Fandom, personajes: Supernatural
Fandom, universo: Harry Potter
Claim: Dean/Castiel
Extensión: 1783 palabras
Advertencia: PG-13, nada explicito, pero de todas formas
Notas: Sin beta, para el reto AU de
crack_and_roll todos los personajes me quedaron OC, y recomiendo que no lo lean, es un gran OC de los dos fandom, de verdad no lo lean esta malo, pesimo, es solo para cumplir con el reto
1.
Siempre han dicho que dos cabezas piensan mejor que una, y ellos estaban dispuestos a comprobar que tres lo hacían mucho mejor. Chuck, Ash y Dean tenían las cabezas juntas, y las miradas fijas en un mapa que mostraba todas las personas que habitaban el castillo de Hogwarts, Castiel los miraba desde una esquina de la habitación, con un libro entre las manos, pero su mirada cada vez que intentaba concentrarse se dirigía a la porción de piel que se dejaba ver entre el pantalón y la camisa de Dean, Castiel se decía a si mismo que estaba contando las pecas, nada más, no estaba deseando lamer esas pecas, ni nada parecido.
Dean se dio la vuelta, al sentir una insistente mirada sobre él, le sonrió de medio lado a Castiel cuando se encontró con sus ojos azules - vamos Cas ayúdanos, nos recordaran por siempre.
Castiel no entendía porque Dean Winchester tenía esa necesidad de llamar la atención, él era una leyenda en el colegio, no había un solo Slytherin que no supiera su nombre, todos fueron en algún momento blanco de sus bromas, todos los profesores los conocían, él, Ash y Chuck, el grupo que a pesar de tener buenas notas, eran los más desordenados de la clase, los que ni el mismo director de Hogwarts podía detener, estaba seguro que Dean había conocido íntimamente a todas las chicas del colegio, porque él era un casanova innato, que no le importaba sus sentimientos, aunque nunca les mintiera a ellas, todas sabían lo que Dean quería, y él no se comprometía con nadie.
-Soy prefecto, no puedo
-No puedes o no quieres - Quería que Castiel participara alguna vez de sus bromas, que dejara de ser el niño bueno, que él sabía que no lo era.
-Sabes que no puedo - dijo enfatizando la última palabra, mientras lo miraba a los ojos, Dean estaba seguro que Cas se juntaba con su hermano pequeño Sam, porque no había otra forma de explicar cómo podían los mismos ojos de cachorro cuando querían conseguir algo
-Pero quizás nos ayudes con algún hechizo - puso su mejor sonrisa, esa que lograba que cualquier chica callera a sus pies - nadie se enterara
Castiel suspiro frustrado, él sabía tan bien como Dean que no se podía resistir a esa sonrisa - ¿Qué quieres hacer?
La sonrisa que Dean tenía ahora en su rostro, no presagiaba nada bueno
2.
Un día más de clases, nada cambiaba, todo seguía igual, los mismos profesores, las mismas casas, los mismos alumnos y Dean seguía igual que siempre, aunque solo en apariencia, porque parecía que su vida era la única que estaba cambiando vertiginosamente, él único que en un solo verano cambio todo, bueno no fue en el verano, esta decisión la estaba aplazando desde hace mucho tiempo, se fue de su casa, de esos tíos que no lo querían, que lo único que le importaba era la pureza de sangre, y solo porque él entro en Gryffindor y no en Slytherin era una vergüenza, extrañaba a sus padres, después de la muerte de Mary en un incendio por un conjuro de un mago extremista, su padre, John, no descanso hasta dar con él y matarlo, ese era el plan, pero fue él quien murió en su enfrentamiento.
Mientras todo eso pasaba, John los llevo a casa de unos tíos de sangre pura que nunca los aceptaron, para ellos eran unos repugnantes seres, sangre sucia que no tenía valor, a pesar de llevar el apellido Winchester tan conocido y prestigioso en el mundo mágico. Dean ya no aguanto más, quería conservar el último retaso de cordura que le quedaba, tomando las pocas cosas que le pertenecían, se fue en su auto, un Impala del 67 que era lo más preciado que tenia, partió a la casa de su amigo Chuck, que gracias a Merlín lo acogió en su casa (“me fui de la casa” “Venga, entra no te quedes ahí”)
Lo que más le dolió fue dejar a su hermano, Sam tenía 13 años, y recién cursaba tercer año en Hogwarts, cada vez que lo veía por los pasillos del colegio, con la corbata verde y plata, y la serpiente por insignia, miraba al suelo, no a sus ojos. No hubo despedida para ellos, ni siquiera un adiós, todo fue una pelea rápida que acabo con él en la calle y Sammy encerrado con esos locos que apoyaban a un mago llamado Lucifer que quería dominar el mundo, y matar a todos los hijos de muggle que pudiera encontrar
Y así empezaba el día con unos pensamientos que no ayudaban en nada a su ánimo, las clases de defensa contra las artes oscuras eran su fuerte, tenía la agilidad necesaria, movía la varita en el momento preciso y con el giro de muñeca necesario, pero hoy era clase teórica con el profesor Bobby Singer, un viejo amigo de su padre, que siempre le tubo cierto cariño, pero era estricto cuando la ocasión lo ameritaba, como esta.
-Winchester, ¿Cuál es la principal característica que diferencia un hombre lobo de un animago?
Dean al escuchar su apellido da un respingo en su asiento, la verdad se había olvidado de la clase, entre sus cavilaciones, y el sueño que tenia, no había dormido precisamente la noche anterior, sonrió de medio lado, recordando, miro lo más discretamente posible a Castiel. Una mano pasando al frente de su cara lo distrajo- Winchester, quita esa sonrisa boba y contesta la pregunta - un coro de risas se escucho en el salón, se sonrojo un poco, haciendo que sus pecas se notasen aun más - una mala noche, o quizás muy buena
-Francamente estupenda-sonrió con satisfacción- gracias por preguntar, pero bueno la principal diferencia es que el hombre lobo se convierte con la luna llena, no teniendo conciencia de lo que hace o deja de hacer, en cambio el animago piensa exactamente igual que nosotros, solo se le agudizan los sentidos, cambiando de humano a animal cuando él desea - Dean agradecía conocer tan profundamente la respuesta, ya que la había vivido en carne propia, siendo el mismo un animago, su forma era un perro, grande y lanudo, se parecía al Grim, a él le encantaba asustar a la gente con lo mismo
Dean no era un alumno sobresaliente por aprender material, aunque sin embargo tenía buenas notas, su fuerte era la práctica, los hechizos, los movimientos, los animales, cualquier cosa que no necesitara un libro para saberla
3.
Llevaban casi un mes planeando la broma, la guardaban para Hallowen cuando todos estuvieran en el gran comedor, sería lo más indignante que un Slytherin pudiera imaginar, como había acabado Castiel metido en ese enredo, no lo sabía, o quizás no quería recordarlo
Estaba todo listo y preparado, Castiel ya había hecho su parte su parte y pedía a Merlín que no pillaran a los chicos, las 9 con 15 minutos y todos estaban cenando, en el Gran Comedor, Dean estaba a su lado, mientras Chuck y Ash se colaban a la cocina.
Dean le pasó una copa de cerveza de mantequilla - quieres un poco, esta riquísima - le dijo mientras comía con ansias, negó con la cabeza, siempre tenía que estar comiendo
-No, gracias - se acerco un poco a él -crees que les paso algo - le dijo al oído en un susurro
-Lo dudo - Dean se movió intranquilo en su asiento, acaso Castiel no entendía lo que provocaba si le hablaba así, creía que no recordaría cuando lo pillo desprevenido en el armario de las escobas, o Cas era muy inocente o se hacia el tonto
En ese momento entraron Chuck y Ash por la puerta principal con una sonrisa radiante en la cara, y estuvieron seguros que el plan había funcionado tan cual fue establecido
Haciendo un espacio para que se sentaran, Castiel se acerco a Dean, el Winchester había determinado que Cas era inocente, no había otra explicación - ¿Qué tal el día? ¿Todo funciono?
-Por supuesto, como siempre - le respondió Chuck, tomando de la botella de cerveza de mantequilla - Hoy es un día para celebrar - se defendió, viendo la mirada de los otros alumnos que estaban cerca de ellos en la mesa
Durante media hora, nada paso, ningún cambio, altero la rutina de la cena - Están seguros que hicieron todo bien - Dean se empezó a impacientar - Cas hiciste bien el hechizo
Un par de chillidos los hicieron voltear la cabeza, todo Slytherin, sin excepción alguna estaba con el pelo esponjoso, de color rosa, más parecían un algodón de azúcar andante que estudiantes de una casa que se caracteriza por la elegancia, las carcajadas de las otras casas opacaban los chillidos de las mujeres, y los gritos de venganza de los hombres, todo Hogwarts sabia quienes habían sido, bueno creían que habían sido, ellos lo negarían hasta la muerte.
Ruby, una alumna de séptimo de la casa de las serpientes, miro directamente a Dean, sus ojos lanzaban llamas - Te voy a matar Dean Winchester, juro que te voy a matar - grito tan fuerte que formo un silencio en la sala
Como todo un hombre Dean se paro y miro alrededor - ¿Por qué crees que fui yo? - puso su sonrisa inocente, no se le daba tan bien como a su hermano, pero convencía de todas formas
-No mientas, todos sabemos que fuiste tú
-No, yo no hice nada - Dean intento decir alguna idiotez de las suyas, pero supo que era mejor callarse, debían encontrar una forma de escapar antes que los profesores empezaran el interrogatorio para saber quien fue, y aunque dijera que no, nadie le iba a creer, aunque técnicamente estuviera diciendo la verdad, el que hizo las pociones fue Chuck, y el hechizo fue obra de Castiel, él solo dio la idea
Tomando su varita hizo aparecer en su mano, un articulo parecido a una bomba de humo muggle, pero que su efecto formaba una niebla espesa que no dejaba ver a más de unos centímetros de distancia, la lanzo por el piso, hasta llegar al medio del Gran Comedor, donde empezó a hacer efecto, gritándole a sus amigos, salieron corriendo del lugar hasta llegar a su sala común, las risas resonaban en la habitación, Castiel se sentía bien, había participado en algo ilegal, y la adrenalina fluía por sus venas, miro a Dean, el plan había salido a la perfección.
Dean le planto un beso a Cas, no le importo que sus amigos estuvieran mirando con ojos grandes de asombro, ese había sido un gran día, he iba a terminar mucho mejor, con ellos dos revolviendo las sabanas, y comiéndose a besos, que Chuck y Ash se fueran buscado donde dormir, porque hoy la habitación no la compartía con nadie que no fuera Cas.