Castiel - Epílogo - FINAL
Epílogo
La vida nunca le había dado extensos momentos de felicidad, ni siquiera antes de la tragedia.
Es por eso que se aferraba a esos escasos momentos, por más nimios que fueran pero estos nunca venían de más allá que su entorno, su círculo íntimo. John, Sam, Jimmy, Caleb o Bobby; el resto del mundo no entraba. Era como si su padre no le autorizaba a confiar en ellos, él no lo hacía.
No salió bien con Cassie, y con Lisa la cosa no duro tanto como él creía y esperaba. No era sólo por la reaparición de su hermano, esa fue la primera vía de escape que tuvo a la mano, pero si no era eso a la larga otra era la excusa para alejarse de ella. Había cosas que por más que pretenda entender, en el fondo tenían visiones distintas.
Ni que decir de los cazadores con los que compartió alguna persecución en común o alguna línea de pensamiento. Gordon, Roy, Walt… y la lista seguía
Ni en el plano laboral ni en el plano personal había obtenido buenos resultados.
No confiar ni abrirse a ninguna de las personas que llegaban a acercarse, todas eran relaciones esporádicas. Personas que huirían a velocidad luz ni bien vean un atisbo de vida que llevaba.
Esa era su vida y no la iba a cambiar por el estereotipo de familia que predominaba en la sociedad. No iba a dejar la caza. Y no iba a arrastrar a nadie a vivir lo que él vivía.
Ese fue el motivo principal por el que le costó abrirse a Castiel.
El ángel era el único (junto con Sam) que conocía los miedos más profundos de él. Todo lo que había atravesado en su corta pero intensa vida. Cosas de las que no se arrepentía, y cosas que prefería no recordar..
…Y no había salido huyendo
Y sobretodo, que cuando se entregaba, lo hacía de cuerpo y alma.
Cuando Sam despertó, luego de un duro proceso, con el alma repuesta. Castiel verificó la completa vuelta del menor de los Winchester. Y si Dean pudiera volar de felicidad, los hubiera llevado a dar una vuelta.
Hubo una seria charla en la que se puso a Sam al tanto de todo lo que había sucedido en ese año y poco más, sin entrar en detalles; para que este no rasgue la pared y evitar así la posible caída a quedar incapacitado en el proceso.
Sam juró y perjuró a Dean que le consultaría e informaría sobre cualquier tipo de flash que representara algún recuerdo, para que el mayor, si estaba a su alcance, le diría que había sucedido.
Sam estaba satisfecho que Dean por fin haya encontrado en quien refugiarse, alguien que lo proteja, lo apoye, alguien con quien discutir de todo y de nada, alguien a quien pueda cuidar y a la vez le pueda cuidar, poder dejar de ser a toda hora un súper héroe.
Que respete sus silencios, pero que lo sepa presionar antes de que sea tarde.
Sea un ángel o un hombre; lo importante era que Dean confiaba en él. Eso para Sam era más que suficiente para él.
Si Dean era feliz con él, eso era lo único que importaba.
AHORA SI QUE ESTO HA CLAUDICADO...