[?/?] Cerezas y albaricoques: Apoyo
Fandom: Tennis no Oujisama.
Personajes: Tachibana An/Ryuuzaki Sakuno.
Resumen: Sakuno no se sentía capaz de ir.
La noche era extrañamente cálida y la estación estaba llena de gente, pero Sakuno no pudo evitar tiritar levemente.
Sabía que no tenía verdaderas razones para estar tan intranquila, pero desde que An la había invitado a comer en su casa había estado así y es que una cosa era encontrarse coincidencialmente con el hermano de An, otra era estar bajo la intensa vigilancia de éste durante toda la velada.
Sakuno dio un pequeño paso hacia un lado, pero en seguida se obligó a detenerse antes de que terminase alejándose del lugar de la estación en la que habían prometido encontrarse. Si hacía tal cosa y terminaba perdiéndose entre el gentío...
Sakuno sacudió su cabeza en seguida y fijó su mirada en el suelo, haciendo su mejor esfuerzo para alejar esos pensamientos de su mente. Con algo así sólo conseguiría preocupar a An y hacerlas llegar tarde, dañando un poco los planes en lugar de cancelarlos.
-¡Sakuno!
El saludo hizo que Sakuno diese un pequeño salto y alzase su cabeza, buscando a An con su mirada. Al verla ya a su lado, tranquila y sonriente, sus nervios parecieron incrementarse aun más.
-No creo que... -dijo sin pensarlo, sintiéndose culpable de inmediato por ni siquiera haber contestado el saludo.
-¿Qué estás diciendo? -preguntó An juguetonamente, haciéndole un guiño-. Mi hermano está tan entusiasmado que no ha salido de la cocina desde esta tarde.
Sakuno mordió su labio inferior suavemente y a duras penas se contuvo de bajar la mirada, avergonzada. Era obvio que Tachibana Kippei no era el único emocionado.
-Pero... -murmuró a pesar de eso y de inmediato la expresión de An se tornó seria.
-Ven -dijo An y sin esperar por una respuesta la llevó hasta una banca y la obligó a sentarse-. Espérame aquí -indicó antes de correr hacia una máquina expendedora y en menos de un minuto estuvo de regreso con un par de botellas en su mano.
An no dijo nada, pero antes de sentarse le ofreció a Sakuno una de las bebidas.
-Gracias. -Sakuno ni siquiera se fijó en qué era pero la aceptó y comenzó a tomarla con lentitud, notando distraídamente el sabor a limón de esta.
Estaba tensa en la espera de que An comenzase a hablar y le insistiese en cumplir su promesa de ir o le recordase que su hermano no tenía malas intenciones y sólo exageraba cuando se trataba de ella, mas eso no sucedió.
An permaneció en silencio aun después de que Sakuno terminó su bebida, como si quisiese darle todo el tiempo que necesitase para calmarse o como si supiese que hablando sólo conseguiría hacerla sentir peor.
E incluso era posible que An no hubiese estado bromeando en la ocasión en la que había dicho que se sentía nerviosa cuando se encontraba con "la entrenadora Ryuuzaki" y entendía perfectamente cómo se sentía en ese momento...
Sakuno dejó escapar un pequeño suspiro y se recostó contra la pared, relajándose un poco.
-¿Mejor? -preguntó An en ese instante, como si lo hubiese notado.
Sakuno le sonrió con suavidad, asintiendo con su cabeza, y en un impulso sugirió:
-¿Vamos?
Sakuno se puso de pie y aunque An no la imitó en seguida, cuando se levantó lo hizo con una sonrisa aliviada y no dudó en tomarla de la mano antes de andar.
Casi, pensó Sakuno agradecida mientras apretaba un poco su mano, como si quisiese usar ese gesto para recordarle que ella estaba allí y así impedir que los nervios regresasen y se apoderasen de ella durante el camino.
27/08/2010
Personajes: Tachibana An/Ryuuzaki Sakuno.
Resumen: Sakuno no se sentía capaz de ir.
La noche era extrañamente cálida y la estación estaba llena de gente, pero Sakuno no pudo evitar tiritar levemente.
Sabía que no tenía verdaderas razones para estar tan intranquila, pero desde que An la había invitado a comer en su casa había estado así y es que una cosa era encontrarse coincidencialmente con el hermano de An, otra era estar bajo la intensa vigilancia de éste durante toda la velada.
Sakuno dio un pequeño paso hacia un lado, pero en seguida se obligó a detenerse antes de que terminase alejándose del lugar de la estación en la que habían prometido encontrarse. Si hacía tal cosa y terminaba perdiéndose entre el gentío...
Sakuno sacudió su cabeza en seguida y fijó su mirada en el suelo, haciendo su mejor esfuerzo para alejar esos pensamientos de su mente. Con algo así sólo conseguiría preocupar a An y hacerlas llegar tarde, dañando un poco los planes en lugar de cancelarlos.
-¡Sakuno!
El saludo hizo que Sakuno diese un pequeño salto y alzase su cabeza, buscando a An con su mirada. Al verla ya a su lado, tranquila y sonriente, sus nervios parecieron incrementarse aun más.
-No creo que... -dijo sin pensarlo, sintiéndose culpable de inmediato por ni siquiera haber contestado el saludo.
-¿Qué estás diciendo? -preguntó An juguetonamente, haciéndole un guiño-. Mi hermano está tan entusiasmado que no ha salido de la cocina desde esta tarde.
Sakuno mordió su labio inferior suavemente y a duras penas se contuvo de bajar la mirada, avergonzada. Era obvio que Tachibana Kippei no era el único emocionado.
-Pero... -murmuró a pesar de eso y de inmediato la expresión de An se tornó seria.
-Ven -dijo An y sin esperar por una respuesta la llevó hasta una banca y la obligó a sentarse-. Espérame aquí -indicó antes de correr hacia una máquina expendedora y en menos de un minuto estuvo de regreso con un par de botellas en su mano.
An no dijo nada, pero antes de sentarse le ofreció a Sakuno una de las bebidas.
-Gracias. -Sakuno ni siquiera se fijó en qué era pero la aceptó y comenzó a tomarla con lentitud, notando distraídamente el sabor a limón de esta.
Estaba tensa en la espera de que An comenzase a hablar y le insistiese en cumplir su promesa de ir o le recordase que su hermano no tenía malas intenciones y sólo exageraba cuando se trataba de ella, mas eso no sucedió.
An permaneció en silencio aun después de que Sakuno terminó su bebida, como si quisiese darle todo el tiempo que necesitase para calmarse o como si supiese que hablando sólo conseguiría hacerla sentir peor.
E incluso era posible que An no hubiese estado bromeando en la ocasión en la que había dicho que se sentía nerviosa cuando se encontraba con "la entrenadora Ryuuzaki" y entendía perfectamente cómo se sentía en ese momento...
Sakuno dejó escapar un pequeño suspiro y se recostó contra la pared, relajándose un poco.
-¿Mejor? -preguntó An en ese instante, como si lo hubiese notado.
Sakuno le sonrió con suavidad, asintiendo con su cabeza, y en un impulso sugirió:
-¿Vamos?
Sakuno se puso de pie y aunque An no la imitó en seguida, cuando se levantó lo hizo con una sonrisa aliviada y no dudó en tomarla de la mano antes de andar.
Casi, pensó Sakuno agradecida mientras apretaba un poco su mano, como si quisiese usar ese gesto para recordarle que ella estaba allí y así impedir que los nervios regresasen y se apoderasen de ella durante el camino.
27/08/2010