Título: Contigo, por ti
Autor:
paunyPersonajes: Dean Winchester/Castiel
Clasificación y advertencias: nc-17 leve muy leve
Notas: gracias a
michan-kitamura por ser mi beta *abraza, la estruja*, acepto que critiquen y me tiren tomates, es el primer lemmon (leve pero para mi cuenta) que escribo y slash, si esta fome malo o raro díganme que quiero mejorar xDDD Esto es para el reto mascara de
crack_and_roll escrito en segunda persona y presente
Sabes los motivos que llevan a que las manos ásperas de él se muevan sobre tu piel con desesperación, tú sabes por qué sus labios arrasan, invaden tu boca… tú, y sólo tú lo sabes; porque es contigo que su máscara cae. Dean no puede quebrarse con Bobby, mucho menos con Sam, porque para ellos él debe ser fuerte, aparentar tranquilidad, pero contigo no. Por eso te besa con anhelo, y con miedo, miedo a perder lo único que le queda, las personas que ama y por las que ha dado todo.
Sólo tú lo interpretas tal como es, ves el temor a través del sarcasmo que hay en su voz cuando trata de protegerse, incluso cuando sus defensas están más altas. Y por eso él se ha metido en, bajo, tu piel. Provoca que te cuestiones. Te dijeron protégelo, y te limitaste a obedecer, ahora no conoces los limites de lo que harías por él.
Muchas cosas han pasado, pero la ansiedad en su toque es la que mas te hiere, porque falta poco para que tu misión en la tierra termine y no quieres alejarte de él, sientes que te necesita, que sólo tú puedes ayudarlo, y aunque le dijiste que no obedecías al hombre, a él no dudarías en seguirlo.
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Sus labios dejan un rastro húmedo desde tu cuello a tu boca, le respondes con la misma ferocidad, se dejan sin aliento mutuamente, te olvidas de todo, de Dios, tu padre, de los ángeles, tus hermanos, y hasta de tu nombre. Te limitas a sentir, porque hoy no hay juegos, nada de preliminares. Te penetra con fuerza, sin siquiera prepararte, pero las sensaciones que te asaltan son tantas, que el dolor no te preocupa y lo olvida de un segundo a otro.
Tú, un ángel del señor, sientes la misma necesidad, el mismo deseo, que el humano que empuja sus caderas contra las tuyas. Es el único placer que te permites, el único pecado que cometes en la Tierra, y no estas pensando en el sexo, aunque también, sino en tus ganas de sentirlo, eso es lo que en verdad te asusta. Dean te susurra en el oído cosas sin sentido, los nombres de ambos salen de la boca del otro, formando una melodía en la oscuridad. Jadeos escapan de tus labios que mueren en el cuerpo del cazador, tratando de memorizarlo, aunque sabes que no es necesario, porque nunca podrás olvidarlo.
Buscas su boca, profundizando un beso errático, que dice mucho más que cualquier palabra, él te embiste, y lo sientes en ese punto mágico que te hace delirar, y sólo eso basta para hacer tus defensas caer, porque sentirlo profundo en tu interior, es más de lo que puedes soportar. Te corres con fuerza, gritando su nombre, mientras te estremeces en sus brazos, él arremete contra ti, haciendo que tu orgasmo sea más intenso y alcanzando su propio clímax.
Tomas una decisión, vas a aliviar de una forma u otra la pesada carga sobre sus hombros, porque tú eres Castiel, un ángel que vino a la tierra con una misión predeterminada, así que vas a cumplirla bajo cualquier precio, porque ese simple humano que a tus ojos es frágil, ha tocado profundo dentro tuyo. Te ha enseñado a sentir, a ser; y ahora entiendes a las personas, en especial a él, que posee esa fortaleza emocional que es mucho mayor que la tuya.
Dean cae sobre tu cuerpo desnudo, su peso es irrelevante para ti, y aunque lo fuera, no te importaría, porque ahí es donde quieres estar, y porque cuando lo ves así, indefenso y sin ningún pudor, es como mas te gusta observarlo.