Dulces sueños: Capítulo 3 Energía.

Apr 04, 2010 15:26


 
Capítulo 3: Energía.
El interior de la mansión Riddle no podría estar más polvoso ni maltratado. El paso del tiempo ha provocado que el desgaste, tanto del edificio como de los muebles, sea más que evidente y, en ocasiones, irreparable por medios muggles. No importa, no se quedarán mucho tiempo. Seguramente Dumbledore los buscará ahí dentro de poco.

Ha acomodado a Potter en uno de los dormitorios, él se ha aseado y tomado ropas que eran de su estúpido padre. No podía seguir con los harapos que había llevado durante la pasada huída.

Sabe que no puede cargar con el muchacho en ese estado, significa aumentar su vulnerabilidad. Necesita esperar a que el efecto de las pociones desaparezca para que éste despierte. Dos días, tres a lo sumo.

Mientras espera, se alimenta y decide descansar un poco. Tiene que recuperar fuerzas y, aunque quiere hacer una poción que lo ayude a ello, no le es posible. Además, tiene que planear su siguiente movimiento, porque sabe que para haber podido escapar de Dumbledore de esa forma contó con una suerte extraordinaria más que otra cosa. Una suerte muy parecida a la de Potter en todos sus enfrentamientos, si tan sólo pudiera manipular esa fortuna a su favor…

Sin embargo, para ello primero necesita que el poseedor de tan tremendo favor apoye su causa, lo cual no será difícil. Después de todo, es sólo un niño de doce años que está asustado, confundido y falto de cariño, según sabe por lo que Weasley y el propio Potter escribieron en el diario.

Tan insignificante…
¿Estás escondiéndote lejos? ¿Perdido?

La desesperación comienza a invadirlo. Ha pasado una semana y Potter no ha despertado. Intuye que eso no tiene que ver con pociones, que es el mismo Potter quién ha elegido permanecer dormido y a salvo en el interior de su cuerpo. Valiente Gryffindor, huyendo a la primera oportunidad.

Es preocupante, si esto sigue así tendrá que hacer uso de un par de conjuros antiguos bastante poderosos y que, por lo mismo, requieren de una gran inversión de energía y magia. Una que no se puede permitir aún, porque, aunque la transformación haya sido un éxito y el cuerpo y el alma sean totalmente suyos por derecho, aún está débil. Necesita de una fuente de energía. Una energía joven, llena de magia y poder.

Pero es difícil conseguirla, de momento se tiene que conformar con absorber la energía de blancos fáciles. Niños muggles, quienes, además, tienen la mejor energía de todos, porque aún son puros.

Había tenido que ir al pueblo cercano, dos veces ya, buscar a un niño pequeño y lanzarle un Desmaius. Llevarlo a la mansión y hacerle una herida para obtener su sangre. Con la sangre pintaba un círculo en el suelo, lleno de símbolos antiguos, la mayor parte runas, pero también habían un par de caracteres semejantes a jeroglíficos. En los puntos cardinales escribía una palabra distinta: ergon en el norte, anemos en el oeste, spirare en el este y pneuma en el sur.

Una vez listo el círculo, ponía a la víctima en el centro. Decía un hechizo ininteligible, en el cuál se podían escuchar las palabras escritas algunas veces. Pronto, una luz comenzaba a rodear al infante y cambiaba a lo largo del ritual a un torrente plateado que se dirigía a él. En ese momento, Tom abría su boca y recibía el río de energía como si se tratase de beber de un manantial. Cuando se agotaba la energía del pequeño, Tom se acercaba a él y, llevando una copa a las muñecas del niño, hacía una herida en éstas, de tal forma que la sangre cayese en la copa. Luego, él la tomaba y se sentía listo, rejuvenecido y con más energía que antes.

Sin embargo, la vida del niño sólo servía para hacer que su cuerpo recuperara su capacidad de moverse y actuar. Su magia no incrementaba y Potter, su fuente de energía permanente, esperaba, simplemente no despertaba para poder sellar el pacto.

Y el tiempo corría.

**

Hacía un mes de la desaparición de Weasley y Potter. Lucius Malfoy no podía estar más satisfecho con ello, significaba que cualquiera que hubiese sido el plan del Lord había tenido éxito. Y, dado que él había sido una pieza importante, esperaba ser recompensado cuando el Señor Oscuro lo llamase.

Y sí, el Lord lo llamó. Pero de una forma poco ortodoxa, en lugar del antiguo dolor en su brazo, era una lechuza. La cita era en una cabaña que parecía abandonada e inhabitable, en un pueblo no mágico. Algo poco habitual en él. Sin embargo Lucius no le cuestionaría eso, por algo sería, ya acudiría sin falta al llamado.

**

-Mi señor -Lucius hizo una ligera reverencia. Por ello tardó en notar que era un chico el que se presentaba en lugar del Lord, pero no tardó en notar varios rasgos similares a la fisionomía de su señor. Los mismos ojos, la mirada fría, la boca apretada, los rasgos lozanos que en un futuro serían atractivos y dementes.

-Lucius, el plan ha ido bastante bien. -Tom caminaba de un lado a otro y Lucius permanecía sentado en la maltrecha silla-. Sin embargo, necesito un lugar donde esconderme, no puede ser tu casa, -Lucius suspiró casi imperceptiblemente lleno de alivio-, pero sí una de tus propiedades. Además, necesito dinero, mi antigua varita y algo de ropa decente.

-Como diga, mi señor.

-Y otra cosa más, espero que tengas material suficiente para fabricar un par de complicadas pociones. Si no es así, te lo haré saber.

-Sí, mi lord.

-Es todo Lucius, puedes retirarte.

Días más tarde, Tom y Harry estaban instalados en una lujosa casa, propiedad de los Malfoy, cerca de Canterbury. Sin contar con que Tom ahora tenía su varita, era perfecto.

**

El plan había resultado. Sabía que pedirle a Lucius que le entregara a Draco era algo completamente imprudente. Lucius no se lo entregaría bajo ninguna circunstancia. Incluso dudaba que un día tuviese la intención de poner a Draco a su servicio, lo cual de ocurrir sería cuando éste tuviera la mayoría de edad, mucho menos se lo entregaría teniendo sólo trece años.

Pedírselo sería sólo ponerlo sobre aviso.

Ahora tenía un lugar caliente, seguro y donde podía hacer pociones para intentar despertar a Potter o para, en todo caso, tomar las medidas necesarias para ello. Junto con los ingredientes comunes, tenía un par de cabellos de Lucius, más que suficiente.

**

Un niño rubio corría por el callejón Diagon, había acompañado a sus padres a hacer algunas compras. Su señor padre quería que fuera con él a comprar ingredientes para algunas pociones y su madre deseaba comprar túnicas nuevas. Padre le había prometido un par de libros nuevo y madre le compraría un montón de dulces.

En su carrera a través del callejón perdió momentáneamente a sus padres, no que eso lo asustara y de hecho, verse de pronto libre y a sus anchas en el lugar le producía un cosquilleo en el estómago. Tal vez ahora pudiera investigar esa tienda con revistas y uno que otro juguete interesante de la que le había hablando Blaise.

Vio a madre de lejos, pero ella no lo divisó entre el gentío, se dirigía hacia la tienda de túnicas que recién habían abierto. Padre no se veía por ningún lugar. Se dirigió hacia la tienda.

-Draco, aquí estabas -dijo su padre. Se había topado de frente con él y chocado con su pecho. Había aparecido de repente, casi de la nada-. Tu madre quiere que vayas a Madame LaRose, desea encargarte un par de túnicas. Andando.

Padre lo tomó de la mano y empezó a caminar, qué lástima, ya no podría ir a la tienda. Sin embargo, pronto notó que no se dirigían hacia la tienda de Madame, iban a un callejón, uno sin salida. ¿Por qué?

-¿A dónde vamos padre? Este no es el camino a Madame LaRose.

No hubo respuesta. Empezó a forcejear con el hombre, esto no estaba bien, pero el hombre era mucho más fuerte que él y no podía hacer gran cosa por liberarse. Había intentado gritar, pero él le había puesto una mano en la boca y lo había hecho callar.

Comenzaba a desesperarse, con suerte eso desestabilizaría su magia y habría una manifestación no controlada, llamaría la atención de alguien y podría escapar. Pero apenas estaba esbozando el escenario cuando sintió que desaparecía. El hombre había hecho una aparición conjunta y ahora estaba frente a una gran catedral. Demasiado impresionado para actuar, de pronto se sintió desfallecer y antes de que el caer inconsciente, alcanzó a ver un borrón café que se mezclaba con el cabello rubio de padre.

**

No sabía si Lucius sospecharía de él en el secuestro de Draco, pero por el momento era mejor estar lejos de Canterbury. Además, Salisbury estaba cerca de un punto de poder, hacer el ritual ahí era mejor que en la mansión de Canterbury. Sin embargo, esto lo colocaba cerca de Malfoy Mannor, era un poco riesgoso, aunque, conociendo a Lucius, nunca investigaría en un lugar tan cercano.

Se sentía como niñera, ahora cargaba con un par de niños, ambos inconscientes y siendo sólo un estorbo. Todo fuera por obtener la energía necesaria.

<< Capítulo 2
>> Capítulo 4

Fic que avanza lentísimo, recuerdan un Tom/Harry, pues es ese y creo que tal vez sea trío... o mato a Draco, no sé :P
Y ya, ahí queda.

drarry, fics, retos, harry potter fics

Previous post Next post
Up