Título: Detalles.
Fandom: Fairy Tail.
Pareja/Personajes: Erza/Gray leve; Lucy.
Rating: PG.
Sinopsis: Lucy cree que el motivo por el que Gray no fuma delante de Erza es por miedo a las represalias de esta, pero no es así.
Hacía algún tiempo que Lucy estaba en el gremio, por lo que las cosas básicas de su funcionamiento ya las conocía, así como lo más característico de algunos de sus compañeros e incluso algunos detalles que sólo se conocen gastando tiempo en su compañía, como por ejemplo, que Mirajane es ambidiestra, que Levy se lleva una uña a la boca cuando lee concentrada, que a Gazille le gusta resolver los crucigramas del periódico, que a Jubia no le gusta la carne de cerdo, que Erza se adormece si la peinas (si te deja hacerlo, claro), que a Happy le gusta jugar a las cartas o que a Natsu le brillan los ojos de esa forma cuando se le ha ocurrido alguna idea que seguro que los meterá en algún lío.
Todos ellos tienen detalles de los que Lucy se ha percatado, y Gray no es menos. La muchacha se ha dado cuenta de que la primera vez que vio a Gray estaba fumando y que, desde que Erza apareció en el gremio, trayendo el cuerno enorme de aquel monstruo (el día que la conoció), no ha vuelto a verle haciéndolo.
Esa tarde se había encontrado a Gray en su casa, en calzoncillos (para variar), leyendo su novela secreta-no-tan-secreta. Primero soltó una exclamación por la sorpresa, segundo le gritó que se vistiera y tercero le arrebató su novela secreta-no-tan-secreta y volvió a gritarle que no entrase en su casa sin su permiso.
-¡Pero quiero saber qué le pasa a Iris! -había exclamado el chico.
Lucy le ignoró reparando en que, no sólo se había colado en su casa, se había quedado en pelotas y se había puesto a cotillear sus cosas, sino que además, ADEMÁS, estaba fumando y le dejaría la casa apestando a tabaco.
-¡¿Quién te ha dado permiso para fumar aquí?! ¡Es más! ¡¿Quién te ha dado permiso para entrar?!... ¡Y vístete, hombre!
-¿Eh? -Gray reparó entonces que estaba en gallumbos- ah, no me había dado cuenta...
-Que raro en ti -murmuró Lucy con cara de circunstancias.
Después de regañarle cayó en la cuenta de que eso que Gray estaba usando como cenicero era su taza favorita.
-¡Serás bestia! -le dio un mamoporro en la cabeza- ¡que de esta taza bebo cada día!
-Oh, perdona -dijo sin que de verdad lo sintiese- es que no encontraba cenicero y cogí lo primero que pillé.
-Ya lo veo -Lucy volvió a poner cara de circuntancias, luego suspiró-. A todo esto, pensaba que lo habías dejado.
-¿Eh? -preguntó mientras se vestía.
-Fumar. Hace mucho que no te veo hacerlo.
-Ah eso... nah, simplemente no puedo hacerlo delante de Erza.
Últimamente, todas las misiones que había tenido Gray habían sido con Erza, Natsu, Happy y ella misma, por lo que no entendía cómo hacía para soportar el mono, así que lo preguntó.
-Bueno, no hay mucho tiempo para tener mono... -desvió la mirada Gray, poniéndose nervioso levemente.
Lucy comprendió que le daba demasiado miedo que Erza le pillase como para arriesgarse. Erza era muy recta con las normas pero a veces pensaba que las reacciones de Natsu y Gray eran un poco exageradas respecto a ella (sobretodo al principio cuando se conocieron, ahora estaban un poco más relajados).
-No creo que te haga nada porque fumes, ¿no? a Kana sólo la regaña cuando la ve bebiendo y hay más gente en el gremio que también fuma.
Gray seguía con la mirada desviada y con la cara de Erza-me-acojona-un-montón; Lucy le miró esperando respuesta pero parecía que Gray estaba algo lejos de ahí, posiblemente recordando algo traumante que Erza le había hecho experimentar...
-¡Gray! -exclamó la Erza preadolescente sorprendiéndolo, la que tenía poco pecho y apenas comenzaba a usar las armaduras y espadas.
El aludido se giró sobresaltado.
-¿Q-Qué?
-¡¿Qué haces fumando?! ¡¿Te crees que tienes edad para hacerlo?! -la niña le miraba con el entrecejo fruncido y los brazos en forma de jarra.
-¿Eh? -alzó una ceja- ¿y a ti que te importa?
Erza le miró intensamente y Gray se sintió muy pequeño ante esa mirada. Se cubrió la cabeza con las manos cuando Erza dio un paso adelante -porque desde no hacía mucho Erza había empezado a castigar a golpes a los que inclumpían las normas o armaban jaleo (Natsu y él peleándose)-, pero no llegó a recibir ningún mamporro así que se descubrió sorprendido.
Cuando lo hizo abrió mucho los ojos porque Erza estaba temblando ligeramente y se mordía el labio inferior con ojos acuosos.
-¿E-Erza?
-¡Idiota! -gritó ella, luego le dio un guantazo que le hizo girar la cara y tirar el cigarrillo al suelo- ¡claro que me importa!
Gray volvió a abrir los ojos impresionado y se giró a mirarla lentamente. Se miraron un momento a los ojos antes de que Erza se girase y echase a correr lejos. Gray hizo ademán de sujetarla o de salir tras ella, pero al final se quedó parado en el sitio. Cuando se perdió de vista y Gray se quedó solo con sus remordimientos, miró el cigarrillo y se prometió dejarlo... o como mínimo, que Erza no volviese a verle fumar.
-¿Te quedas a cenar, Gray?
Lucy le devolvió a la realidad, pillándole por sorpresa su invitación.
-¿Y eso? -parpadeó.
-Tú sólo di que sí antes de que cambie de opinión y te eche a patadas -contestó ella, mientras se dirigía a la cocina.
-Vale -le sonrió Gray.
Todo el mundo tiene detalles que sólo pueden ser conocidos si te involucras lo suficiente con la persona. Si Lucy supiese que el motivo por el que Gray no fuma delante de Erza es cariño y no miedo, seguro que le parecería un detalle muy bonito.