[FanFic prompt #28] La balada del pistolero
Título: Él sólo quería ser un mariachi...
Personajes: Itzel (México Sur) y Pedro (México Norte)
Clasificación: Para todo público.
Advertencias: Pseudo songfic, algunas palabrotas, Pedro de melodramático e Itzel de incomprensiva... ¿o al revés?
Resumen: "Pedro se emociona con el tema de la película 'La balada del Pistolero' y su hermana tiene ganas de partirle la guitarra en la cabeza" porque no la deja dormir :)
Notitas previas: Yo sé que este prompt hubiera quedado chulísimo con un fancómic, pero para el dibujo soy tan hábil como para pilotear una avioneta (?), así que hice lo que pude con lo que se me da hacer mejor (imagínense ._.U).
Él sólo quería ser mariachi…
El calor era insoportable y las ganas de trabajar escasas. Itzel daba gracias de no ser la nieve de limón que disfrutaba tan tranquilamente en la cocina.
Sabía que tenía muchas cosas que hacer y que posponerlas le iba a costar caro, pero había llegado a la conclusión de que tanto estrés le iba a terminar amargando la existencia, cosa que en definitiva estaba dispuesta a evitar.
Así, aprovechando además que Pedro había salido con el gringo -esperando en Dios fuera realmente por negocios y no por mariconadas- se decidió a tomar la tarde libre, con el pequeño chihuahueño haciéndole compañía, la comida terminando de cocerse en la estufa y la puerta abierta para dejar entrar la brisa de medio día.
Desganada, tomó otro poco de nieve y resbaló la cucharita por entre sus labios apretados.
Se sentía somnolienta, el chiflido de la olla exprés parecía un arrullo y la mesa de repente se miró más cómoda que su cama para descansar. No le tomó mucho acomodarse sobre ella, usando sus brazos de almohada. Ya entraba al sueño profundo, cuando un grito repentino la interrumpió abruptamente.
-¡Itzel! ¡Se te queman los frijoles, mujer!
-¡Los frijoles! -dio un brinco alarmada corriendo a la estufa.
La hornilla ya estaba apagada… y Pedro doblándose de risa. En otras circunstancias, Itzel le habría partido la mesa en la cabeza, pero como seguía adormilada, se dejó caer de nuevo en la silla y recargó su rostro en la mano (Pedro no es tonto y sabe cuándo molestar a su hermana).
-No manches, mana, ¿qué tal si sí se te quemaban?, nos íbamos a quedar sin cenar.
-¿Qué tú no estabas con Alfredo? -preguntó con la voz barrida entre un bostezo.
-Sí estaba, pero me retaché pa’ca porque tuve una visión…
“Mmm´ta, este wey ya la volvió a fumar” pensó sin ánimo de debatirle nada. Ahora sí tenía pereza incluso para hablar, así que dejó que su hermano continuara, porque además se veía más inspirado que de costumbre.
-… y ahí, a mitá de Ciudad Acuña, una canción comenzó a retumbarme en la cabeza. Y yo así de “ay weeeey” y pus ya no me pude aguantar y tomé la guitarra y empecé a sacarla… la rola, y…
Aunque su hermana no demostraba el menor interés en tan fascinante historia, Pedro volteó su instrumento, subió un pie a la silla para estar más cómodo, se tronó los dedos y carraspeó un par de veces para aclararse la voz.
-O sea que no fuistes con Alfredo, ¿veá? -soltó de repente, cortando su inspiración.
-Mmmm… chingá, quién te entiende, mujer. Primero estás con que no y luego que sí y que…
-Bueno ya, ya… De veras manito, me gustaría mucho escucharte -se volvió a recostar en la mesa -, pero como pudistes ver, me interrumpistes la fiesta.
-¿Fiesta?...
-Weno, tú me entiendes. Dame diez minutitos de reposo -bostezó -, y ahorita te escucho todo lo que quieras, ¿va?
Pedro torció la boca con cierto desencanto, pues quería que su hermana fuera la primera que le diera el visto bueno a su nueva composición. Soltó su muñeca para rozar las cuerdas con desgano, produciendo un sonido que hizo que Itzel cambiara ligeramente de posición.
Entonces recordó que ella no podía controlarse si escuchaba el rasqueteo de una guitarra, pues parecía que ese sonido la invitaba a acompañarlo con su voz clara y fuerte, y pensó que a lo mejor si comenzaba a tocar su más reciente canción, bien podría recibir su visto bueno y de paso quitarle la hueva que traía.
Así comenzó a tocarla, con la muñeca flojita, flojita, apenas acariciando las cuerdas con una lentitud aceptable. Itzel frunció el entrecejo incómoda y un poco enfadada por haber despertado.
-No jodas, cabrón, te dije que me dieras diez…
Pedro no le dio oportunidad de seguir rezongando, pues el rasqueteo tomó fuerza al igual que su pasión. Cuando Itzel notó que ya tenía los ojos cerrados, dio por hecho que no había alternativa, así que recargó su rostro en la palma de la mano haciendo acopio de toda su paciencia.
-Soy un hombre muy honrado que me gusta lo mejor…
-Sí, por eso le aceptas al gringo lo que ya no le sirve.
-… las mujeres no me faltan, ni el dinero, ni el amor.
-Según sé todavía le debemos lana al guerejo de los alpes, ¿y que Catalina no te había cortado?
-Jineteando en mi caballo por la sierra yo me voy…
-El pobre caballo sólo lo ocupas pa’l jaripeo, ¿o ya lo cambiastes otra vez por la Cheyenne?
-… las estrellas y la luna, ellas me dicen dónde voy.
-Con tanto esmoc ya no se ven las estrellas, no mames.
Pedro detuvo en seco su canción. Miró con disgusto a su hermana, quien se esforzaba por no azotar la cabeza contra la mesa del sueño que tenía.
-¡No manches, Itzel! Yo todavía que te traigo serenata inédita y me sales con tus chigaderas.
-Pus por eso te dije que me dieras un tantito para echarme una pestañita.
-Pestañita -gruñó por lo bajo-… pinche huevona.
Así continuó donde se había quedado, sin importarle las quejas de su hermana…
-Ay ay ay ay, ay ay amor, ay mi morena de mi corazón.
-Pedrito, en serio ya párale…
-Me gusta tocar guitarra me gusta cantar el son…
-Pedro…
-…el mariachi me acompaña cuando canto mi canción.
-¡Te estás pasando, cabrón!
-Me gusta tomar mis copas, aguardiente es lo mejor…
-¡Pedro!
-… también el tequila blanco con su sal le da sabor.
Estaba tan entregado al canto, que no se fijó cuando su hermana se levantó y se acercó hasta él.
-Ay ay ay ay, ay ay amor, ay ¡AY MI GUITARRA, NO MAMES!
Itzel tomó el instrumento del brazo con las dos manos y lo azotó contra el piso con tal fuerza, que fácilmente volaron unos cincuenta trozos de madera a su alrededor.
Pedro quedó impávido ante tal escena. Su amada e incondicional compañera ahora yacía por toda la cocina, el lugar que compartieron muchas veces en las desveladas de serenata. Derrotado, cayó de rodillas, tomando entre sus manos uno de las pedazos que habían quedado más grandes.
Itzel no tardó en darse cuenta de lo que había pasado. Incrédula de su monstruosa actitud, se cubrió la boca sintiendo su rostro arder de vergüenza.
-F-fue sin querer manito… ¡De veras que no tuve intención de llegar tan lejos! -se apresuró a abrazar al hombre caído.
-Mi “Pacita” -susurró el apodo de su guitarra con voz quebrada.
-Pedrito chulo… perdóname manito -insistía Itzel con angustia.
-Tan lindo que sonaba, hasta parecía que cantaba la condenada -se contrajo apretujándose el pecho con dolor.
-Pero te lo dije mi’jo, que no andaba de ganas…
-No hay remedio- suspiró resignado, llamando la atención de su hermana -Tendré que sacar del closet a “Pacita II”. Tú mientras junta los pedacitos pa´ después ponerlos en un marco y colgarlo en la sala. Ahorita vengo.
Sin decir más, Pedro se puso de pie y se dirigió a su recámara todavía lamentándose por la pérdida de tan gentil compañera.
Itzel no pudo reaccionar como le hubiera gustado. Seguía demasiado somnolienta para tomar a “Pacita II” antes que él y quebrársela en la cabeza, así que volvió a sentarse a la mesa, esta vez, anudándose las trenzas bajo el mentón para usarlas de orejeras, esperando así poder dormir esos diez minutitos que se venía saboreando desde medio día.
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Ciudad Acuña: Ciudad del estado de Coahuila donde se grabó la peli de "El Mariachi" (según wikipedia).
"Pacita" porque hice que Pedro bautizara su guitarra con el nombre de "Paz" (así que digamos que Itzel hizo alución a su nombre =.=), pero él le dice "Pacita" de cariño.
Yo conocía la antecesora de la peli de donde es la canción,"El mariachi". El título del fic lo tomé de la contraportada del DVD y dejé que el niño Sánchez se quedara con la idea de haberla compuesto... espero que la trama no haya quedado muy forzada x.x
Gracias a quien dejó el reto :D me divertí muchísimo. Espero no haberte arruinado la vida con esto
Personajes: Itzel (México Sur) y Pedro (México Norte)
Clasificación: Para todo público.
Advertencias: Pseudo songfic, algunas palabrotas, Pedro de melodramático e Itzel de incomprensiva... ¿o al revés?
Resumen: "Pedro se emociona con el tema de la película 'La balada del Pistolero' y su hermana tiene ganas de partirle la guitarra en la cabeza" porque no la deja dormir :)
Notitas previas: Yo sé que este prompt hubiera quedado chulísimo con un fancómic, pero para el dibujo soy tan hábil como para pilotear una avioneta (?), así que hice lo que pude con lo que se me da hacer mejor (imagínense ._.U).
Él sólo quería ser mariachi…
El calor era insoportable y las ganas de trabajar escasas. Itzel daba gracias de no ser la nieve de limón que disfrutaba tan tranquilamente en la cocina.
Sabía que tenía muchas cosas que hacer y que posponerlas le iba a costar caro, pero había llegado a la conclusión de que tanto estrés le iba a terminar amargando la existencia, cosa que en definitiva estaba dispuesta a evitar.
Así, aprovechando además que Pedro había salido con el gringo -esperando en Dios fuera realmente por negocios y no por mariconadas- se decidió a tomar la tarde libre, con el pequeño chihuahueño haciéndole compañía, la comida terminando de cocerse en la estufa y la puerta abierta para dejar entrar la brisa de medio día.
Desganada, tomó otro poco de nieve y resbaló la cucharita por entre sus labios apretados.
Se sentía somnolienta, el chiflido de la olla exprés parecía un arrullo y la mesa de repente se miró más cómoda que su cama para descansar. No le tomó mucho acomodarse sobre ella, usando sus brazos de almohada. Ya entraba al sueño profundo, cuando un grito repentino la interrumpió abruptamente.
-¡Itzel! ¡Se te queman los frijoles, mujer!
-¡Los frijoles! -dio un brinco alarmada corriendo a la estufa.
La hornilla ya estaba apagada… y Pedro doblándose de risa. En otras circunstancias, Itzel le habría partido la mesa en la cabeza, pero como seguía adormilada, se dejó caer de nuevo en la silla y recargó su rostro en la mano (Pedro no es tonto y sabe cuándo molestar a su hermana).
-No manches, mana, ¿qué tal si sí se te quemaban?, nos íbamos a quedar sin cenar.
-¿Qué tú no estabas con Alfredo? -preguntó con la voz barrida entre un bostezo.
-Sí estaba, pero me retaché pa’ca porque tuve una visión…
“Mmm´ta, este wey ya la volvió a fumar” pensó sin ánimo de debatirle nada. Ahora sí tenía pereza incluso para hablar, así que dejó que su hermano continuara, porque además se veía más inspirado que de costumbre.
-… y ahí, a mitá de Ciudad Acuña, una canción comenzó a retumbarme en la cabeza. Y yo así de “ay weeeey” y pus ya no me pude aguantar y tomé la guitarra y empecé a sacarla… la rola, y…
Aunque su hermana no demostraba el menor interés en tan fascinante historia, Pedro volteó su instrumento, subió un pie a la silla para estar más cómodo, se tronó los dedos y carraspeó un par de veces para aclararse la voz.
-O sea que no fuistes con Alfredo, ¿veá? -soltó de repente, cortando su inspiración.
-Mmmm… chingá, quién te entiende, mujer. Primero estás con que no y luego que sí y que…
-Bueno ya, ya… De veras manito, me gustaría mucho escucharte -se volvió a recostar en la mesa -, pero como pudistes ver, me interrumpistes la fiesta.
-¿Fiesta?...
-Weno, tú me entiendes. Dame diez minutitos de reposo -bostezó -, y ahorita te escucho todo lo que quieras, ¿va?
Pedro torció la boca con cierto desencanto, pues quería que su hermana fuera la primera que le diera el visto bueno a su nueva composición. Soltó su muñeca para rozar las cuerdas con desgano, produciendo un sonido que hizo que Itzel cambiara ligeramente de posición.
Entonces recordó que ella no podía controlarse si escuchaba el rasqueteo de una guitarra, pues parecía que ese sonido la invitaba a acompañarlo con su voz clara y fuerte, y pensó que a lo mejor si comenzaba a tocar su más reciente canción, bien podría recibir su visto bueno y de paso quitarle la hueva que traía.
Así comenzó a tocarla, con la muñeca flojita, flojita, apenas acariciando las cuerdas con una lentitud aceptable. Itzel frunció el entrecejo incómoda y un poco enfadada por haber despertado.
-No jodas, cabrón, te dije que me dieras diez…
Pedro no le dio oportunidad de seguir rezongando, pues el rasqueteo tomó fuerza al igual que su pasión. Cuando Itzel notó que ya tenía los ojos cerrados, dio por hecho que no había alternativa, así que recargó su rostro en la palma de la mano haciendo acopio de toda su paciencia.
-Soy un hombre muy honrado que me gusta lo mejor…
-Sí, por eso le aceptas al gringo lo que ya no le sirve.
-… las mujeres no me faltan, ni el dinero, ni el amor.
-Según sé todavía le debemos lana al guerejo de los alpes, ¿y que Catalina no te había cortado?
-Jineteando en mi caballo por la sierra yo me voy…
-El pobre caballo sólo lo ocupas pa’l jaripeo, ¿o ya lo cambiastes otra vez por la Cheyenne?
-… las estrellas y la luna, ellas me dicen dónde voy.
-Con tanto esmoc ya no se ven las estrellas, no mames.
Pedro detuvo en seco su canción. Miró con disgusto a su hermana, quien se esforzaba por no azotar la cabeza contra la mesa del sueño que tenía.
-¡No manches, Itzel! Yo todavía que te traigo serenata inédita y me sales con tus chigaderas.
-Pus por eso te dije que me dieras un tantito para echarme una pestañita.
-Pestañita -gruñó por lo bajo-… pinche huevona.
Así continuó donde se había quedado, sin importarle las quejas de su hermana…
-Ay ay ay ay, ay ay amor, ay mi morena de mi corazón.
-Pedrito, en serio ya párale…
-Me gusta tocar guitarra me gusta cantar el son…
-Pedro…
-…el mariachi me acompaña cuando canto mi canción.
-¡Te estás pasando, cabrón!
-Me gusta tomar mis copas, aguardiente es lo mejor…
-¡Pedro!
-… también el tequila blanco con su sal le da sabor.
Estaba tan entregado al canto, que no se fijó cuando su hermana se levantó y se acercó hasta él.
-Ay ay ay ay, ay ay amor, ay ¡AY MI GUITARRA, NO MAMES!
Itzel tomó el instrumento del brazo con las dos manos y lo azotó contra el piso con tal fuerza, que fácilmente volaron unos cincuenta trozos de madera a su alrededor.
Pedro quedó impávido ante tal escena. Su amada e incondicional compañera ahora yacía por toda la cocina, el lugar que compartieron muchas veces en las desveladas de serenata. Derrotado, cayó de rodillas, tomando entre sus manos uno de las pedazos que habían quedado más grandes.
Itzel no tardó en darse cuenta de lo que había pasado. Incrédula de su monstruosa actitud, se cubrió la boca sintiendo su rostro arder de vergüenza.
-F-fue sin querer manito… ¡De veras que no tuve intención de llegar tan lejos! -se apresuró a abrazar al hombre caído.
-Mi “Pacita” -susurró el apodo de su guitarra con voz quebrada.
-Pedrito chulo… perdóname manito -insistía Itzel con angustia.
-Tan lindo que sonaba, hasta parecía que cantaba la condenada -se contrajo apretujándose el pecho con dolor.
-Pero te lo dije mi’jo, que no andaba de ganas…
-No hay remedio- suspiró resignado, llamando la atención de su hermana -Tendré que sacar del closet a “Pacita II”. Tú mientras junta los pedacitos pa´ después ponerlos en un marco y colgarlo en la sala. Ahorita vengo.
Sin decir más, Pedro se puso de pie y se dirigió a su recámara todavía lamentándose por la pérdida de tan gentil compañera.
Itzel no pudo reaccionar como le hubiera gustado. Seguía demasiado somnolienta para tomar a “Pacita II” antes que él y quebrársela en la cabeza, así que volvió a sentarse a la mesa, esta vez, anudándose las trenzas bajo el mentón para usarlas de orejeras, esperando así poder dormir esos diez minutitos que se venía saboreando desde medio día.
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Ciudad Acuña: Ciudad del estado de Coahuila donde se grabó la peli de "El Mariachi" (según wikipedia).
"Pacita" porque hice que Pedro bautizara su guitarra con el nombre de "Paz" (así que digamos que Itzel hizo alución a su nombre =.=), pero él le dice "Pacita" de cariño.
Yo conocía la antecesora de la peli de donde es la canción,"El mariachi". El título del fic lo tomé de la contraportada del DVD y dejé que el niño Sánchez se quedara con la idea de haberla compuesto... espero que la trama no haya quedado muy forzada x.x
Gracias a quien dejó el reto :D me divertí muchísimo. Espero no haberte arruinado la vida con esto