Ruina, tabla Momentos

Aug 10, 2011 16:08

 ¿Creíais que había abandonado esta tabla, verdad? ¿Verdad? Pues no, y como ya dije ayer, me he metido con esto de reto_diario  y toca ponerse a hacer fanfics a mansalva. Así que, si además tenemos en cuenta que ayer vi la última parte de la séptima película -y lloré como una magdalena- pues... el fic que viene a continuación es una viñeta de George ante la muerte de su hermano.

Existe una extraña teoría que dice que el momento más álgido de la felicidad es aquel que existe entre el instante en que se produce un hecho y en el que nos enteramos de ello. George Weasley siempre había pensado en ello como una pieza clave a la hora de llevar a cabo las jugarretas que su hermano y él hacían a cuantos tenían ocasión. Nunca se había parado a pensar, sin embargo, en que también podía aplicarse a otros casos. Casos que, a pesar de todo lo que habían pasado aquel año, no había tenido en cuenta que pudieran ocurrirle a él. Casos como el que todos experimentaron aquel día, casos que nunca podría olvidar.

George no recuerda mucho de aquel día en que su vida, y la de todos, cambió. Las imágenes se entremezclan en su cabeza y, cuando cierra los ojos, sólo ve dos colores, el verde y el rojo. A duras penas consigue acordarse de lo que sucedió, y a veces se le escapa una sonrisa. Cuando los recuerdos son bonitos. Cuando Percy estalló y pidió perdón a su madre, cuando volvieron a ser nueve cabezas pelirrojas fundidas en un abrazo. Cuando Molly acabó, contundentemente, con Bellatrix. Cuando... la batalla parecía estar inclinada a su favor, es cuando George sonríe.

Pero es una sonrisa triste, melancólica, típica de alguien que acaba de escuchar una historia que no le pertenece. O una historia que le pertenece demasiado. De las que te harían llorar sino fuera por ese sabor agridulce que tienen; esas en las que eres demasiado consciente de que no podría haber cambiado nada, por mucho que hubieras querido. Exactamente igual que en la suya.

George recuerda poco de aquel día, ni siquiera si lloró, o gritó, o qué hizo cuando vio a su hermano tendido en el suelo, frío como un fantasma y tan lejos de allí como los propios Tonks y Remus. Supone que sus padres le abrazaron, que las cabezas pelirrojas, ocho esta vez, volvieron a juntarse en mitad del Gran Comedor. Ha escuchado, mucho después, quiénes se acercaron a él para insuflarle ánimos, quiénes se quedaron petrificados mirando a Fred...

Pero él sólo es capaz de recordar una cosa: esa sensación de vacío, de ruina, de absoluta desolación que revive desde entonces sin poder hacer nada por remediarla. Las paredes del castillo, sus altas torres, sus vidrieras estaban destruidas mientras fantasmas y dementores se paseaban a sus anchas por ahí. El colegio se reconstruyó poco después gracias a la magia. Volvieron a levantarse las paredes, se reforzaron las torres, se diseñaron nuevas vidrieras... y Hogwarts siguió adelante. Pero a George esa magia no le afecta, porque, ahora, sin su hermano gemelo, su fuente de magia está permanentemente dañada y ahora, sin Fred, es como cualquier otro mago más. Por eso, detrás de esa sonrisa que George nunca ha dejado de esbozar, el mejor tributo que puede dedicarle a Fred, esté donde esté, se esconde un rinconcito lleno de promesas rotas, de planes que nunca llegaron a hacerse, de bromas que ya no gastaran, de frases que ahora George tiene que terminar solo. En un lugar dentro de George que todo el mundo conoce pero en el que nadie se quiere adentrar solo, y que preferirían que él no visitara con frecuencia, se encuentra un mundo roto, un mundo herido, lleno de ruinas.

Y me parece que en breves voy a empezar a postearlas en 30vicios  o moriré cuando tenga que hacer todas de golpe.

personaje: fred weasley, tabla: momentos, comu: retos a la carta, fandom: harry potter, comu: reto diario, personaje: george weasley

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