ULTIMO CAPI (SOLO QUIZÁS AGREGUE EPÍLOGO... SOLO PERHAPS)
10º Capítulo
Abrir los ojos por sentirse observado de esa forma, tener nuevamente puestos sobre él esos ojos entre verdosos y grises pudiendo leer en ellos infinidad de cosas, era el mejor despertar que Dean podía desear.
Abalanzarse hacia el para cerciorarse de su estado era el movimiento innato en él, pero que Sam lo frenara interponiendo la mano para que deje de acercarse, le provocó un intenso escalofrío.
- ¿Sam, que sucede? ¿Estás bien…? Intrigado y preocupado era su estado.
- ¿Cómo quieres que esté Dean? Has hecho conmigo lo que se te antojó… como siempre. Manipulas mi vida como si fuera tu marioneta. Y este último intento ha sido lo peor que has hecho, pronto no seré más que un cuerpo inservible al que podrás seguir manipulando a tu antojo porque quedaré con mi menta frita al recibir los recuerdos de lo que mi alma atravesó en el infierno.
Pero claro, a ti eso no te afecta, no quieres a tu lado a alguien que puede tomar sus propias decisiones, alguien que puede ir de caza sólo, alguien que tiene su propio estilo. Solo quieres a tu hermanito, el único que aún no te ha abandonado, el único que nunca te contradice completamente. El que siempre termina accediendo a hacer y decir según tu ley.
ESCUCHENME TODOS, SOY DEAN WINCHESTER… ¡¡HAGAN LO QUE DIGO!!
Como si tú nunca la hubieras cagado, que todo lo que haces es correcto y justo. Y Sam… ¿alguna vez pensaste en como se sentía Sam al seguirte…? Él era el mejor de su clase, iba a tener una vida, un trabajo. ¡Sabes siquiera que Jessica tuvo que pelear por la atención de Sammy! Si, porque pese a que estaba alejado de ti y de John, tus palabras nunca dejaron de rebotar por su mente. Y al ver a una chica como Jessica las palabras “fuera de tu liga” con tu voz inmediatamente se hacían eco.
Pero claro, Dean accede a que Sam regrese con él a cazar. Lo instruye como nunca antes; ni siquiera cuando lo sacaste de Stanford lo aleccionaste como cuando te confesó que Lucifer se le apareció en sueños para que le diera el si a ser su recipiente. Te llamó pidiendo volver, pero tenías que ser tu el que decidiera si debían o no estar juntos… ¿Dónde te deja eso Dean? Sam convertido en tu perrito faldero, sin voz ni voto. Y ahora que ya no te seguía por tener otra perspectiva… lo obligaste a aceptar a que le reincorporen el alma.
¿Pero que es el alma, Dean? ¿Sabes siquiera que es eso…? ¡No me vengas con que con ella puede saber si sus acciones son correctas o incorrectas! Bien o mal. Millones de humanos la tienen, y eso no les priva de cometer atrocidades iguales o peores que las cometidas por los demonios esos que persigues.
Tú tienes alma ¿Eso donde te pone? ¿Arrojarás la primera piedra?
Ni que decir una vez cometidas, si se arrepintieran realmente no seguirían cometiendo una y otra vez esas barbaridades. Te tengo noticias Dean… ustedes, los humanos disfrutan tomar las vidas ajenas, infligir dolor y cualquier tipo de daño físico y psíquico a quienes consideran más débil; y durante el día o a la vista de todos ser considerados ejemplo de ciudadano, padre de familia ejemplar, madre dedicada, empresario del año y la lista es interminable.
Pero no quiero aburrirte, sólo vine a ponerte sobre aviso. Para que luego no estés lamentándote que las cosas no salieron como has previsto o según tus deseos.
Ves ese cuerpo de allí, dice girándose para que vea a Sam aún inconsciente, despídete de él porque nunca más despertará. En estos momentos se están fundiendo los recuerdos de su estancia por el sótano infernal y como era de suponer su cuerpo y mente no lo está resistiendo para nada bien.
Todas esas palabras eran loza sobre la espalda de Dean, él nunca quiso que a Sam le pasará nada malo, siempre se jugaba la vida por los demás, el hacerle frente a las adversidades eran lecciones aprendidas desde niño. Pero nunca se topó con algo que no pueda revertir con algo de tiempo. Y que Sam quede destrozado por su obstinación, su cabezonería de que las cosas debían ser como siempre…
Que el era un Winchester y todo lo podía arreglar, era su lema interno cada vez que se topaba con un callejón sin salida; hasta encontrarse en esta situación… el acabando con la vida de quién siempre protegió. Ni cuando estaba infectado con el croatan se planteó seriamente dar fin a la vida de Sam, sobre su cadáver. Sam sobre todas las cosas, pero no el Sam robot del último año, ese era un completo desconocido para él. Tenerlo cerca provocaba que se le erizara cada pelo. Y no sabía a ciencia cierta si amanecería al día siguiente teniéndolo alrededor. Porque seguía estando a su lado, porque este Sam aceptaba estar cazando con él si tenían diferentes modus operandi, a cuenta de que permanecía a su lado y no se largaba con los Campbell o sólo.
Cuando la figura idéntica a su hermano le hizo ver al verdadero cuerpo del Winchester pequeño, se asustó más todavía. Despertó antes de que Castiel tuviera tiempo de llamarlo, después de todo su sentido proteccionista de hermano seguía intacto, para plantarse al lado de su hermano, llamándolo y rogando nuevamente a que reaccione y deje de pelear con lo que sea que esté sucediéndole en sueños.
Castiel, tranquilizó a Dean, diciéndole que ya estaba a punto de acabar, que los recuerdos dolorosos estaban siendo arrinconados por una gran muralla y que cuando Sam despertara sería el mismo chico que conoció en un hotel perdido hace unos años atrás.
Dean y Castiel se quedaron un breve momento mirando a Sam que parecía estar mejor.
- Cas… yo quería decirte… En cuanto al beso… mierda no sé como empezar
- No hace falta que digas nada
- Calla Cas, que esto es difícil para mí y no quiero alargar más las cosas. No sé cuanto sabes de mí, no sé ni yo mismo ya lo que puedo asegurar saber de mi mismo. Toda mi vida giro en torno a Sam y mi padre, en cuanto a parejas nunca se dieron bien pero jamás me había fijado o llamado la atención por alguien de mi mismo sexo. Tú has estado con nosotros ayudándonos por mucho más tiempo del que te correspondía.
Te rebelaste por nuestra causa, desobedeciste porque te lo pedí, eso te convertía en un gran aliado e internamente a mi parecer en un gran amigo. Nunca me pregunte que sería perderte, no saber más de ti porque tú decidieras alejarte, que otros llamen tu atención y deje de ser yo el centro de la misma… hasta lo del otro día.
No me gustó para nada verte tirarte a Meg, un demonio Castiel.
Debo estar considerándote como algo muy mío, y no sé desde cuando; pero no me gusta compartirte con nadie. No se bien como decirte… pero me agrado mucho los besos que me has dado.
No sé si lo que esperas puede funcionar bien o mal, si puedo darte lo que esperas y mereces. Sólo no me dejes estropearlo…
Sam, Bobby y tú son mis únicas constantes… no quisiera perder a ninguno. Menos a ti, eres uno de los pocos que conozco de hace relativamente poco y confío como si fuera de toda la vida.
Acercarse al ángel para darle un suave beso; esta vez por iniciativa de él; que luego se tornó más necesitado y de alguna manera marcar el inicio de una relación más íntima, más privada… sólo de ellos dos.
Pronto el beso dejó de dirigirlo Dean siendo Castiel el que tome el control.
- WOW! Fue lo único que pudo salir de la mente obnubilada de Dean
- Chico de la pizza, fue la única respuesta.
- ¡Diablos! que con tan pocas imágenes aprende tanto, pensó Dean. Recuérdame hacerte ver otras pelis… cuando estemos solos.
Que Castiel permanezca a su lado, en las buenas y en las malas era lo único que Dean podía desear de él.
- ¿Dean? ¿Puedes desatarme ahora?
Imprevistamente la voz de su hermano lo quitó de la ensoñación cursi a la que sin querer había caído.
Separándose del ángel se agachó junto a su hermano, para abrazarlo felizmente, porque esos ojos, sí eran los de su hermano. No sentir que Sam lo frene fue algo maravilloso. Y que Sam le diga que se sentía mal por no poder devolverle el abrazo, era impagable.
Con un leve movimiento de manos, Castiel desató a Sam y así los hermanos Winchester se fundieron en un abrazo de oso; abrazo que a los ojos de otros parecía una eternidad, pero que a los implicados les supo un suspiro.
No supo cuanto tiempo había estado ausente, su cuerpo vagando por la tierra sin alma. Todo era muy confuso aún, pero con su hermano a su lado y su cuñado particular, nada podía ir mal por mucho tiempo.
Volvía a ser los hermanos de siempre, volvía a ser Sam Winchester; real y completo Sam Winchester y eso lo llenaba de satisfacción.
Así que el abrazo con el que se saludaron mutuamente en vez de claudicar se prolongó un poco más, y con breves golpes en la espalda del otro confirmaban que no se trataba de un sueño
El tiempo se detuvo en ese momento, cada hermano quería atesorar en su memoria ese instante, aferrándose, aún más si eso era posible, al cuerpo del otro.
Un silencioso gracias salió de Sam dirigido hacía Castiel terminaba de cerrar los momentos más angustiosos que Dean pudo haber pasado.