#20 Grité una noche
Fandom: Harry Potter
Claim: Sirius y James
Malditas ideas estúpidas y maldito James Potter
Es una estupidez, pero no cualquier estupidez, sino una muy muy grande, del tamaño de Escocia, qué digo, del tamaño de Gran Bretaña, del tamaño del puto mundo mágico y muggle juntos. Del tamaño del ego de Sirius Black -y eso ya es decir mucho-. Es una estupidez tan grande que hasta James lo nota, qué coño, Sirius también lo hace pero cuando ya es demasiado tarde.
Es dramático, muy dramático que el fin llegue así. Dos grandes héroes caídos de ese modo, en el Londres muggles, una noche cualquiera, un día cualquiera. Es demasiado tarde para lamentarse y ya lo único que Sirius puede hacer es morderse el brazo para no gritar.
Trágico.
-Cariño, no seas exagerado.
¡¿EXAGERADO?!, ¿qué coño sabe esa mujer de ser exagerado o no si no es ella la que está sufriendo ese dolor tan lacerante en esa zona tan delicada como es la cadera? Maldita sea, es Sirius Black, no una nena, puede soportar eso, es solo un pinchazo, solo un pequeño pinchazo que…
-¡¡Auuuu!! -maldita, maldita, maldita sean sus estúpidas ideas y James Potter por dejarlo llevarlas a cabo.
Joder, como arde.
-¿Duele?
-¡Serás cab…! ¡¡aaau!!
-Aguanta un poco, guapo.
¿Qué aguante?, ¿cómo quiere que aguante si lo está matando? Eso es lo que está haciendo, lo está matando lenta y dolorosamente y Sirius la matara a ella, la matara más o menos YA.
Si es que sobrevive.
Diez mil pinchazos más y cree que ha perdido la sensibilidad de la piel. Joder, como arde. Deberían darle una medalla. Sí, deberían. Por aguantar como un campeón, aunque James se descojone y jure que gritaba como nena. Sirius sabe que no es cierto, solo gritó un poquitito. Y no como nena, en su nada humilde opinión eran gritos muy varoniles.
Sale cojeando de la maldita tienda y sin ganas de volver a poner un pie en ese nefasto lugar más nunca.
Maldita sea.
El dolor valió la pena, piensa, esa noche, cuando ve la cara que se le queda a Remus al verle el tatuaje, aún enrojecido, sobre la cadera derecha. Una runa antigua, Remus la traduce.
Una estrella.
Sirio.