Título: Pandora
Clasificación: NC-17, Yaoi
Géneros: Angst, AU, ligero BDSM
Parejas: OnHyun (Jongyuu)
Resumen: Jinki es un chico tranquilo que llama poco la atención. Jonghyun es un muchacho activo que se come el mundo por el cual anda. Una noche, buscando algo entretenido que hacer Jonghyun conoce en Internet a un extraño personaje al que, poco a poco, comienza a desear; esta persona le lanza un reto "Seré tuyo el mismo día que Jinki quiera serlo". ¿Será Jong capaz de jugar con el corazón de Jinki para conseguir lo que quiere o quizás descubra que ese chico esconde algo más?
Nota: Este fic lo escribí para el SN de primavera del 2013. Esta vez le he añadido algo más después de leerlo.
Prólogo
«Recorre los caminos de tu mente como un caballero de capa y espada, como un motorista sin control, paseándose por tu sistema nervioso bailando un vals imposible de detener, escuchando una música que nadie más oye, centrándose en lo que siempre ha sido un misterio para todos, incluso para mí.
Sucesión de recuerdos borrosos, imposibles e inmemorables; una lista de defectos que se convierten en virtudes y viceversa.
Notas quebradas de una melodía inconclusa, completamente incompleta; el otro lado del espejo, la otra mitad de la naranja, la cara opuesta de una moneda, el ying y el yang: el bien y el mal, el blanco y el negro.
Todos somos en definitiva dos mitades del mismo ser, con la misma existencia, con el mismo cuerpo, obligados a ser uno, empujados a reprimir las voces internas que nos dicen "salta", que nos gritan "hazlo". Y esa otra voz, la que llamáis la voz de la razón, ese Pepito Grillo que nos indica el camino; bendito santo al que hay que darle las gracias porque sin él no sabríamos actuar como es debido. Algunos, como yo, como el resto de esta gente, carecen de él y entonces comienza lo otro; más bien dicho el otro.
Algunos de vosotros habréis leído el libro del Doctor Jekyll y Mister Hyde. Unos lo habrán devorado inmersos en su apasionante literatura y muchos otros lo habréis tenido que digerir con pesadez, obligados por el temario de un sistema escolar que no ha tenido en cuenta vuestros gustos.
Pues, señores míos, hoy caminamos entre Jekylls y Hydes, caminamos entre gente sin alma, sin voz ni voto, gente que vive por el simple hecho de vivir y gente que al contrario, marca su propia vida. Y entre todos esos borregos existe uno que siempre va al revés, ese al que llaman rebelde, invertido, cabeza hueca, extraño, friki, ese al que señalan con el dedo, ese que no es, ni más ni menos, que el yo.
Corremos por laberintos tintados de recuerdos que pintamos de conocidos, que son ecos de una falsa verdad que ya ni recordamos si es cierta o sólo un sueño que se ha quedado atorado en la mente. Corremos sin pararnos a pensar, sin mirar las caras que nos observan, damos saltos y piruetas mientras la música de un violín de cuerdas semirotas tañe sonidos disonante, marea nuestra vista y desenfoca nuestros ojos.
Jugamos a ser dioses en nuestro propio mundo, dando cuerda a las cajas de música en nuestro corazón. Cierras la puerta y la abres, los sonidos de la muerte y la vida claman exagerados en la conciencia que jamás pediste, arrastrados y arrancados de un ser que amaste casi por consecuencia inexplicable.
Temes, como único suspiro de realidad y llorar sin poder controlar las lágrimas. El giro de la trama se te vuelve demasiado confuso y las palabras parecen vomitadas sin compasión por un mal escritor que puso en ti, si mucho reparo, los diálogos equivocados en los momentos menos oportunos.
Y bien, si todo esto semejas incoherencias, quizás de una mente atormentada, quizás de una pobre alma sin consuelo, no será más que, en el fondo, pensamientos sin control de alguien a quien catalogaron sin permiso. Tú, yo, nosotros, caminando por una vida que, aunque llamemos nuestra, sabes que nunca lo ha sido.
Las voces hablan, alto, muy alto, te confunden, me confunden, nos engañan y nos mienten. Intentan guiarnos y ninguno de los dos, ninguno de nosotros sabe si creerlas o no, y tras hacerlo sientes, que la decisión ha sido tuya, pero en el fondo podría haber sido de cualquiera.
Hoy te tiendo mi mano, te está esperando, lleva haciéndolo mucho tiempo, tú decides si quieres ser un Jekyll o un Hyde.
No pienses, ya no hay tiempo, no dejes que las voces te atrapen o quizás, sea demasiado tarde. Cierra los ojos, toma mi mano, déjate envolver por lo que todavía aún no ha sido descrito, ven a descubrir la verdad dentro que se esconde en los besos de estos labios mentirosos. Busquemos juntos esa verdad que será nuestra, ese hueco al otro lado del espejo,
Dime, entonces…
¿Saltarías conmigo?»