de lo que puedes comprender.
¿Quién transformó el sueño en pesadilla? ¿Quién precipitó lo que habías construido al abismo? Te ahogas, otra vez, como si el tiempo no hubiera pasado y estuvieras nadando de nuevo para llegar a aquella costa donde partirías a una misión suicida tú sola.
Sigue siendo él quien mueve los hilos. Siempre lo ha sido. Tomaste sus palabras como arrepentimiento de padre, como cariño y añoranza. ¡Qué tonta has sido! ¡Qué equivocada estabas!
Eran una advertencia. Soy primero director, luego tu padre. Te alcanzaré siempre que quiera, porque por más que huyas, me perteneces.
Corre, un, dos, tres, aunque ya no haya nadie al otro extremo para esconderte y salvarte. Sólo queda el precipicio, el final. Vas a caer.
Sientes el suelo desaparecer bajo tus pies, justo antes de que sus brazos te agarren. Fuerte, tanto que duele y quisieras gritar, pero no lo haces cuando lo ves. Es él quien viene al rescate. Hundiéndose en tu oscuridad, en tu miseria, sólo por ti.
¿Lo has dudado alguna vez? ¿Has llegado a pensar que te dejaría sola? Sí, una vez, cuando lo hizo. Pero volvió, y siempre regresa.
Te estrecha entre sus brazos, tan fuerte que casi te asfixia, o tal vez es tu propio llanto el que te hace difícil respirar. Lo sientes cuando toma tu rostro, separa el pelo de tu cara haciéndolo sin cuidado hacia atrás y te besa. Tal vez sólo quiere hacerte respirar. Sentir otra vez, saber que estás viva.
El horror a la muerte, al final y al dolor se desvanecen en medio de su calor. Porque todo es fuego mientras sus labios devoran los tuyos, sus manos te estrechan contra su cuerpo, y el tuyo no desea nada más que ser uno con su salvador.
Pero no es hasta que el beso termina que su mirada azul se clava en la tuya, y la paz se instala en tu alma. No, tu pasado no va a alcanzarte. No puede destruirte, ya no puede dañarte. Porque él está allí. Ya no tendrás que hacerle frente a nada sola.
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-¿Estás bien?
Te despiertas de golpe. Tu corazón aún late acelerado por la carrera, pero hay una sonrisa en tu cara. La calidez de la pesadilla que se vuelve sueño. El sueño que se hace realidad.
Gibbs está inclinado sobre ti, lo habrás despertado al agitarte entre sueños. Te mira preocupado, y su mano se ciñe con fuerza a tu cintura bajo la sábana, como si quisiera sujetarte e impedir que los malos sueños te lleven.
-Ziva.
Sus palabras exigen una respuesta, al igual que su mirada preocupada. Sonríes. ¿Cómo no vas a hacerlo? Por primera vez en tu vida estás segura, y te sientes completa.
Acaricias su rostro con la punta de los dedos y te incorporas levemente para besarlo en los labios con suavidad.
-Estoy bien - susurras, y lo besas otra vez.
Lo mejor de tu vida es que ya no vives ni de sueños ni de pesadillas. El pasado ya no te alcanza. No tienes que correr más.
Puedes quedarte y disfrutar, porque ahora todo es real.