Inevitable
-Minho -le dice un día Key-. ¿Por qué no somos amigos?
Se lo pregunta así, sin más, como si le estuviese preguntando la hora. El otro le mira, se encoge de hombros, y le contesta sin mutar de expresión.
-Es inevitable.
Se lo dice así, sin más, como si le hablase del tiempo. La conversación se queda ahí, pero Key no está satisfecho con la respuesta.
-Minho -le dice otro día Key, un año después-. ¿Por qué no somos amigos?
Se lo pregunta así, sin más, como si le estuviese preguntando la hora. El otro le mira, se encoge de hombros, y le contesta sin mutar de expresión.
-Es inevitable.
Se lo dice así, sin más, como si le hablase del tiempo. La conversación se queda ahí porque Minho comienza a besarle el cuello y él ya no tiene más ganas de hablar; está más que satisfecho con su respuesta.
Call me king!
Pulsan los botones del mando lo más rápidamente que pueden, con todos los músculos de su cuerpo en tensión. Están completamente absortos por el juego, absortos por ganar. Van muy igualados, la batalla más reñida de todas, pero en el último segundo, le hace un combo que no sabía siquiera que ese personaje podía hacer y le mata.
-¡Nooooooo! -exclama Jonghyun, echando el cuerpo hacia delante, con los ojos fijos en la pantalla, en su personaje derrotado.
-¡SÍIIIIIIII! ¡Chúpate esa! -grita Minho, levantándose de un salto por la adrenalina-. ¡Call me king, baby! -añade, con los dedos en forma de pistola, apuntándole.
Jonghyun le mira ceñudo y molesto, pero le dura lo que tarda en levantarse y coger a Minho por la camiseta.
-Llámame rey dice... ¡anda y que te den! -le dice contra su boca, esa que atrapa en cuanto termina de hablar.
Se caen en el sofá riendo y metiéndose mano sin cortarse ni un pelo.
-Yo sí que te voy a dar -le dice Minho, a la par que le da la vuelta y queda él arriba.
Ha ganado. Es el rey del tekken, le guste o no a Jonghyun, y ahora va a cobrarse su premio.
You're the difference between flying and falling
Al llegar al apartamento, Taemin se encuentra con un Onew tumbado en el sofá, con la cabeza colgando en donde en teoría irían las piernas, y estás alzadas en el respaldo. Al principio le parece raro y se le queda mirando, pero luego se sienta a su lado y adopta la misma postura.
-¿Por qué estás así, hyung?
-Estoy viendo las cosas desde otra perspectiva -le contesta, sin girar la cabeza para mirarle.
-¿Has tenido un mal día? -le pregunta de forma acertada el pequeño y Onew sonríe; ninguno de sus otros compañeros habría dado en el clavo tan rápido: Minho habría pasado de él, Jonghyun se hubiese reído y Key hubiese tratado de hacerle adoptar una postura más normal. Taemin es sin dudas, el único que se le habría unido intentando comprenderle.
-Sí...
Pasan varios segundos en silencio, hasta que Taemin le da un beso en la mejilla y le sostiene de la mano. Onew ahora sí que le mira, sorprendido, para toparse con su inocente sonrisa.
-No sé si es por la sangre en la cabeza, pero me siento como si volara -le dice Taemin sin venir a cuento.
-Yo me sentía como si cayese hasta que has llegado -le sonríe Onew, y se incorpora, obligándole a él hacer lo mismo.
Los dos se sienten mareados y desorientados, por eso se quedan sentados en el sofá, con la cabeza apoyada sobre el respaldo. Se miran sonrientes, sin necesidad de decir nada.
Taemin ha conseguido que su día haya dejado de ser una mierda.
Actions speak louder than words, but sometimes words has more weight
Puede decirle que le quiere mil veces al día, pero si no le abraza o le besa al menos una vez cada dos horas, no se lo cree. Él es así, necesita atención continua, necesita que se lo demuestren porque es desconfiado por naturaleza. Le da igual si no es el momento ni el lugar indicado, una muestra de ese amor que dice que le profesa puede darse de muchas formas, pero es que Jinki va a su bola, vive en su mundo, y él se siente como si no fuera capaz de alcanzarle; por eso le exige tanto.
Sin embargo, cuando después de un tiempo aguantando cada día sus exigencias, Jinki le corta de pronto sus reproches y le dice que ya no puede seguir más con él, con alguien que le quema día tras día, Kibum se da cuenta del daño que realmente pueden hacer las palabras.
Él necesita acciones, pruebas físicas de afecto, no le valen los te quiero porque no los siente verdaderos. No obstante, ese “ya no te quiero” adornado sí que lo siente de verdad.
Too late to apologize
Sale corriendo detrás de él por los pasillos de la SM sin importarle que todo el mundo les mire. Le ve meterse en el ascensor y se lanza casi literalmente para que las puertas no se cierren. Cuela la mano y consigue detener el cierre, sin importarle si se hace daño en el proceso. Se lo encuentra agazapado contra el cristal de enfrente, mirándole como un cervatillo. Cuando las puertas se cierran detrás de él y ve que realmente no tiene escapatoria, le sonríe con su mejor sonrisa de niño bueno que surte efecto en cualquiera, en cualquiera menos en él, que es más que inmune.
Los dos lo saben, por eso, la sonrisa pasa a ser la del demonio de crío que realmente es.
-Vas a arrepentirte de haber hecho eso.
-Lo siento, lo siento -empieza a suplicar perdón, uniendo las manos delante de él, pero sin borrar esa sonrisa de la cara.
-No, no lo sientes -Minho se cruje los nudillos y le mira con todo su carisma flotando en el ambiente.
Durante unos instantes, Taemin teme por su vida de verdad.
-Perdóname hyung, no volveré a hacerlo, de verdad.
-No, ya es muy tarde para disculparse -le dice Minho mientras coloca sus brazos a la altura de su cabeza, uno a cada lado, terminando de arrinconarle por completo.
Le mira a los ojos antes de sonreír y atrapar su boca como un depredador. Enreda una mano en sus cabellos y la otra viaja hasta su trasero, haciendo que sus cuerpos se peguen por completo. Se lo va a hacer ahí mismo, contra la pared, como castigo por haberle hecho pasar ese mal rato en público poniéndole caliente.
Because of you, I loved.
Sus cuerpos son uno sólo tras haber llegado al orgasmo y haberse desparramado sobre la cama, agotados. No obstante, a Jonghyun le queda energía suficiente para continuar depositando besos cariñosos por su mejilla, por su barbilla, por sus labios, a pesar de que Key está ya medio dormido. Le acaricia los cabellos con la mano del brazo que está usando como almohada, y con la otra le hace circulitos en la espalda. Key suspira tras el último beso e intenta hacerle caricias también, pero en seguida se detiene porque se queda completamente dormido entre sus brazos. Jonghyun continua depositándole besos aquí y allá, sin cansarse. Se queda toda la noche en vela cuidando de sus sueños y disfrutando del que será su último encuentro.
No se lo ha dicho para que lo disfrute, para que no sufra antes de tiempo. No va a haber despedida entre ellos, no va a haber otra noche como esa y todo será siempre culpa suya.
Pero no puede hacer nada. Su vida no le pertenece, si le dicen que haga algo, tiene que hacerlo. Si le dicen que finja un supuesto noviazgo con Sekyung, tiene que hacerlo. Pero Key no lo va a entender, no se lo va a perdonar en la vida... y con razón.
-Gracias Kibum, por ti he sido capaz de amar -le susurra y le da el último beso en los labios, antes de abandonar la cama con sumo sigilo y comenzar el que será el peor de los infiernos.
They only show up when it's dark
A la luz, ellos son los perfectos desconocidos. Pertenecen al mismo grupo sí, pero si no fuera por eso, nadie diría que tienen algún tipo de relación, una confianza mínima.
No, mientras haya luz, ellos apenas se miran, apenas se hablan, apenas de tocan. Fingen no ser cercanos, fingen ser demasiado diferentes como para poder entenderse y todo el mundo se lo traga.
Es muy difícil aparentar, es muy difícil no ponerse celoso o aguantar las ganas de ir hacia él y hablarle, tocarle, abrazarle y besarle, sobretodo besarle. Es muy difícil pero a la vez, es muy fácil.
Nadie se mete en sus vidas, nadie los critica, nadie sabe su secreto.
Secreto que sale a la luz cuando las luces se apagan, cuando sólo son ellos dos en la habitación. Cuando no ven más que la figura del otro, cuando el sentido de la vista se anula y el del tacto se multiplica. Comparten caricias, suspiros, besos y palabras llenas de deseo, de necesidad, de amor.
Se desnudan no sólo físicamente, sino su almas también. Son ellos mismos por primera vez en todo el día y se sienten libre.
Dejan de ser Minho, dejan de ser Kibum, para ser mucho más.
'This your first time?' 'With a guy? - Yeah.'
Lo sabe desde el momento en el que se tumban en la cama, desde el momento en que sus manos empiezan a recorrer su cuerpo y su boca a usurpar la de él. Lo sabe por sus manos temblorosas a causa de los nervios, por su torpeza, por la inseguridad que destila. Pero le da igual, continua. Le trata con cuidado, le acaricia con lentitud, le llena con sus besos y le devuelve toda la confianza que le falta. Le continua besando cuando le duele, le promete que en seguida se le pasará, transporta al cielo sin soltarle ni un momento, y luego se deja caer sobre él, enterrando su cabeza en su hombro.
Sus respiraciones vuelven a la normalidad poco a poco y sienten sus cuerpos sucios, pero no les importa.
En esa postura, sin mirarle, es cómo se atreve a preguntarle lo evidente.
-¿Era tu primera vez? Yo un chico me refiero -suena frío, suena indiferente, y a Taemin le rompe el corazón.
-Seh... -contesta, con un hilito de voz.
-¿Y por qué yo? -quiere saber y, a la vez, teme esa respuesta más que nada.
-Porque no podía ser otro, hyung. No lo he hecho por curiosidad -le responde y se le aguan los ojos.
Minho le besa en el hombro y levanta la cabeza. Le limpia la lágrima solitaria que recorre su mejilla y le besa con amor.
-Yo tampoco lo he hecho porque sí.
I really... really hate you
-Realmente... realmente te odio -dice Minho, con la voz rota. Está sentado en el banquillo de la sala de ensayos de SHINee, con los codos apoyados en las rodillas, el cuerpo echado hacia delante, y los ojos cubiertos por su mano derecha-. Joder.
Key está de pie delante de él, incapaz de mirar hacia otro lado, incapaz de hacer o decirle algo.
-¿Pero sabes qué? -Minho dibuja una sonrisa vacía en su rostro-, me odio todavía más a mí mismo.
-Minho... -Key intenta decirle algo, pero no logra que le salga nada.
Minho deja de cubrirse la cara y le mira con la peor de las emociones reflejada en sus ojos.
-No voy a permitir que me utilices más. Jonghyun es mi amigo, si quieres hacerle daño, búscate a otro.
Key cierra los puños y frunce el labio, transformándolo en una sola línea. Se le aguan los ojos a gran velocidad.
-No sé qué movida tenéis, pero no quiero formar parte. Así que no me busques más, Kibum. Nunca.
Minho se levanta con intención de marcharse pero Kibum se lanza al pecho y le rodea con sus brazos, enterrando su rostro en su cuello. Minho se queda estático, con los brazos abiertos y una expresión en el rostro que mezcla muchas emociones.
-¡No me dejes...! -es todo lo que susurra Kibum, con un hilo de voz que se rompe.
Le fallan las rodillas y se cae al suelo, todavía agarrado a Minho. Comienza a llorar de forma incontrolable.
Minho le mira, cierra los ojos, se muerde el labio y se odia un poco más porque al final se agacha y le rodea con sus brazos, permitiéndole llorar en su hombro. Kibum se agarra a su camiseta como si fuese su salvavidas.
-Realmente odio esto... -murmura Minho, y le estrecha con más fuerza.
A familiar voice
Hay veces en las que se siente como si estuviera en medio de la nada flotando. No tiene control de su cuerpo ni de sus sentidos, sólo sabe que está ahí flotando. No tiene consciencia de nada, pero sabe que está ahí. Está oscuro, hay silencio absoluto, soledad eterna. Le embriaga un sentimiento de vacío infinito que, cuando se percata de ello, le hace ahogarse y ya no está quieto flotando, sino que está cayendo, cayendo a gran velocidad. Quiere parar, quiere parar pero no puede. Quiere ponerse en pie, quiere gritar por ayuda, quiere alzar los brazos e intentar agarrarse a algo, pero no hay absolutamente nada.
Es una gran angustia, el peor de los miedos.
Pero de pronto algo rompe esa calma vertiginosa: el sonido de una voz familiar. No sabe quien es, ni qué le dice, pero se concentra en ello con todas sus fuerzas. Obliga a sus inexistentes sentidos a centrarse en la voz para poder llegar hasta ella y dejar de estar solo en ese lugar.
La voz se va volviendo cada vez más nítida y va comprendiendo lo que le dice. Le está llamando, le llama por su nombre.
Cuando cae en la cuenta es cuando regresa a la realidad.
A veces se encuentra en la sala de ensayos, otra en la de grabación, otra en el coche, otra en su propia cama.
Pero la voz siempre es la misma.
-¿Qué te pasa, hyung? Dime algo, por favor.
Se da cuenta de que está llorando y consigue levantar una mano y llevarla hasta su mejilla, para mojarse con sus lágrimas. Le cuesta unos segundos más reparar en quien es.
-¿Taemin?
-Hyung...
Taemin le abraza y llora contra su oído. Jonghyun no es consciente de lo que sucede hasta que no siente su cuerpo contra el suyo.
-¿Ha vuelto a pasar?
-Sí. Me da mucho miedo hyung, ¿por qué te pasa esto?
Jonghyun le abraza con fuerza y le acaricia los cabellos tratando de calmarle. Antes de darse cuenta, empieza a depositarle besos en el cabello hasta encontrar su rostro y sostenerlo con sus manos. Le besa las lágrimas y desciende por su mandíbula hasta encontrar sus labios. No lo hace aprovechándose de la situación, simplemente lo necesita. Los dos lo necesitan.
Después de besarle, apoya su frente contra la del maknae y cierran los ojos.
-Lo superaré -le dice-, pero sino, tienes que prometerme que estarás ahí para traerme de vuelta.
-Te lo prometo, hyung -le contesta, agarrándose a sus manos que ahora descansan en su nuca-, siempre estaré contigo.