[4/7] Chérie: Regalos

Feb 20, 2012 19:02

Fandom: Tennis no Oujisama.
Personajes: Kitazono Kotoha/Osakada Tomoka; Ryuuzaki Sakuno.
Resumen: Que Kotoha estuviese en Seigaku el día de San Valentín no podía significar nada bueno.


Ver a Kotoha merodeando por los caminos que llevan a las canchas del club de tenis de Seigaku hizo que Tomoka se detuviera, sintiendo cómo su sangre se congelaba al tiempo que, contradictoriamente, su corazón comenzó a palpitar de una manera anormalmente rápida.

Era San Valentín, al fin de cuentas, y no tenía ninguna duda de que Kotoha no estaba ahí para nada bueno. De lo contrario no estaría en Seigaku justo durante el receso del medio día.

Tomoka trotó en su dirección aun antes de pensar en lo que estaba haciendo, hasta adelantar a Kotoha y quedar frente a ella.

Ya ahí se detuvo y, queriendo impedirle continuar su camino, abrió sus brazos de par en par para ello y también su boca, eso último por la sorpresa de ver el ramo de rosas blancas y rojas, cuyos tallos están cubiertos por celofán rosa, que Kotoha tenía en sus manos.

El hielo en sus venas pareció derretirse y convertirse en magma pura en menos de un segundo.

-¿¡Qué crees que estás haciendo!? -gritó sin ningún preámbulo.

Kotoha frenó su andar a muy poca distancia de ella y le sonrió, imperturbable.

-No sé si lo olvidaste -dijo ella con su marcado acento, sosteniendo las rosas con una mano y usando la otra para dejar, innecesariamente, varios mechones de cabellos tras su oreja en un gesto tan coqueto que Tomoka sintió que toda su cara ardía al verlo-, pero hoy es San Valentín.

Eso confirmó las sospechas de Tomoka y la impulsó a dar un paso hacia adelante, lista para detener a Kotoha a cualquier costo.

No la dejará ir a repartir flores y coquetear con su príncipe Ryoma de nuevo, ni con Tezuka, ni con Horio, ni con ninguno de los muchísimos miembros del club masculino.

-¡No sé qué estás pensando hacer con esas rosas, pero no...!

-¿No las aceptarás? -la interrumpió Kotoha, imitándola al acercarse un paso más a ella, con una voz tan burlona que hizo que Tomoka contestase de inmediato.

-¡Claro que n...! -En ese momento captó las palabras ya escuchadas y una vez más la sorpresa la invadió, al punto que dejó caer sus brazos a sus costados-. ¿Para...? -murmuró de manera automática.

-Ti -terminó Kotoha, acercando su rostro al de ella con calculada lentitud-. Espero que me tengas chocolates.

Tomoka pudo notar el dulce aroma de las rosas, también el perfume de vainilla que Kotoha había estado usando desde su última visita a Tokyo y sintió el cosquilleo del cabello de la otra cuando unos mechones cayeron sobre ella mientras Kotoha se inclinó y el conocimiento de qué es lo que Kotoha estaba pensando hacer apareció con una claridad aterradora en su mente.

A pesar de eso, Tomoka no se apartó y fijó su mirada en los labios de Kotoha, a penas captando un ligero olor a menta y sintiendo su aliento cerca a su rostro y el papel celofán contra una de sus manos...

Kotoha rió de repente, empujando las rosas contra ella para obligarla a aceptarlas y dando un paso hacia atrás, traicionando las expectativas de Tomoka.

-¿Y mis chocolates? -exigió, estirando sus dos brazos y uniendo sus manos, como una niña pequeña que realmente espera que llenen sus manos de dulces.

Con eso, el hechizo que había mantenido a Tomoka inmóvil pareció desvanecerse y ella dio un paso atrás, sintiendo su rostro ardiendo.

-No te debería dar nada -dijo Tomoka fulminándola con la mirada a pesar de su sonrojo, pero sosteniendo el ramo contra su pecho con delicadeza. Era hermoso, al fin de cuentas, y las rosas no merecían sufrir por las bromas de Kotoha.

Ante su respuesta Kotoha no pareció desanimarse y continúo en la misma posición, con sus ojos fijos en Tomoka.

Había algo en la expresión de Kotoha que no le permitió a Tomoka recuperar la tranquilidad -que siempre parecía abandonarla cada vez que veía a Kotoha- y antes de pensar en lo que estaba haciendo, Tomoka sacó del bolsillo lateral de su maletín una caja, envuelta en papel de regalo verde y con un moño dorado.

Kotoha no intentó quitársela y con una exhalación, Tomoka la dejó caer en las manos de la otra, no queriendo retroceder ante Kotoha.

-¿Caseros? -preguntó Kotoha, examinando la caja carente de logos publicitarios o tarjetas que indicasen su procedencia.

Tomoka no contestó y giró su cabeza, pronunciando un "hm" que, esperaba, demostraría su molestia con claridad, pero tal vez no lo hizo porque esta vez Kotoha sí la besó.

En la mejilla. Y luego echó a correr.

-Te escribiré luego -dijo Kotoha, con la caja en una mano y su teléfono celular en el otro-, tengo que regresar hoy.

En cuestión de segundos Kotoha desapareció, dejando a Tomoka consciente de que tenía un ramo de rosas en sus manos y varios alumnos de Seigaku estaban mirando en su dirección.

Sin pensarlo, reanudó su andar a paso rápido, queriendo evitar que más personas la viesen con toda la cara roja y sin palabras, porque así la había dejado Kotoha.

Aunque no se fijó por dónde iba, sí reconoció dónde estaba al llegar a un camino menos transitado, con bancas bajo la sombra de los árboles, y recordó que ese era el punto de encuentro donde había prometido reunirse con Sakuno. Cosa que había olvidado en el momento de ver a Kotoha.

Y allí ya estaba Sakuno, con su propia caja de chocolates, varios pequeños cartones de colores y marcadores incluso más variados, preparados para las tarjetas que planeaban crear antes de entregarlos.

-Tomo-chan, no estoy segura de... -dijo Sakuno al escuchar sus pasos, mas luego alzó su cabeza, dirigió sus ojos hacia ella. La sorpresa se hizo visible en su rostro de inmediato, mas, a pesar de eso, no le preguntó por las rosas-. ¿Y los chocolates?

-Ah... creo que los olvidé -rió Tomoka, queriendo distraer a su mejor amiga. Ni muerta pensaba aceptar que los chocolates que se había esmerado en preparar ahora estaban en manos -o boca ya- de Kotoha y no de Ryoma, como había planeado un mes atrás.

El semblante de Sakuno se tornó pensativo y Tomoka se sentó junto a ella, esperando que no hiciese ningún comentario sobre las flores. Porque aunque Sakuno no era entrometida, a cualquiera le daría curiosidad ver un ramo así...

-¿Kotoha-san? -preguntó Sakuno en voz baja, con una pequeña sonrisa que demostraba que sabía absolutamente todo aunque Tomoka no le había dicho nada.

Una vez más, Tomoka sintió que todo su rostro estaba en llamas y se levantó de un salto.

-Tengo que ir a dejarlas en agua -se excusó al tiempo que se alejó corriendo, sin mirar atrás aun cuando escuchó a Sakuno llamándola.

20/02/2012

→tenipuri: chérie, tenipuri: kotoha/tomoka, ≡extensión: 1001-3000 palabras, ─reto: histeria-fandom, tenipuri: ryuuzaki sakuno

Previous post Next post
Up