Ayer viajé con mis padres a la capital sólo por unas horas, fuímos a comprar ropa para mi hermana, cds para mi padre y yo iba con la ilusión de obtener las botas más bellas de la tierra, las que resultaron estar (ahora) fuera de temporada. El horror. Regresé con las mismas, sin botas pero extrañamente contenta.
Y ahora, por alguna razón, me
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