Castiel - capítulo uno
No tengo nada que decir, si quieren leer como le fue a Cas en esta odisea sigan leyendo. Sino, hagan de cuenta que no existo!!
Sam: Y entonces, me dices que lo has intentado de varias formas. ¿Como por ejemplo? ¿Que has hecho para que Dean se entere de lo que sientes?
Ante esta pregunta el ángel se sintió incómodo, solo había acudido al pequeño para ver si podía conseguir algo de ayuda, no para que lo someta a un interrogatorio! Pero entendía que algo tenía que decirle, porque de lo contrario se arriesgaba a que Sam le plantee ideas que él ya había puesto en práctica, o las había descartado; pulir las que creía que podrían funcionar y quizás darle nuevas ideas que a él se le habían pasado por alto.
Castiel: Bueno, básicamente acudo a él cada vez que me necesita, trato de ayudarlo en todo lo que me pide. Incluso le dejé entrever que hacer cuando tuviste el encuentro con Lilith, esa vez que casi hiciste el pacto; y tenía a los demás ángeles viendo mis movimientos.
Creía que si Dean veía que estaba siempre tratando de lograr su bienestar, pese a todo lo malo que estaba sucediendo, comenzaría a apreciarme realmente.
Sam: Bueno Cas, él te ve como un gran amigo y aliado, básicamente no ha mostrado tener luces cuando un hombre le tira los trastos, él se enfoca en conseguir compañía femenina por todo eso de no establecer lazos emocionales de larga duración; y antes de que me digas lo de Lisa, te repito: para él Lisa es una tabla de salvación, lo único a lo que tuvo y pudo aferrarse para no ahogarse luego de vencer a Lucifer.
Lisa y Ben le dieron un poco de cordura a toda esa soledad que lo invadió luego de que me arrojara al pozo para frenar el Apocalipsis, y luego tú también te fuiste para poner orden al caos que reinaba allí arriba. Él quedo solo Cas, y yo le había hecho prometer que si algo no salía como planeábamos se iría con ellos.
Pero no se está quedando allí porque Lisa sea su alma gemela, lo que lo une a ella es un eterno agradecimiento por el apoyo brindado durante ese año, además hizo un buen trabajo con Ben.
Castiel: Me he oxidado un poco con el trato hacia ustedes durante mi ausencia. No sabes cuanto trabajo tuve arriba, y todo el orden que me falta poner aún... y creo que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa.
¿Todavía le disgustan las cursilerías, hablar de sentimientos y esas cosas, como lo llama Dean? pregunta con un tono de esperanza en su voz
Sam: Dios, SI! Por más que pasen mil años, Dean jamás dejaría de pensar de esa forma.
Castiel: Entonces, ¿cuál es el plan? ¿Que sugieres que haga?
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La semana paso casi sin contratiempos, una Lamia menos gracias a la ayuda de Bobby, que dicho sea de paso nos confirmo que fue muy inverosímil ver esa clase de bichos por estos lados.
Ah y también un estresante viaje a Escocia como muestra de su cariño por un exabrupto de mi parte: es que pocas veces me abría y va él dejándome en línea; PERO SE TRATABA DE SAM, y tenía que hablarlo con él.
No sé que le pasó durante ese fin de semana, estuvo raro, más ofuscado que de costumbre. Pero por fin logro conseguir su alma de nuevo. Bien por él, ahora Crowley será un dolor de cabeza menos en toda esta locura que se avecina.
Por lo que pude saber más tarde, la Lamia no fue el único bicho que en comportarse de manera inusual en estos tiempos. Bobby, más tarde y con un estado de ánimo mejorado, nos contó que Rufus se encontró con un Okami. Luego le preguntaré a Sam que cuernos es eso, seguro que me lo dice ahí nomás. Y luego se molesta cuando le llamo enciclopedia con patas!!
Castiel: ¿En que piensas? dice cortándole el hilo de pensamientos
Dean: En nada en particular. Cosas.
Castiel: Tu rostro no dice lo mismo, y por como creo que te conozco, pese al año que paso hay algo que te preocupa sobremanera.
Dean: Calla Cas, que vas a espantar los peces. ¿Para que me has traído aquí si no disfrutas de la tranquilidad y relajación que te brinda la pesca?
Castiel: Pues porque como te acabo de decir, te noto como si sintieras tener nuevamente todo el peso del mundo sobre tus hombros.
¿Es por Sam? ¿Por Lisa y Ben, te arrepientes de haberte alejado de ellos? Sé que habías construido algo y ahora tuviste que resignarte a dejarlo atrás…
Dean: Dime Cas, ¿para eso me trajiste aquí? ¿Crees que hablando resuelvo el haber dejado a quien me estuvo sosteniendo este último año? Ustedes saben bien que yo deserté de la caza por Sam, por su sacrificio. Y entendí lo de tu nuevo puesto. Pero resulta que Sam fue regresado por quién sabe qué, y ni él ni tú me pasó el recado.
¿Sabes como me sentí al saber que Sam estaba vivo? Al principio creí que Ojos Amarillos me había matado, que al fin volvíamos a estar juntos. Pero la inmensa alegría de volver a tener a Sam vivo duró… NADA! El muy maldito hacía casi un año que estaba pisando la tierra y ni siquiera tuvo la decencia de hacérmelo saber.
Ni él ni yo podremos saber nunca como hubiera actuado en ese momento…
Se podía ver la angustia en cada palabra y gestos del cazador, y Castiel deseo haberse mordido la lengua antes de llevar a Dean a ese tema. Pero no se le ocurrió otra forma de romper el hielo. Además quería saber de su boca que lo unía a Lisa.
Castiel: Dean…
Dean: No Cas, no hay nada que me puedan decir que salve la situación.
La idea de ir de pesca fue porque recordó que allí Dean se sentía en equilibrio, como que no existían los problemas, y creyó que haciéndolo realidad pudiera tener la chance de poder decirle a Dean sobre esos sentimientos nuevos que habían nacido desde que lo sacó de la cárcel infernal y que sólo pudo entender cuando sus caminos se separaron, sentimientos que crecieron con esas vigilias llevadas sin que éste se dé por enterado.
Y es así como Dean comienza a recoger todos los implementos de pesca, guardarlos y llevarlo al vehículo para regresar a la civilización.
Castiel solo pudo seguirlo ya que cuando Dean daba por concluida una discusión, no existía posibilidad que acatar la medida.
El viaje de regreso fue largo, tenso y silencioso.
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Sam: ¿Y como fue este primer acercamiento?
Castiel: Peor de lo que imaginaba. Dean está muy dolido y desconfiado por todo este asunto de tu vuelta. No puede ni quiere pensar en otra cosa. Esto me será más difícil de lo que imaginaba.