Dos fics de Bones. Parejas extrañas :P

[sara_f_black]

Fandom: Bones
Título: Transferencia y Constratransferencia
Personajes: Sweets/Angela
Advertencias: spoilers season 4
Notas mías: del meme de besos, para akelos_cry



Definiciones psicológicas.

Transferencia: sentimientos que se generan en el paciente hacia su terapeuta. "Proyección por parte del paciente de una serie de afectos y emociones inconscientes en la figura del doctor"

Contratransferencia: sentimientos del terapeuta hacia su paciente.

Transferencia

Las agujas del reloj parecían ir más despacio conforme se acercaba la hora del almuerzo. El expediente que estaba revisando era interesante, pero nada que no pudiera esperar a haber tenido un almuerzo decente. Cuando finalmente el reloj marcó la hora, se levantó, guardó los papeles que revisaba en el archivo y tras comprobar que llevaba consigo la billetera, abrió la puerta.

Para su sobresalto, había alguien al otro lado.

-¡Ángela! ¿Tocaste?

-Estaba por decidirme a hacerlo. ¿Podemos hablar?

Sin esperar invitación, la mujer entró al consultorio, dedicándole una mirada evaluadora a su mobiliario sobrio y las paredes. Había algo de extrañeza en su rostro. Sweets apostaría que esperaba encontrar pósters o figuritas de muñecos animados, o algo por el estilo. Siempre ha sabido que para ella es poco más que un infante con un título y una oficina en el FBI, a pesar de que últimamente le busque con más frecuencia que nunca.

Siempre por el mismo tema.

-Iba saliendo a almorzar… - replicó Sweets sin mucha esperanza de ser escuchado. Sin embargo Ángela se giró y le sonrió.

-Perfecto, ¿vamos?

Se acomodó la cartera en el hombro y volvió a salir.

Sweets se detuvo a pensar cual era la manera asertiva de decirle que planeaba almorzar solo y que en sus planes no estaba que alguien se robara sus papas a la francesa, pero ya estaba junto a ella en el ascensor antes de coordinar las palabras indicadas.

-¿Entonces, dónde iremos?

La primera impresión de Sweets sobre Ángela había sido de que se trataba de una persona empática. Siempre parecía saber lo que los demás sentían y lo que necesitaban oír. Sin embargo, últimamente parecía perdida, más necesitada de hablar que de escuchar. Él era bueno escuchando, pero todo tenía un límite y Ángela no era su paciente.

-Mira, me encantará compartir un almuerzo, pero ahora…

-Por favor Sweets, Brennan y Cam están respirando sobre mi nuca, pero necesito hablar de esto. Cuando vuelva al Jeffersonian no podré salir.

¿Qué se suponía que dijera ahora? Sabía que Ángela no estaba acostumbrada a recibir negativas por parte de las personas que la rodeaban, pero no tenía ganas de ser él quien empezara a hacerlo. En realidad, entendía que era difícil negarse a una mujer que utilizaba tan bien sus atributos como ella.

Sería muy interesante hacer su historia longitudinal. De hecho sería muy interesante estudiar a todos los de Jeffersonian. Podría hacer toda una tesis de doctorado con ellos.

Pero, de nuevo -últimamente tenía que recordárselo con más frecuencia de la debida-, eran sus compañeros de trabajo. Ni pacientes ni objetos de estudio.

No tuvo el almuerzo tranquilo que hubiera deseado. Aunque había varias mejoras a los encuentros anteriores con Ángela: ella había comprado sus propias papas y no había caído en su mesa a media comida, sino que estaba ahí desde un inicio.

Hablando de Hodgings, de Roxie... ¿ha mencionado a su ex esposo también? Sweets se obliga a ponerle atención. Sabía que por esa razón había estudiado psicología forense y había entrado al FBI, en lugar de ponerse un consultorio de psicología clínica.

Tras escucharla largo rato comentó con gravedad.

-Me parece que te estás aferrando a este problema para no tener que tomar una decisión.

Inmediatamente ella lo negó. Como siempre. Era la persona con más resistencia con la que había trabajado. Después de Brennan por supuesto, que era impermeable. Contuvo las ganas de rodar los ojos, y continuó escuchando. Era bueno en eso, y sabía que con Ángela funcionaba. Ella misma llegaba a sus conclusiones con sólo tener a alguien al frente que le sirviera de espejo mientras hablaba. Alguna gente funcionaba así, estaba bien.

Hizo nota mental de que debía evaluar luego, cuando estuviera a solas, por qué estaba empezando a irritarle la señorita Montenegro. Era un claro problema de contratransferencia... Sacudió la cabeza un momento: no era su paciente. ¿Por qué no se metía eso en la cabeza?

Al terminar la comida Ángela lo acompañó hasta el edificio de FBI. Parecía decidida a hablar con Roxie sobre... ¿Sobre?

-Sweets, ¿me estás escuchando? ¿Qué crees que debería hacer con Roxie?

Estaban frente al edificio. Sweets resopló y la encaró. No era su paciente.

-Ángela, no sé para qué quieres que te diga.

Ella lo miró entre sorprendida y ofendida.

-Vine a buscarte.

-Nada de lo que digo te parece. ¿Eres conciente de eso?

Ángela parpadeó confundida.

-¿Qué…?

-Tal vez - Sweets se inclinó ligeramente hacia ella - Deberías preguntarte por qué vienes a buscarme una y otra vez por lo mismo.

Ángela rió como si no creyera lo que estaba oyendo.

-¿No estarás insinuando que yo te busco por que me gustas o algo? Estoy mal Sweets, pero no tan mal.

-Oh, no me refería a eso - se apresuró a negar él, aunque luego frunció el ceño ante la idea de que eso significaría estar muy mal - Me refería a que no logras resolver nada y necesitas seguir sobre lo mismo una y otra vez. Piensa por qué. Tal vez podamos hablar de nuevo cuando tengas algunas respuestas.

Rodó los ojos y se dio la vuelta para entrar al edificio. Sin embargo, la mano de ella en su codo lo detuvo. Se giró y antes de que se diera cuenta de lo que sucedía, Ángela lo estaba besando. Con una mano en el cuello y sus labios calientes sobre los suyos. Abrió mucho los ojos y una luz de alerta se encendió en su mente: no era su paciente, pero era su compañera. Y últimamente era como su paciente.

Debió recordar eso antes de darse cuenta de que estaba respondiendo el beso, pero era muy tarde.

Ella se separó de él sin aliento. Se miraron unos segundos sin saber qué decir, hasta que finalmente ella habló.

-Yo… Eso nos da algunas respuestas, ¿no?

-Algunas - respondió Sweets algo inseguro.

-Entonces… ¿almuerzo mañana?

-Claro.

-Bueno.

-Bueno.

Tras un momento de tensión los dos sonrieron nerviosamente y cada uno siguió su camino. Cuando Sweets llegó a su oficina se dejó caer en un sillón y cerró los ojos con frustración.

Valiente lío en el que se estaba metiendo. Maldita transferencia.

Fandom: Bones
Título: otro nivel
Personajes: Zack/Brennan
Notas mías: solicitado por nyaza  como premio segundo lugar en meme de OTP. Si consigo algo mejor lo escribiré, lo prometo.


Si le preguntaran cuál es su lugar favorito, a pesar de lo mucho que ama su familia, la universidad e incluso su apartamento en la propiedad de Hodgings, Zack tiene clara su respuesta: el Jeffersonian.

La pregunta de “¿por qué?” tiene una respuesta menos clara. Tal vez lo sería más si la gente no lo mirara extraño cuando habla de la doctora Brennan como algo más que su mentora en la ciencia. No se los reprocha, porque él sabe que la conexión entre ella y él es algo que la mente humana común no entiende.

Tampoco es que él la tenga muy clara, pero sabe que existe. Nadie más puede entenderla, porque nadie más en ese edificio se entiende con ella de la manera que él lo hace. Cuando usa palabras que nadie más que ella entiende se siente importante, porque es el único que la alcanza a ese nivel. Por eso ama los retos, los trabajos complejos que ella le pone, porque es una manera de ponerlo a prueba para saber si todavía la merece. De ahí la satisfacción de vencer una y otra vez.

A veces se pregunta por qué no le da celos verla con Seeley Booth. Según ha visto en algunos programas y películas de televisión sería lo normal. Pero no los siente, ni un ápice, porque sabe que Booth, con todo su valor, su honor, y su fuerza, no está en el mismo nivel que ellos. Ahí nadie puede alcanzarlos.

Lo que nunca ha podido descifrar es si ella piensa igual. A veces cree que sí. Por la manera en que lo mira por encima de los huesos, con esos ojos cristalinos y profundos. Por las sonrisas de complicidad que le dedica y el placer que se refleja en su rostro tras largas horas de trabajo conjunto.

Ella le sonríe, le pone la mano en el hombro y le dice “buen trabajo Zack”, y él no necesita nada más.

Hay quienes le hablan de buscarse una vida. De salir, de chicas, de bares, de un mundo completo al que él no ha entrado.

No le interesa: en su pequeño mundo, está la doctora Temperance Brennan, sonriendo con orgullo al mirarle sólo a él.

No necesita salir a buscar más.