(no subject)
Aún recuerda cuando llego a ese hospital psiquiátrico, no recuerda nada de lo ocurrido, solo sabe que con unas espadas que no sabe de donde llegaron, asesino a su hermanito, no era su culpa, sus padres se habían quejado de sus llantos en la noche y ahí estaba, solo meciéndose aburrida durante el resto de sus días.
Cuando de repente un fuego negro rodeo el área, asesinando a todos esos médicos a los que tanto detestaba, eran unos hombres con una magia extraña, un niño rió divertido al verla a ella con esos ojos tan fríos.
―Eh, Urtear-san, ven para acá, encontré algo interesante―
―Espero por tu bien que no lo hayas quemado―
Soltó una voz, de repente una niña apareció y le miro a los ojos, Meldy apenas levanto la mirada, Urtear sonrió apenas le miro a los ojos, tenía unos ojos muy parecidos a los suyos, oscuros y llenos de odio, se acercó a ella mientras le tomaba en brazos, sin antes comentarle.
―Me gustas mucho, niña, podría decir que me veo un poco en ti ¿Tu nombre es? ―
―Meldy―
―Yo soy Urtear y el idiota lanza-fuego negro es Zancrow. Pareces tener talento―
Dicho eso desaparecieron en mitad del hospital, mientras Meldy miraba detrás del hombro de Urtear la desesperación de los pocos tipos vivos, sonrió feliz por primera vez en su vida.
Y Zancrow no lo paso por alto, porque se estaba riendo al verla así.
Aún agradece que ellos hayan estado allí para ella, porque ella iba a punto de matarse si seguía en ese hospital, por lo mismo, ella mataría a Gray Fullbuster y a la número 13 si era necesario.
No le importaba morir ella también junto con el mago del hielo y la mujer del agua, encadenaría su vida a la persona que más odia solo para acabar con esta, por el bien de Urtear.
Mientras tanto, en otro lugar, mientras Urtear cargaba a Zeref, sintió un mal presentimiento, miro hacia atrás.
―Meldy…―
¡No! ¡Debía continuar su camino! Meldy era muy lista, podía cuidarse sola.
Pero eso no evito que la maga del tiempo tuviera un mal presentimiento, la niña era de las pocas personas por las que Urtear podría al menos preocuparse, después de todo.