Título: Beso Húmedo
Fandom: Fruist Basket
Pairing: Tohru/Isuzu
Prompt: Lluvia
Género: Romance, drama, femslash
Palabras: 445
Notas: Quería que fuese mas largo, pero de otra forma me habría extendido por encima del limite. Escrito para el reto Lluvia para la Dotación Anual de Crack.
Advertencias: El siguiente relato contiene femslash, es decir: relación chicaXchica.
Beso Húmedo
Comenzó a llover antes de que pudiéramos alcanzar a resguardarnos. Sin embargo Tohru siguió con ese buen humor de siempre. No soporté seguir viéndole, preferí voltear al cielo con la sola intención de maldecir al dichoso clima.
- Isuzu, podríamos bajar con cuidado - sugirió Tohru cuando observó mi mal humor. Nunca pensamos que fuera a cambiar tanto el clima, nuestro mayor predicamento se encontraba en nuestros pies.
- Con tu equilibrio seguro te matas - se apenó ante mi comentario, aun cuando hacía frio pude ver su sonrojo, era imposible molestarse con ella por mucho tiempo.
Habíamos aprovechado la luz de la mañana para ver como se levantaba el sol sobre el océano. Estábamos en pleno peñasco, rodeadas de charcos formados entre las innumerables piedras que poblaban el terreno. Un paso y posiblemente resbalaríamos.
- Lo siento - siempre era la misma cantaleta, Tohru era propensa a sentirse culpable por cualquier inconveniente, incluso por ocasionar una lluvia.
- Vale, para la próxima mejor trae algo de viento, seguro que así vienen las olas.
Volvió el silencio, con ello mis rezos al dios de todo lo seco y caliente.
Tohru se veía muy diferente cuando estaba húmeda. El cabello se le pegaba en la espalda y pecho, formando conexiones que terminaban en ningún punto especifico, la piel palidecía guardando el único atisbo de color en las mejillas y la ropa no solo se pegaba a su cuerpo, la preferencia por los colores claros pagaba cuota al trasparentar los pechos ocultos en el sostén.
La abracé cuando la vi temblar, tal vez entra las dos podríamos calentarnos (lo cual no sucedió), si bien solo representaba una excusa para tenerla cerca. Ella apenas se inmutó. Lo nuestro era algo que surgió de la nada, tal como ese sentimiento cálido que solo podía describir como un rio cálido circulando mi cuerpo. La necesidad de tenerla cerca.
A ella me daba miedo preguntarle. Pero estábamos ahí, las dos, juntas.
Luego no pude resistirlo, la cercanía fue traicionera, mis labios ávidos de sensaciones se movieron por inercia y entonces, entonces el daño estaba hecho. Aquel fue el primero.
- Isuzu - nuestros rostros se apartaron, incluso yo sentí la vergüenza que emanaba Tohru, volviéndola propia y sonrojándome también, me sentí torpe. Tohru no es como el resto, no se entregaba a lo físico y al placer, ella estaba era de las que te llegaban al alma, te inundaba de sus sentimiento y te volvía algo mas limpio y claro.
Luego tomó mi mano, la apretó fuerte, sin verme, sin aumentar la distancia. Aunque no lo dijo en voz alta y no pudimos vernos en dos días, supe que era el primero, pero no el último.
Fin.