Título: La Reina de las Flores
Autora:
arkady_Universo: Canción de hielo y fuego
Pareja: Margaery/Sansa
Palabras: 559
Spoilers: Festín de cuervos
Rating: PG
Resumen: Unos años después de su llegada al Valle, Sansa vuelve a Desembarco y se reencuentra con su antigua compañera de confesiones.
Notas: Escrito para
chilvi_cos en respuesta a
su post del amor, y por petición.
Las puertas se abrieron y Sansa dio un paso dentro de la habitación antes de bajar la cabeza y cogerse el vestido en una reverencia.
Margaery la observó con una sonrisa en los labios.
- Lady Sansa, por favor, levántese. - La joven obedeció, alisándose de nuevo el vestido, y esperó paciente a que la reina hablara. - Ven aquí. - Después de tantos años siendo la joven servicial a que Petyr la había acostumbrado, alejada de todos y olvidada por el mundo, no se esperaba que nadie la fuera a recibir con un abrazo. - No hacen falta tantos formalismos entre nosotras. - Y mucho menos la reina. - ¿O ya te has olvidado de cuando vivías aquí?
Hacía tanto tiempo de aquello que a Sansa le parecía una eternidad. Ya no pensaba en cuando su padre aún estaba vivo, rezaba por ellos, por todos - Robb, Eddard, Arya, Catelyn, Bran, Dama, Rickon… - pero la habían ocupado lo suficiente como para poder entretenerse con las festividades del Valle, las cuentas y las clases que le daba el maestre, las visitas que los vasallos le hacían a su señor, y toda clase de eventos y detalles con mayor o menor importancia que ocurrían en los alrededores del castillo.
- Gracias por la invitación, Alteza. - Inclinó ligeramente la cabeza en señal de respeto.
- Oh, vamos, no he cambiado porque ahora sea la Reina; y ya te he dicho que quiero que me trates como siempre, ¿de acuerdo? - Sonrió de una forma que hacía mucho tiempo que no le veía hacerlo a nadie. - Mira, desde aquí se puede ver el pueblo más allá de la muralla, ¿alguna vez lo habías visto desde aquí?
El rostro de la pequeña Stark se ensombreció durante un segundo, la habitación era idéntica a la que había compartido con Joffrey. Margaery se dio cuenta y se acercó a ella, preguntándole qué pasaba, cogiéndole la cara entre las manos para consolarla; pero entonces echó un vistazo a la habitación y lo comprendió.
- Ah, perdona, querida, los muebles son iguales pero es una habitación distinta, ven, mira. - La cogió de la mano y la acercó a la ventana para enseñarle la magnífica vista que tenían. El aire con olor a bosque de dioses impregnó el ambiente y una lágrima bajó por la mejilla de Sansa, que volvía a sonreír.
La Reina de las Flores (así la llamaban) le acarició la mejilla y le dio un beso justo donde acababa el camino de la lágrima. Fue el beso más dulce que podía recordar, y ello le dio más ganas de llorar. Se abrazó fuerte a Margaery hasta tranquilizarse, y entonces se separó con disculpas sobre su rango y... Mientras hablaba apresurada intentando recomponerse sintió los labios suaves de su amiga rozando los de ella. Tardaron un segundo más de la cuenta en separarse.
- Te he dicho que no quiero que me trates así cuando estamos solas. - Sansa la oía pero sólo podía pensar en el sabor de su saliva sobre su labio aún húmedo, en lo distinto que era esto a estar con su marido en la cama, en que le gustaría ser, y sabía que esto iba en contra de todo lo que le habían enseñado, su reina. “La reina de Margaery Tyrell”. Y durante un momento se permitió soñar como lo había hecho hacía tantos años, cuando aún era una niña.
Título: Una buena pareja de cama
Autora:
arkady_Universo: Canción de hielo y fuego (ASOIAF)
Pareja: Renly/Loras
Rating: PG
Spoilers: Tormenta de espadas (¿O es Choque de reyes?)
Palabras: 397
Resumen: Un día cualquiera de torneo: Loras piensa en Renly, Renly le come con la mirada.
Nota: Escrito para
philharmonie por petición.
Saludó al rey con un movimiento que unía su yelmo con la lanza y azuzó al caballo hacia la mitad de la pista, con el brazo recogido en un movimiento más que estudiado para darle la mayor ventaja posible sobre su adversario.
No se concentró en otra cosa que derribarle hasta que el jinete se cayó de la montura. Entonces, apenas tiró de las riendas para girar el caballo - ya acostumbrado a buscarle tras cada carrera - hacia el rey y saludarle con todos los respetos. Los ojos verdosos de Renly brillaban mientras aplaudía efusivo al campeón. Saludó a la doncella a la que le había cogido una prenda y desmontó, dejándole el semental a un mozo para acercarse a la carpa desde donde el rey - y su futura reina - le obsequiaría con el distintivo que guardaban para el ganador del torneo.
Al acercarse a él sintió sus ojos oscurecerse bajo los mechones color carbón del flequillo, y sintió un escalofrío al darse cuenta de lo que quería decir con:
- Espero que lo podamos celebrar esta noche con todas las ceremonias, Loras.
Nunca se cansaba de oír su nombre pronunciado por esos labios carnosos que tenía que dejar de mirar ya; parecía que lo estuviera saboreando, le hacía sentirse desnudo ante él, desnudo y expuesto, y le producía una sensación en los alrededores del estómago que no podría quitarse de la cabeza el resto de la tarde.
Hacía tiempo que se le había pasado por la cabeza la buena pareja de cama que harían ellos dos, pero Renly estaba prometido con su hermana, y todo era demasiado confuso, demasiado complicado para lo que quería de él.
“Sólo quiero estar con él, siempre a su lado” se oyó decir mientras se quitaba la armadura en su tienda. Una corriente de aire le erizó la nuca al darse cuenta de que ya no estaba solo. Siguió desvistiéndose como si no se hubiera dado cuenta hasta que se sacó el jubón por la cabeza y sintió unas manos frías posarse en sus abdominales. Habría reaccionado como un soldado si no intuyese, si su olfato no le hiciera tan evidente, quién era. Tiró la prenda a un lado y vio cómo las manos alargadas de Renly le desabrochaban el calzón. Se dejó hacer sin darse la vuelta, cerró los ojos y por un momento creyó posible que pudieran quedarse siempre así.
Título: Las serpientes quieren jugar
Autora:
arkady_Universo: Canción de hielo y fuego
Personajes: Nymeria Arena, Obara Arena, Tyene Arena, Sarella Arena, Arianne Martell
Rating: PG
Palabras: 220
Resumen: Las hermanas traman algo para disfrutar más del verano.
Nota: Escrito para
learilla por petición.
Nymeria volvió a cerrar la puerta y salir para encontrarse con sus hermanas.
- Acabo de ver a nuestro padre y Ellaria...
- ¿Follando? - Obara no había cambiado la expresión desde que llegaran allí. - Como si fuera raro.
- ¿Te dijo algo? Lo que es más importante, ¿le dijiste algo? - Tyene esperaba la respuesta impaciente.
- ¡¿Pero cómo le iba a decir algo?! Y no, creo que no se dio cuenta.
- Oberyn tiene ojos y oídos para todo, otra cosa es que decidiera obviarte. - Sarella estaba serena.
- Espero que no sepa que entré, y que no esté menos dispuesto por haberle interrumpido. - Nymeria se mordisqueaba el labio, concentrada en las palabras que había ensayado.
- Tiene cosas más importantes en las que pensar que en que tú le vieras follar, no seas remilgada.
La mirada de Nymeria habría incomodado a cualquiera, pero Obara seguía examinando una de sus armas como si nada.
- Vámonos, no pienso hablar con él cuando salga de esa habitación. Esperaré a la tarde y le buscaré en el patio.
Arianne, que no había dicho palabra hasta entonces, caminaba al lado de su prima Tyene:
- ¿Crees que funcionará?
- No lo sé pero como Nym consiga convencerle vamos a pasar un verano inolvidable. - Una sonrisa permanente se volvió a establecer en su rostro.