[BSG] Tentaciones varias
Ya empecé con la tabla pero los primeros 4 besos que me salieron (casi sin querer) no son tan inocentes como pensaba. Pero bueno, una vez vivo en mi imaginación con ellos dos casados no hay más... xD
Título: Tentaciones
Autora: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Laura/Lee
Spoilers: -
Rating: PG-13
Palabras: 511
Argumento: Una apuesta. Marido y mujer.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #01 Mira hacia acá.
- ¡Ei, Lee!
Dejó de estudiar por un momento los papeles que tenía delante para mirar a su mujer, recién salida de la ducha y con una toalla anudada a la cintura. Encima llevaba una camiseta que se le había pegado con el agua y le marcaba las formas tanto que Lee pensó que mejor sería que no llevara nada. Veía las arrugas de la tela por encima de sus pechos, sus pezones erectos señalándole, su cintura húmeda y oculta tras esa tela tan fina que era un sacrilegio.
No se levantó, no posó el lápiz.
- Hola, Laura. - Dijo lo más estúpido que se le ocurrió, lo primero que le vino a la mente.
Ella contuvo una carcajada.
- Hola, marido. - Y se acercó, despacio, con esos andares que derretirían témpanos, hasta situarse al lado de la silla en la que descansaba el CAG. Su estómago se había quedado a unos centímetros de la cara de Lee, y éste lo miraba, hipnotizado.
- ¡No! - Apartó la silla con violencia y se levantó, poniéndose a dos metros de ella. - ¡No lo vas a conseguir!
Pero no se iba a rendir con tanta facilidad, todavía le quedaban cuatro horas y la apuesta seguía en pie. Caminó, asegurándose de exagerar sólo un poco el movimiento de sus caderas y cuando se estaba acercando a él dijo:
- ¿Me ayudas a quitarme esta camiseta? - Cogió los bordes inferiores, con los brazos cruzados por delante, y los levantó un par de centímetros, apretando a la vez, como sin querer, sus pechos. - Antes me dio un tirón en la espalda, tengo miedo de volver a hacerme daño. - Era realmente convincente.
Lee la ayudó.
- Ten cuidado, déjame a mí. - Y observó atentamente su cuerpo al sacársela por la cabeza y los brazos. Se quedó desnuda de cintura para arriba, delante de él.
- ¿Sabes? No creo que esta noche tenga ganas de sexo, ha sido un día muy duro...
Lee se la quedó mirando. Había estado conteniéndose todo el día (y la noche anterior) con la idea de que cuando llegaran las 12 la tendría para él, desnuda y cachonda. Pero si tenía que aguantar hasta la mañana (o, peor, la noche siguiente) sin tocarla no podría aguantar. Intentó apartar los pensamientos de su mente, recordándose que todo era una treta de ella, que sólo tenía que aguantar hasta las 12… ¿Pero y si decía la verdad? Frunció el ceño, normalmente ya le costaba adivinar cuándo estaba jugando con él pero en esta situación se le hacía realmente molesto.
Bajó las manos por su piel, no había nada de malo en ello, sólo que se pondría peor, pero podía tocarla, podía besarla siempre que... Las dejó en su cintura y le dio un beso, suave, tímido, controlándose para no hacerlo más salvaje. Creyó desfallecer cuando ella le susurró al oído, pero entonces recuperó la calma y le dijo, también al oído:
- Te quiero, Laura, pero eres mala.
Se separó de ella, odiando - aunque en verdad no - la sonrisa traviesa que se dibujaba en sus labios.
Título: Apolo, el grande
Autor: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Lee Adama, Laura/Lee
Spoilers: principios de la 2ª temporada
Rating: PG
Palabras: 337
Argumento: Cada vez que vencía a Starbuck se ponía insoportable.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #16 Invencible.
- ¡Ja! - Apolo entró como un torbellino en la habitación, jactancioso. - Esta tarde he vencido a Starbuck en una carrera que se sale de las tablas. Deberías haberla visto al bajar del viper, casi le arrea un puñetazo al mecánico que se acercó a ayudarla. Y si me hubieras visto a mí en el aire... ¡Era como un Dios! Apolo, el grande, el invencible, el piloto más rápido en esta parte del universo...
Estaba insoportable cuando se ponía así. Roslin le miró, impaciente, esperando a que acabara su numerito.
- Y, antes de eso, derribé a 134 raiders en el simulador antes de que me mataran, ¡134! Los novatos tenían los ojos como platos, pero bueno, soy su CAG, es normal que les dé una lección...
- ¡Oh, por el amor de los dioses!, ¿lo dejarás ya? - Sonrió, dejando su sitio en el sofá para acercarse a él. - Dime, Apolo, “el grandioso”, ¿nunca te cansas de hincharte como un gallito cada vez que ganas a Starbuck en algo?
- No, señora - contestó todavía orgulloso, como solía hablarle en sus tiempos de consejero presidencial. - Además - protestó -, deberías haber visto la carrera, ¡fue alucinante! Y el récord en el simulador tampoco fue poca cosa...
Había vuelto la vista hacia un lado al recordar el juego, algo enfurruñado porque ella no pareciera apreciar sus hazañas.
- ¡Qué mono estás cuando pones morritos!
Él desvió los ojos hacia su izquierda, desconfiado, pero antes de decidir si hacerse el ofendido sintió unos labios en los suyos, húmedos, hambrientos, y se abrió para ellos. Una sonrisa acompañó a la que se le escapaba a Laura de la que le besaba.
- Así que supongo que los gallitos no están tan mal después de todo, ¿no? - Dijo cuando se separaron.
Ella volteó los ojos.
- Bueno, se suelen hacer pesados, pero hay alguno por ahí que no está tan mal, no...
Y se volvió a acercar a él, con las manos listas para subirle las camisetas y seguir el camino hacia la habitación.
Título: ¿Estoy bien, doctora?
Autora: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Laura/Lee
Spoilers: -
Rating: PG
Palabras: 172
Argumento: Laura tiene que comprobar si Lee tiene una infección de garganta, no vaya a ser que acaben los dos con fiebre.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #18 "¿Ah?"/"Di ah...".
- ¿Ah? Di “ahhhhhhh…” - El joven piloto hizo un ruido aún más grave mientras intentaba no mover la lengua para echar fuera la paleta con que Laura se la sujetaba. - Cottle dijo que debería ser capaz de vértelas si las tuvieras, pero sólo tengo dos manos así que no me hagas sujetarte. - Intentaba aparentar seriedad pero, para su desgracia, él sabía que todo esto le resultaba divertido.
Le inspeccionó durante unos momentos más la cavidad bucal y, cuando se dio por satisfecha, sacó la paleta y le dio un cachete en la mejilla.
- ¿Estoy bien, doctora? - Preguntó sumiso Lee.
- Está perfectamente, capitán. - Sonrió ella rodeándole con los brazos y sentándose sobre sus muslos. - No hay riesgo de contagio.
Ambos se mostraron felices, sin dejar de mirarse, y la inercia les atrajo hasta que sus labios se unieron en un dulce beso. Al poco, Laura se separó, sorprendida, y preguntó:
- ¿Capitán?
- Lo siento - bromeó él, sin moverse de su posición -, siempre he tenido un algo por las doctoras...
Título: Chico malo
Autora: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Laura/Lee
Spoilers: -
Rating: R
Palabras: 430
Argumento: Lee despierta de un sueño demasiado excitante y se encuentra a Laura dormida a su lado.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #25 Cercado.
El taconeo de Laura la seguía por la habitación de la que se paseaba de un lado a otro, enfrente de la celda de Lee. Éste la miraba, agarrado a los barrotes y esperando un indulto, una revocación del castigo.
- Has sido un chico malo.
Escuchaba sus palabras pero sólo podía pensar en la forma de sus piernas, que se perdían bajo su falda azul marino, en las curvas de sus caderas, en el botón de su blusa que debería desabrochar para poder ver...
- ¡Soldado! - Alzó la cabeza. - Me está escuchando, ¿verdad? Porque si me entero de que no está atento sería muy malo para usted... - Se acercó seductoramente a la celda, o eso le parecía a Lee, y paseó una mano por el barrote más cercano hasta pararla justo sobre la de él. - Aunque tal vez podríamos llegar a un acuerdo... - Dijo acariciándole la mano y envolviéndola con la suya.
En ese momento Lee se despertó, sobresaltado. La entrepierna le latía, y tenía a su lado a un cuerpo dormido, vestido con su fino camisón de seda. No la quería despertar pero el deseo que le había dejado el sueño era tan intenso que se empezó a tocar bajo las sábanas.
No solía hacer ruido, pero esta vez no evitó los pequeños jadeos porque no pensaba que Laura se fuera a despertar. Cerró los ojos, recordó el sueño y se imaginó la secuela, y justo cuando más necesidad empezaba a tener sintió una mano que acompañaba a la suya, que se hizo con el control. No quiso abrir los ojos, temía que el sueño se fuera, pero la melena que le hacía cosquillas en la cintura, los labios tiernos y cuidadosos que subían por su piel y el olor a sudor que sentía cada vez más cerca le hicieron saber que aquello no podía ser un sueño.
Tenía los labios entreabiertos cuando ella le besó, brevemente, antes de volver a ocuparse de las zonas más urgentes de su cuerpo. Podía imaginarse el camino descendente de sus labios por su estómago, por su ingle hasta alcanzar la punta de caramelo donde no había esperado un beso al despertarse. Echó la cabeza hacia atrás y se dejó llevar.
Cuando todo acabó pudo probar su sabor de los labios de Laura. A ella le encantaba sentirle ahí, y él se estaba acostumbrando a esos besos amargos y dulces a la vez, a hacérselo con la mezcla de sabores en la boca. Recuperó el aliento y se abrió de piernas para subirse a sus caderas. Recordó el sueño y sonrió, malicioso.
Título: Tentaciones
Autora: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Laura/Lee
Spoilers: -
Rating: PG-13
Palabras: 511
Argumento: Una apuesta. Marido y mujer.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #01 Mira hacia acá.
- ¡Ei, Lee!
Dejó de estudiar por un momento los papeles que tenía delante para mirar a su mujer, recién salida de la ducha y con una toalla anudada a la cintura. Encima llevaba una camiseta que se le había pegado con el agua y le marcaba las formas tanto que Lee pensó que mejor sería que no llevara nada. Veía las arrugas de la tela por encima de sus pechos, sus pezones erectos señalándole, su cintura húmeda y oculta tras esa tela tan fina que era un sacrilegio.
No se levantó, no posó el lápiz.
- Hola, Laura. - Dijo lo más estúpido que se le ocurrió, lo primero que le vino a la mente.
Ella contuvo una carcajada.
- Hola, marido. - Y se acercó, despacio, con esos andares que derretirían témpanos, hasta situarse al lado de la silla en la que descansaba el CAG. Su estómago se había quedado a unos centímetros de la cara de Lee, y éste lo miraba, hipnotizado.
- ¡No! - Apartó la silla con violencia y se levantó, poniéndose a dos metros de ella. - ¡No lo vas a conseguir!
Pero no se iba a rendir con tanta facilidad, todavía le quedaban cuatro horas y la apuesta seguía en pie. Caminó, asegurándose de exagerar sólo un poco el movimiento de sus caderas y cuando se estaba acercando a él dijo:
- ¿Me ayudas a quitarme esta camiseta? - Cogió los bordes inferiores, con los brazos cruzados por delante, y los levantó un par de centímetros, apretando a la vez, como sin querer, sus pechos. - Antes me dio un tirón en la espalda, tengo miedo de volver a hacerme daño. - Era realmente convincente.
Lee la ayudó.
- Ten cuidado, déjame a mí. - Y observó atentamente su cuerpo al sacársela por la cabeza y los brazos. Se quedó desnuda de cintura para arriba, delante de él.
- ¿Sabes? No creo que esta noche tenga ganas de sexo, ha sido un día muy duro...
Lee se la quedó mirando. Había estado conteniéndose todo el día (y la noche anterior) con la idea de que cuando llegaran las 12 la tendría para él, desnuda y cachonda. Pero si tenía que aguantar hasta la mañana (o, peor, la noche siguiente) sin tocarla no podría aguantar. Intentó apartar los pensamientos de su mente, recordándose que todo era una treta de ella, que sólo tenía que aguantar hasta las 12… ¿Pero y si decía la verdad? Frunció el ceño, normalmente ya le costaba adivinar cuándo estaba jugando con él pero en esta situación se le hacía realmente molesto.
Bajó las manos por su piel, no había nada de malo en ello, sólo que se pondría peor, pero podía tocarla, podía besarla siempre que... Las dejó en su cintura y le dio un beso, suave, tímido, controlándose para no hacerlo más salvaje. Creyó desfallecer cuando ella le susurró al oído, pero entonces recuperó la calma y le dijo, también al oído:
- Te quiero, Laura, pero eres mala.
Se separó de ella, odiando - aunque en verdad no - la sonrisa traviesa que se dibujaba en sus labios.
Título: Apolo, el grande
Autor: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Lee Adama, Laura/Lee
Spoilers: principios de la 2ª temporada
Rating: PG
Palabras: 337
Argumento: Cada vez que vencía a Starbuck se ponía insoportable.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #16 Invencible.
- ¡Ja! - Apolo entró como un torbellino en la habitación, jactancioso. - Esta tarde he vencido a Starbuck en una carrera que se sale de las tablas. Deberías haberla visto al bajar del viper, casi le arrea un puñetazo al mecánico que se acercó a ayudarla. Y si me hubieras visto a mí en el aire... ¡Era como un Dios! Apolo, el grande, el invencible, el piloto más rápido en esta parte del universo...
Estaba insoportable cuando se ponía así. Roslin le miró, impaciente, esperando a que acabara su numerito.
- Y, antes de eso, derribé a 134 raiders en el simulador antes de que me mataran, ¡134! Los novatos tenían los ojos como platos, pero bueno, soy su CAG, es normal que les dé una lección...
- ¡Oh, por el amor de los dioses!, ¿lo dejarás ya? - Sonrió, dejando su sitio en el sofá para acercarse a él. - Dime, Apolo, “el grandioso”, ¿nunca te cansas de hincharte como un gallito cada vez que ganas a Starbuck en algo?
- No, señora - contestó todavía orgulloso, como solía hablarle en sus tiempos de consejero presidencial. - Además - protestó -, deberías haber visto la carrera, ¡fue alucinante! Y el récord en el simulador tampoco fue poca cosa...
Había vuelto la vista hacia un lado al recordar el juego, algo enfurruñado porque ella no pareciera apreciar sus hazañas.
- ¡Qué mono estás cuando pones morritos!
Él desvió los ojos hacia su izquierda, desconfiado, pero antes de decidir si hacerse el ofendido sintió unos labios en los suyos, húmedos, hambrientos, y se abrió para ellos. Una sonrisa acompañó a la que se le escapaba a Laura de la que le besaba.
- Así que supongo que los gallitos no están tan mal después de todo, ¿no? - Dijo cuando se separaron.
Ella volteó los ojos.
- Bueno, se suelen hacer pesados, pero hay alguno por ahí que no está tan mal, no...
Y se volvió a acercar a él, con las manos listas para subirle las camisetas y seguir el camino hacia la habitación.
Título: ¿Estoy bien, doctora?
Autora: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Laura/Lee
Spoilers: -
Rating: PG
Palabras: 172
Argumento: Laura tiene que comprobar si Lee tiene una infección de garganta, no vaya a ser que acaben los dos con fiebre.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #18 "¿Ah?"/"Di ah...".
- ¿Ah? Di “ahhhhhhh…” - El joven piloto hizo un ruido aún más grave mientras intentaba no mover la lengua para echar fuera la paleta con que Laura se la sujetaba. - Cottle dijo que debería ser capaz de vértelas si las tuvieras, pero sólo tengo dos manos así que no me hagas sujetarte. - Intentaba aparentar seriedad pero, para su desgracia, él sabía que todo esto le resultaba divertido.
Le inspeccionó durante unos momentos más la cavidad bucal y, cuando se dio por satisfecha, sacó la paleta y le dio un cachete en la mejilla.
- ¿Estoy bien, doctora? - Preguntó sumiso Lee.
- Está perfectamente, capitán. - Sonrió ella rodeándole con los brazos y sentándose sobre sus muslos. - No hay riesgo de contagio.
Ambos se mostraron felices, sin dejar de mirarse, y la inercia les atrajo hasta que sus labios se unieron en un dulce beso. Al poco, Laura se separó, sorprendida, y preguntó:
- ¿Capitán?
- Lo siento - bromeó él, sin moverse de su posición -, siempre he tenido un algo por las doctoras...
Título: Chico malo
Autora: arkady_
Universo: Battlestar Galactica (2003)
Personajes, parejas: Laura/Lee
Spoilers: -
Rating: R
Palabras: 430
Argumento: Lee despierta de un sueño demasiado excitante y se encuentra a Laura dormida a su lado.
Reto: Escrito para la tabla de 30 besos de 30vicios. Casilla #25 Cercado.
El taconeo de Laura la seguía por la habitación de la que se paseaba de un lado a otro, enfrente de la celda de Lee. Éste la miraba, agarrado a los barrotes y esperando un indulto, una revocación del castigo.
- Has sido un chico malo.
Escuchaba sus palabras pero sólo podía pensar en la forma de sus piernas, que se perdían bajo su falda azul marino, en las curvas de sus caderas, en el botón de su blusa que debería desabrochar para poder ver...
- ¡Soldado! - Alzó la cabeza. - Me está escuchando, ¿verdad? Porque si me entero de que no está atento sería muy malo para usted... - Se acercó seductoramente a la celda, o eso le parecía a Lee, y paseó una mano por el barrote más cercano hasta pararla justo sobre la de él. - Aunque tal vez podríamos llegar a un acuerdo... - Dijo acariciándole la mano y envolviéndola con la suya.
En ese momento Lee se despertó, sobresaltado. La entrepierna le latía, y tenía a su lado a un cuerpo dormido, vestido con su fino camisón de seda. No la quería despertar pero el deseo que le había dejado el sueño era tan intenso que se empezó a tocar bajo las sábanas.
No solía hacer ruido, pero esta vez no evitó los pequeños jadeos porque no pensaba que Laura se fuera a despertar. Cerró los ojos, recordó el sueño y se imaginó la secuela, y justo cuando más necesidad empezaba a tener sintió una mano que acompañaba a la suya, que se hizo con el control. No quiso abrir los ojos, temía que el sueño se fuera, pero la melena que le hacía cosquillas en la cintura, los labios tiernos y cuidadosos que subían por su piel y el olor a sudor que sentía cada vez más cerca le hicieron saber que aquello no podía ser un sueño.
Tenía los labios entreabiertos cuando ella le besó, brevemente, antes de volver a ocuparse de las zonas más urgentes de su cuerpo. Podía imaginarse el camino descendente de sus labios por su estómago, por su ingle hasta alcanzar la punta de caramelo donde no había esperado un beso al despertarse. Echó la cabeza hacia atrás y se dejó llevar.
Cuando todo acabó pudo probar su sabor de los labios de Laura. A ella le encantaba sentirle ahí, y él se estaba acostumbrando a esos besos amargos y dulces a la vez, a hacérselo con la mezcla de sabores en la boca. Recuperó el aliento y se abrió de piernas para subirse a sus caderas. Recordó el sueño y sonrió, malicioso.