Viñeta/Escena, alrededor de 1000 palabras - ORIGINAL - Rating PG - Entre el humor y la ironía :D
Lee (aunque sea por encima) los siguientes artículos antes de entrar a ver de qué va, si te interesa:
ARCÁNGEL RAFAEL -
ARCÁNGEL GABRIEL -
ARCÁNGEL MIGUEL VACACIONES
-... un buen día, se ve que Él decidió que ya no necesitaba más ayuda, y entonces nos echó a todos del Cielo. A todos, hasta el último de nosotros. Bien indemnizados, claro, porque Él no es desagradecido con nadie. Si te pones a pensarlo, tiene sentido; quiero decir, es Dios. Es Todopoderoso, y puede estar en todas partes al mismo tiempo, lo ve todo, lo sabe todo, lo oye todo. No necesita intermediarios. Él decide a quién hablarle, cómo y cuándo. Nosotros éramos obsoletos desde el principio, no tenía caso. Así que ya estamos todos fuera, sin nada qué hacer; pero parece que la Iglesia aún no recibió el memo. No importa, supongo que, cuando lo crea necesario, Él lidiará con esa gente a su modo. No le gusta que sus órdenes sean desoídas, ¿Sabes?
-Así que, ¿Qué haces ahora? Ya no tienes trabajo, ¿No?
-Todos estamos en el paro alguna vez en nuestras vidas, es algo que he aprendido del hombre. Nunca me imaginé a mí mismo en esta situación, pero supongo que voy a acostumbrarme, tarde o temprano.
La chica sonrió. Él le devolvió el gesto, maravillado con la simpleza de la magia que podía obrar un humano haciendo solamente eso.
En ese momento, el celular de la joven empezó a sonar, y ella se excusó para contestarlo. Él escuchó claramente la voz del interlocutor cuando preguntó "¿Dónde diablos estás, Sara?" y a la chica, cuando respondió:
- ¡Ni te imaginas! Acabo de conocer a un tío en el bar, que está más chalado que Juana la Loca. Está totalmente convencido de que es el ángel Rafael despojado de sus alas...
Rafael sonrió, corrigiéndole mentalmente: no le habían quitado sus alas, ni ninguno de sus poderes o privilegios. Sólo estaba desempleado, como otros veinte millones de ángeles de todos los estratos. Dios apretaba, pero no ahorcaba. ¿Por qué dejaría a sus ángeles desvalidos en el mundo que él mismo había creado? Ya no había nadie en el Cielo, excepto por Él, y Él solo se bastaba para gobernarlo todo. Alguien podía pensar que los ángeles se habrían enojado mucho al conocer las disposiciones, pero... no fue así; para ser que les estaban despojando a todos del único sentido que tenían sus vidas, nadie parecía furioso por ello. Estaban desorientados y algo anonadados, pero no molestos. No podían molestarse con Dios, nadie quería terminar pareciéndose a Lucifer, y, aparentemente, nadie tenía ganas de molestar a Dios haciendo algo que mereciera un castigo Suyo.
Levantó el vaso, que sólo tenía agua con hielo (si nadie se acercaba mucho a olerlo, parecía vodka o ginebra) y le dio un sorbo. La chica con la que estaba hablando antes se había ido ya, no volvería. Nunca volvían, después de escuchar la historia.
-Rafe, un día tendrás que dejar de hacer eso.
La voz suave pero coercitiva de su compañero le llegó desde la derecha. No se sobresaltó de oírle, Gabriel era silencioso, pero no pasaba desapercibido, nunca; a veces iba de hombre, otras de mujer. Siempre se aseguraba de que su presencia fuera impactante.
-Hola, Gabe. No pasa nada, te invito un trago y todo. -respondió Rafael, con una sonrisa animada.
-Alguien se lo tomará en serio, alguna vez, ¿Te das cuenta?
-Nadie nos toma en serio.
Gabriel apartó una banqueta de metal (de esas modernas, de forma inverosímil y quizá antinatural) de la barra y se sentó al lado de su camarada.
- ¿Sabes qué es peor que un ángel con el espíritu quebrado? -le preguntó, discretamente.
- ¿Dos ángeles con el espíritu quebrado?
Gabriel hizo una mueca.
-... qué gracioso.
-Eh, que me lo digas tú, justamente, a quien la Anunciación le reportó la condecoración más alta de todas...
-Hablo en serio, Rafe.
Esa vez, fue Rafael quien hizo la mueca, con el vaso colgando entre las puntas de los dedos.
-Yo también. -terció, con tranquilidad- Ya no somos nada, paso mis noches en este bar y el resto del día viajando por el mundo porque aún puedo moverme con el pensamiento y el dinero no deja de brotar en mis bolsillos, ¿Qué otra cosa crees que puedo hacer? Déjame ser feliz a mi manera. Después de todo, es lo que Él quería para nosotros, ¿No?
El otro cerró los ojos un instante, algo impaciente.
-... Miguel está preparando este grupo, para hacer algo con nuestro poder. -empezó, con buena intención.
- ¿Cuándo no, Miguel? -dijo Rafael, con sorna.
-Escucha, tiene una buena idea. Creo que podría darnos un sitio a todos en su pequeña organización. Si nos ponemos en fila otra vez, podemos seguir haciendo nuestro trabajo como antes, sólo que... por nadie en especial, sólo por la gracia de hacerlo. Nos gusta el trabajo. Aún hay niños que creen en el Ángel de la Guarda, ¿No? Podemos hacer eso, ser guardianes.
-Estoy muy fuera de estado.
-... no me voy a ir si no te llevo conmigo, Rafe.
Rafael soltó una risa, que en el ruiderío del bar ni siquiera desentonó.
-Pues, te deseo suerte. -le dijo a su camarada, con buen humor.
- ¿De verdad no te interesa hacer algo de provecho con el poder que tienes?
-No, lo que no me interesa es estar bajo las órdenes de Miguel otra vez. ¿No tengo derecho a querer unas vacaciones? He pasado los últimos miles de años obedeciendo, obedeciendo, obedeciendo. No que lo hubiera hecho de mala gana, claro, pero tener libertad es... agradable. Ha sido un cambio interesante.
-... te lo concedo, pero, ¿Qué harás cuando te aburras?
-... ya pensaré en algo.
Después de un momento sin decir nada más, Rafael se bebió el resto de su agua fría y Gabriel soltó un suspiro largo, vencido esa vez, pero nunca derrotado por completo. Por algo había sido un arcángel, y uno muy virtuoso y nombrado.
-Piensa en nosotros, cuando lo decidas. Sabes que siempre serás bienvenido.
- ¿No era que no te ibas sin convencerme?
Gabriel sonrió, y le dio una amistosa palmada en la espalda a su compañero de toda la vida.
-Pero, si ya te he convencido, ¿De qué hablas?
Okay, no sé de dónde salió esto, pero me he desahogado y realmente NO QUISIERA que se convierta en una idea para largo, porque ya estoy inventándome otra novela de chorrocientos capítulos con ángeles desempleados que se unen para hacer cosas muy guays, y ahora mismo DE VERDAD que no puedo escribirla, ¡No puedo! *cries* ¿¡Por qué!? Argh...
Bueno, si a alguien le ha interesado al menos un poquito o hecho gracia este drabble, pues, ¡No se corten! ¡Digan algo! :) ¡Suerte!