No pude resistirme a tomar otra tabla de
una_frase, en realidad la hice hace como dos meses pero aún no la había subido por tener otros proyectos XD
Claim: Walburga Black
Fandom: Harry Potter
Advertencia: Incesto. Blackcest por donde se lo mire. Walburga/Orión (los padres de Sirius). Walburga/Cygnus (la madre de Sirius y su hermano pequeño, el padre de ). Sirius/Regulus. Cygnus/Regulus. Incluso algunos vieron Walburga/Sirius que yo no intenté hacer XD
Tabla: Genérica.
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- Consuelo.
Cuando debió borrar a Sirius del tapete familiar y lo dio definitivamente por perdido, tuvo como único consuelo que se había dado el gusto de dejarlo caer cuando era un bebé.
- Beso.
Besar a Orión por primera vez frente a todos en la boda fue una experiencia extraña, debió fingir que era novedad lo que ya era más que una costumbre.
- Suave.
Labios suaves, ásperas palabras.
- Dolor.
Dolió mucho más de lo que le habían dicho, por eso sus primeras palabras para su primer hijo Sirius fue un retruque, jamás le perdonó tenerla en parto por más de ocho horas.
- Patatas.
Corriendo por los pasillos con Orión y Cygnus había pasado su juventud, buscando un lugar donde esconderse de los cuadros que parecían tener más ojos que las patatas.
- Lluvia.
Cuando Orión murió; llovió en las calles y en el cementerio, sobre la tierra recientemente removida, pero cuando murió Regulus llovió solamente en su corazón, ni siquiera pudo darle sepultura a su hijo.
- Chocolate.
Ni chocolates ni flores para su ultimo San Valentín en Hogwarts, pero si una sonrisa y la promesa de diversión por parte de su primo y su hermano.
- Felicidad.
¿Qué es la felicidad? Te preguntas cuando creces creyendo que todo lo que destella es para los débiles y el verdadero poder está en oscuro ¿Qué es la felicidad? se pregunta Walburga.
- Teléfono.
¿Merlín o Salazar Slytherin tuvieron te-lé-fono? No, entonces nosotros tampoco necesitamos esos inventos muggles, Sirius, ni te atrevas a volver a mencionarlo.
- Oídos.
¡No te tapes los odios cuando te hablo! ¡Sirius! ¡Sirius! Bueno, tendrás que escuchar por las malas.
- Nombre.
-¿”Regulus Arcturus”? No es tan lindo nombre como “Sirius” pero esta bien para el segundo, querido.
- Sensual.
Lastima que lo sensual de ver correr sangre se pierda cuando ésta deja todo manchado.
- Muerte.
La muerte la rondó en 1979, llevándose a su hijo Regulus en la primavera, y a Orión y Cygnus en el otoño.
- Sexo.
Ser un Black era nacer con una facilidad natural para la magia, también para todo lo que fuera sexo o artes oscuras, Walburga siempre gozó de ambos talentos y nunca temió usarlos.
- Tacto.
Tocó la pálida mejilla de Orión y besó sus labios sintiéndolos sorprendentemente fríos al tacto, no quería creerlo… no podía haber perdido a su esposo, a su primo, a su amante y a su complemento, todo en lo que tarda en viajar un rayo de luz verde.
- Debilidad.
No podía evitar sonreírle a Druella (la esposa de su hermano) con cierta suficiencia, gozarle que era mucho mejor que ella era sin duda una debilidad a la cual no estaba dispuesta a renunciar.
- Lágrimas.
No iba a llorar, aunque ganas no le faltaran, mirando la nada en una casa completamente vacía, el mundo se veía atemorizante por primera vez.
- Velocidad.
¿Capricho? Solamente te estoy diciendo que esto debe estar terminado ¡YA!
- Viento.
Todavía puede recordarlo, cuando con el frío viento que soplaba en las noches por la antigua casa, ella aprovechaba para acurrucarse junto al calor de su esposo…puede recordarlo, pero el recuerdo no se compara a la realidad.
- Libertad.
Sirius reclamó libertad porque nunca fue capaz de comprender, como ella, que no hay forma de dejar de ser un Black ante uno mismo y uno debe serlo con orgullo.
- Vida.
Sin Regulus y Orión la vida dejó de importar y poco a poco se fue apagando.
- Celos.
-Por supuesto que quiero más a tu hermano que a ti, Sirius ¿Qué clase de celos inútiles son esos?
- Manos.
-Me gusta como se ven tus manos…sobre mi cuerpo.
- Gusto.
“Sobre gustos no hay nada escrito…y hay gustos que merecen un imperdonable” Pensó al ver como había decorado Sirius su cuarto.
- Devoción.
Nunca le interesó ser una devota madre y esposa, ella era una Black, no una niñera ni una monja.
- Siempre.
Siempre puro.
- Sangre.
-La sangre se diluye, Orión…la sangre se infecta con las malas compañías, y él dejó de ser mi hijo hace mucho tiempo.
- Enfermedad.
Una hermosa primavera, donde los pájaros cantaban y las flores bebían el hermoso sol que recuperaba su fuerza luego del invierno, una misteriosa enfermedad llamada soledad, se llevó el cuerpo de Walburga Black del mundo de los vivos, su corazón y su cordura habían muerto años atrás.
- Melodía
Las risas inundaban el salón junto con la suave melodía del piano, pero en sus oídos únicamente resonaba la pregunta que hacía poco le había hecho su hijo pequeño ¿Sirius regresará a casa para las vacaciones? Mientras ella practicaba responder que nunca había habido ningún Sirius.
- Estrella.
Cada Black tenía el nombre de una estrella, pero Walburga no perdía su tiempo mirando al cielo.
- Hogar.
La casa estaba silenciosa sin Sirius ni Regulus, Orión nunca había sido conversador pero era una presencia tranquilizadora, con los tres muertos la casa que ella había amado tanto dejaba de ser un hogar.
- Confusión.
Despertó en la noche confundida y aterrada, nadie dormía a su lado y la casa estaba completamente a oscuras, se puso una bata de satén y fue a la habitación que había pertenecido a su hijo mayor… aunque pareciera que Sirius llevara siglos sin ser un Black, su cuarto era el más vivo de toda la casa y el desafío patente en cada pequeño detalle la reanimó para continuar con su propia lucha un día más.
- Miedo.
El poder era adictivo, y cuando vio el miedo en el rostro de su primer hijo no pudo evitarlo y le imprimió más saña al maleficio, Sirius gimió y algo dentro de ella rogó porque estuviera aprendiendo la lección…porque a ella le estaba resultando demasiado fácil castigarlo.
- Rayo/Trueno.
Como hermana mayor que era, fue deber de Walburga cuidar de su hermanito Cygnus cuando los truenos lo hacían ir en las noches a su cuarto, el que su primo Orión también apareciera algunas noches tenía más que ver con el sexo que con los truenos.
- Lazos.
Los lazos afectivos son frágiles como las alas de una mariposa, en cambio, los lazos sanguíneos solo pueden cortarse junto con la cuerda de la vida.
- Mercado.
Comprar en el mercado negro algún ingrediente extraño para una poción para el comportamiento de Sirius, encargar una túnica para Orión en una costosa boutique, preparar la lección del día para Regulus y mandar una lechuza a Cygnus para invitarlo a ir el domingo, cosas simples que extrañaba hacer cuando ya no había nadie por quien hacerlas.
- Tecnología.
¿Qué es la tecnología muggle para una bruja de antigua familia y tradiciones conservadoras? Algo que destruye el medio ambiente, que hace que los muggles expandan su esperanza de vida llegando a convertirse en una plaga, algo que se desconoce y no se quiere conocer, y algo que vuelve a los enemigos peligrosos.
- Regalo.
Quien pareció caer del cielo y ser un regalo para la comunidad de antiguas familias orgullosas de su sangre, terminó siendo su perdición y una completa maldición, Walburga nunca confió en Voldemort, era demasiado orgullosa para creer en él… pero estaba bien visto y, al fin de cuentas, ella no era más que una mujer con ansias de poder.
- Sonrisa.
Una sutil sonrisa y una caída de ojos, un destello de malicie en la mirada y un pie rozando un muslo bajo la mesa, siempre el mejor afrodisíaco era el peligro de ser descubierto, no importaba que Sirius ya llevara un par de traumas encima…podía soportar uno más.
- Inocencia.
Nunca supo como pudo contener la risa cuando vio el sonrojo en su hijo más chico que vino a decirle que el tío Cygnus lo había confundido con una nena y lo había besado en los labios, Dios, era tan inocente al no darse cuenta de que Cygnus tenia bien en claro que era nene.
- Conclusión.
Cerró los ojos y, después de maldecir por lo bajo, llegó a una terrible conclusión; el sonido que salía del cuarto de Sirius eran gemidos.
- Nubes.
-Baja de tu nube, Alphard, y es mejor que contestes con sinceridad ¿en qué estabas pensando al prestarle tu moto a Sirius?
- Cielo.
-Sí, sé bien que cuando le dices “cielo” a alguien es porque secretamente quieres estrangularlo, cielito.
- Paraíso.
Ella no pedía mucho, solo que todo saliera tal cual como lo había planeado y se consideraría en el paraíso.
- Infierno.
El infierno no resultó estar poblado de todos sus temores, sino vacío de personas, su infierno fue su soledad.
- Sol.
Regulus de bebé odiaba el sol y para él Walburga había comprado un hermoso sombrerito, adoraba vestirlo como un muñeco, lastima que no se comportara como uno.
- Luna.
Sirius de más grande pareció desarrollar cierta aversión hacia la luna llena, Walburga en lugar de preocuparse le dijo que la luna llena no tenía nada de malo; era el momento perfecto para practicar la caza de hombres lobos, nunca comprendió la sobre reacción de Sirius.
- Ondas.
Walburga sabía que al enojarse era capaz de perder el control, pero como las ondas del mar se trasforman en olas con el viento, no podía ni intentaba evitarlo.
- Pelo.
-Cygnus, querido hermano, realmente creo que tu esposa te ha mentido con algo…todas tus hijas no pueden tener el pelo diferente.
- Supernova.
Cada Black tiene nombre de estrella, y todos inevitablemente, acaban trasformándose en supernova y luego en un agujero negro al final de sus días.
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Son cincuenta y todas juntas ¿no me gané un comentario? XD