DRAGONLANCE. TABLA. # 3 , # 4 y # 15

Feb 11, 2007 16:54

¡Por fin he escrito! *baila como una desquiciada* Empecé a las 6 de la mañana, pero bueno, escribí XDD Tres viñetas para la tabla de Dragonlance que pedí hace... ¿dos meses?

Esta semana subiré muchos iconitos también, que los estoy terminando. Tengo de La delgada línea roja y de La Bella Durmiente por el momento. Tal vez caiga alguna más, depende si me aburro. ¿Alguna sugerencia? x)

Fandom: Dragonlance
Claim: Kitiara Uth Matar
Summary: Sólo cuando se quita el yelmo ven que es una mujer. Rizos negros y ojos oscuros de largas pestañas. Una sonrisa sesgada... y están muertos.
Nota: las viñetas son individuales, pero seguirán la línea temporal de los libros. Avisaré de spoilers siempre que sea conveniente.

Rating: G para las tres.
Advertencias: para la uno y la dos algún minimoso-spoiler del principio de Kitiara Uth Matar, pero vamos, creo que también sale en los libros generales.

Título:

SESGADA: VERGÜENZA

Kitiara era pensamiento agudo sobrepasado por sentimiento impulsivo. Lo suyo no era sentir no calma. Lo suyo no era la calma.

Tu padreeso te viene de tu padre. El que hacía cosas sin pensarlas antes, como abandonarlas. Pero Kit sabía que ella no los entendía. Que esa pobre mujer, loca, enferma y desquiciada, nunca entendería lo mucho que a Gerard le había costado separarse de su hija. Él nunca se lo había dicho -¡dios, si ni siquiera se había despedido!-, pero estaba convencida.

Tu padre está muerto. Eso también se lo repetía, diciendo esa palabra, muerto, con especial insistencia. A la pequeña le empezaban a temblar las piernas, y el labio inferior, pero conseguía reponerse lo suficiente como para poder salir de la casa sin que su madre la viese llorar. Corría y corría hasta el lago Crystalmir, con el corazón a punto de estallarle dentro del pecho, y se paraba a la orilla, jadeando para recuperar el aliento.

Las lágrimas corrosivas empezaban a empaparle las mejillas como si hubiese metido la cara en el agua fría del lago, y ella se las apartaba furiosa, a manotazos, sin dejar de llorar. Porque odiaba con rabia infantil a su padre en esos momentos, pero aun así no podía evitar pensar que él volvería algún día, o en ese mismo momento, y que la encontrarla allí gimoteando como una cría.

No quería que él se avergonzase de ella, porque podría volver a abandonarla.

Título:

SESGADA: MEDICINA

Tocaba a menudo la frente al pequeño, la cara, los labios, y sólo se tranquilizaba al notar la débil respiración sobre sus dedos.

Kitiara apartó la mirada del bebé para dirigirla a su madre, que aún dormía después del difícil parto. Rosamun no había abierto los ojos desde entonces. Frunció el ceño, apretando los labios, desechando la leve punzada de culpabilidad que la asaltó. Su madre necesitaba cuidados, y ella, en cambio, centraba toda su atención en ese niño que necesitaría un milagro para sobrevivir.

Llevó la tetina a la diminuta boca, que la rechazó. Con una paciencia impropia de ella, volvió a insistir, tantas veces fue necesario hasta que Raistlin la cogió y empezó a chupar la leche de cabra. Despacio, tan condenadamente despacio que la chiquilla se aseguraba cada pocos minutos que no estuviera atascada.

-Venga -le animó con suavidad, acomodándolo bien en sus brazos de niña. Los rizos negros le rozaron la mejilla en la oscuridad cuando ladeó la cabeza al sonreír un poco. Ella no creía en milagros. Pensaba sacarlo adelante por pura testarudez.

Título:

SESGADA: LEER

Kitiara movió la cabeza, agitando sus rizos negros, y volvió a reclinarse contra la pared. Estaba en la entrada de su casa, en Solace, sentada en el suelo junto a los gemelos, que no apartaban los ojos de ella. Caramon con abierta curiosidad, Raistlin fingiendo desinterés. Era una buena mañana para contar historias.

-He oído que en Palanthas hay un hombre que se dedica a escribir todo lo que ocurre en Krynn -dijo bajando la voz-. Se llama Astinus.

Caramon resopló; parecía un caballo.

-Eso es imposible, Kit, nadie puede...

-Tiene una enorme biblioteca llena de libros de todo lo que ha ocurrido -añadió, ignorando la interrumpción de grandullón. Sus ojos negros de pestañas largas estaban centrados en Raistlin, quien la escuchaba con atención-. Puede ver todo lo que pasa en Ansalon cada segundo.

-¿Es una historia de libros, Kit? -protestó Caramon de nuevo-. Qué aburrido. ¡Cuéntanos mejor cómo Huma venció a los dragones!

Kitiara soltó una carcajada, y apoyó la mano en el suelo para levantarse.

-Esa es una historia para niños, Caramon -se rió-. Todo el mundo sabe que los dragones no existen.

-Ya, pero...

-Vamos a practicar con la espada si quieres -dijo entonces, y sonrió al ver a Caramon levantarse de un brinco y entrar corriendo en casa a por su espada de madera. Salio al instante con dos, la suya y la de ella.

-Te he traído la tuya también. Venga, Kit, date prisa -gritó. Se había alejado bastante para entonces-. Creo que Sturm está abajo.

-¿No vienes? -preguntó Kitiara a Raistlin, quien se había quedado sentado, con los ojos entrecerros, como un reptil al sol.

-No quiero.

La chica se encogió de hombros y echó a andar en pos de Caramon. Antes de pasar al siguiente vallewood se volvió a mirar a su hermano. Raistlin tenía un brillo en los ojos muy peculiar.

Kitiara sonrió satisfecha.

- tablas, longitud: drabble, comu: 30vicios, claim: kitiara uth matar, fandom: dragonlance

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