Para que algo se limpie otra cosa debe ensuciarse
Para que algo se limpie otra cosa debe ensuciarse; pero se puede ensuciar todo sin limpiar nada
El pequeño Harry miró sus manitas y frunció el ceño, papá James siempre lo regañaba cuando sus manos estaban sucias a la hora de comer, sin siquiera pensarlo intentó limpiarse en sus ropas, sin ser conciente de que estaban cubiertas de barro. Decidido, se puso de pie dispuesto a regresar con pasos más o menos seguros a regresar con sus guardianes quienes, probablemente, lo regañarían al verlo. ¿Es que nadie podía entender que le gustaba jugar con el barro?
Ya podía imaginar los regaños de tío Moony, como su padrino intentaría defenderlo y el regaño, finalmente, sería para ambos
“Esto es tu culpa- escuchó la voz de tío Remus y supo que ya había comenzado- si no insistieras en comportarte como un crío Harry no se nos habría escapado”
“Pero Moony”
“Pero nada, Sirius Black, ya va siendo hora…”
“No cupes a mi padino tio Mony- pidió Harry acercándose con sus grandes ojos de borrego- yo me capé pada jugá en el jadín, el no hito nada”- Remus frunció el ceño, totalmente conciente de que no podía enfadarse con esa angelical mirada y que probablemente el niño frente a él también lo sabía
“Muy bien,- bufó entre resignado y molesto- sabes que no debes escaparte y mira como estás, como castigo, los dos al baño”
“No”/ “Qué?”- exclamaron a la vez con los ojos grandes de sorpresa
“Tiíto Mony- rogó el pequeño- po favor, me bañé eta mañana”
“Lo hubieras pensado antes de cubrirte de lodo”
“Pero… pero Moony, yo adoro a Prongsy, pero… sabes que no se bañarlo, no sirvo para eso, pídeme cualquier cosa menos…”
“Iré a preparar la merienda, espero que estén listos en hora y media”- viendo que el licántropo no daría el brazo a torcer, padrino y ahijado se quedaron solos en la sala, observándose mutuamente
“Ven Prongsy, Remus realmente va a matarnos si no hacemos caso, ni hablar de lo que nos harán tus padres si se enteran”- le indicó el ojiazul, conduciéndolo al baño, donde comenzó a preparar la bañera
“Paddy no podemos cambiame la dopa y decidle que me bané?”
“No creo que esa sea opción Harry”- le aseguró observando al niño que se encontraba cubierto de barro de la cabeza a los pies- “realmente estas hecho un asquito”- le explicó comenzando a desnudarlo mientras se llenaba la bañera
“No me voy a Bañad”- protestó el mas pequeño intentando escurrirse de las manos del animago
“Y si me baño contigo?”
“TA bien”- refunfuñó frunciendo el ceño de una forma que a Sirius le recordó sorprendentemente a Tom. Con rapidez el mayor se desnudó para meterse a la bañera, arrastrando a Harry con él
Entre risas lavó el pequeño cuerpo y una guerra de agua estalló cuando intentó hacer lo mismo con el cabello. Una hora después de que todo aquello comenzara ambos salieron del baño perfectamente arreglados, riendo divertidos. Volviéndose a cerrar la puerta Sirius dio un vistazo alrededor, las marcas del barro que traía el pequeño estaban ahora por las paredes y el piso, al igual que el agua y la espuma de colores que habían utilizado en su juego. El sitio era un desastre
Se encogió de hombros, al fin y al cabo Moony no había dicho nada de cómo debían dejar el lugar. Cerrando la puerta se volteó al pequeño de cuatro años, quien, sin siquiera titubear preguntó
“Padino, cuando te va a casad con el tío Mony, atí se le pasa el mad humod? Ademá me gustadia tened primitos”
Pasmado, vio alejarse a su ahijado, aún incrédulo de sus palabras, a decir verdad el pequeño Prongsy le había dado una idea…
El pequeño Harry miró sus manitas y frunció el ceño, papá James siempre lo regañaba cuando sus manos estaban sucias a la hora de comer, sin siquiera pensarlo intentó limpiarse en sus ropas, sin ser conciente de que estaban cubiertas de barro. Decidido, se puso de pie dispuesto a regresar con pasos más o menos seguros a regresar con sus guardianes quienes, probablemente, lo regañarían al verlo. ¿Es que nadie podía entender que le gustaba jugar con el barro?
Ya podía imaginar los regaños de tío Moony, como su padrino intentaría defenderlo y el regaño, finalmente, sería para ambos
“Esto es tu culpa- escuchó la voz de tío Remus y supo que ya había comenzado- si no insistieras en comportarte como un crío Harry no se nos habría escapado”
“Pero Moony”
“Pero nada, Sirius Black, ya va siendo hora…”
“No cupes a mi padino tio Mony- pidió Harry acercándose con sus grandes ojos de borrego- yo me capé pada jugá en el jadín, el no hito nada”- Remus frunció el ceño, totalmente conciente de que no podía enfadarse con esa angelical mirada y que probablemente el niño frente a él también lo sabía
“Muy bien,- bufó entre resignado y molesto- sabes que no debes escaparte y mira como estás, como castigo, los dos al baño”
“No”/ “Qué?”- exclamaron a la vez con los ojos grandes de sorpresa
“Tiíto Mony- rogó el pequeño- po favor, me bañé eta mañana”
“Lo hubieras pensado antes de cubrirte de lodo”
“Pero… pero Moony, yo adoro a Prongsy, pero… sabes que no se bañarlo, no sirvo para eso, pídeme cualquier cosa menos…”
“Iré a preparar la merienda, espero que estén listos en hora y media”- viendo que el licántropo no daría el brazo a torcer, padrino y ahijado se quedaron solos en la sala, observándose mutuamente
“Ven Prongsy, Remus realmente va a matarnos si no hacemos caso, ni hablar de lo que nos harán tus padres si se enteran”- le indicó el ojiazul, conduciéndolo al baño, donde comenzó a preparar la bañera
“Paddy no podemos cambiame la dopa y decidle que me bané?”
“No creo que esa sea opción Harry”- le aseguró observando al niño que se encontraba cubierto de barro de la cabeza a los pies- “realmente estas hecho un asquito”- le explicó comenzando a desnudarlo mientras se llenaba la bañera
“No me voy a Bañad”- protestó el mas pequeño intentando escurrirse de las manos del animago
“Y si me baño contigo?”
“TA bien”- refunfuñó frunciendo el ceño de una forma que a Sirius le recordó sorprendentemente a Tom. Con rapidez el mayor se desnudó para meterse a la bañera, arrastrando a Harry con él
Entre risas lavó el pequeño cuerpo y una guerra de agua estalló cuando intentó hacer lo mismo con el cabello. Una hora después de que todo aquello comenzara ambos salieron del baño perfectamente arreglados, riendo divertidos. Volviéndose a cerrar la puerta Sirius dio un vistazo alrededor, las marcas del barro que traía el pequeño estaban ahora por las paredes y el piso, al igual que el agua y la espuma de colores que habían utilizado en su juego. El sitio era un desastre
Se encogió de hombros, al fin y al cabo Moony no había dicho nada de cómo debían dejar el lugar. Cerrando la puerta se volteó al pequeño de cuatro años, quien, sin siquiera titubear preguntó
“Padino, cuando te va a casad con el tío Mony, atí se le pasa el mad humod? Ademá me gustadia tened primitos”
Pasmado, vio alejarse a su ahijado, aún incrédulo de sus palabras, a decir verdad el pequeño Prongsy le había dado una idea…